Granada se reviste de historia. Tierra de conquista, de conciliación escenificada entre el Gran Capitán y el último rey musulmán Boabdil, tierra de zambras al anochecer, tierra que en el día intenta ocultar su belleza en aras de la creencia mora: el esplendor, siempre hacia dentro.
Y tierra de tradición. La Real Maestranza de Caballería de Granada -con sede en el barrio de la Trinidad- ha sido anfitriona de la reunión de las cinco instituciones nobiliarias: se añaden Ronda, Sevilla, Valencia y Zaragoza, creadas en tiempos de Felipe II para que los nobles se desempeñaran en el uso de la equitación y las armas. El último fin de semana de mayo ha demostrado que hoy en día siguen teniendo su lugar en la sociedad: las calles colindantes a la Basílica de la Virgen de las Angustias y al Monasterio de los Jerónimos, repletas de personas congregadas para saludar al Rey, así lo han evidenciado.
Felipe VI, Hermano Mayor de las Reales Maestranzas, ha presidido este encuentro, en reconocimiento al papel que hoy en día desempeñan estas corporaciones. Como es obvio, su razón de ser actual no se encuentra en las artes militares, por lo que buscan servir a España mediante un concepto de hermandad que aporte labor social y cultural.
En este objetivo de adaptarse a los tiempos, había un anacronismo que tuvo su fin en 2022: la ausencia de mujeres. Según ha podido saber este medio, el Jefe del Estado ha intercedido para que su incorporación fuera requisito esencial para seguir siendo Hermano Mayor. Precisamente, en la Junta Extraordinaria que los maestrantes han mantenido con el Monarca a puerta cerrada dentro del Monasterio de San Jerónimo, ha sido uno de los temas prioritarios que se han abordado. “Le hemos informado al Rey de la evolución que ha tenido el ingreso de las damas de la Real Maestranza, que se han incorporado a la Junta”, explica Gonzalo Martínez-Carrasco y De Santiago, teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Granada.

Fueron 25 nobles quienes en 1686 la fundaron. Hubo una época en la que sí había mujeres, pero se conocía como brazo de damas. Tenían que cumplir con los requisitos de linaje -tener cuatro apellidos nobles- para poder entrar, pero no tenían derechos ni obligaciones. Juan Manuel Pérez de Herrasti y Ferrer fue uno de los fundadores de la institución de Granada, y una de sus descendientes, Matilde Pérez de Herrasti y Narváez, es la única mujer viva del brazo de damas. Ella mantiene el tamaño original del lazo azul inmaculada y blanco -los colores de la hermandad de Granada-, que lucen en el lado superior izquierdo, ahora más reducido. Por sus parte, los caballeros llevan la venera en la solapa del chaqué.
“En la actualidad, en la Junta de Gobierno en Granada, está Mariana Contreras como comisaria de Clarines, y dentro de la Comisión Delegada en Madrid, María Pérez de Herrasti, marquesa de Albayda”, explica Martínez-Carrasco. Ya que, en la actualidad, las mujeres sí forman parte de las decisiones que se toman en las Juntas de Gobierno, a diferencia de cuando existía el brazo de damas. E incluso podrán llegar a ser Teniente de Hermano Mayor.
Ya el Rey Don Juan Carlos tuvo muy presente que era necesario incorporar a la mujer para que la cofradía tuviera encaje en la sociedad actual, lo que para Felipe VI ha sido una exigencia.

La vinculación de la Corona con estas familias no se limita a la historia, sino que muchas de ellas formaron parte del Consejo de Don Juan y sostuvieron a la Familia Real durante su exilio en Estoril. La idea de que se celebraran reuniones anuales fue de Don Juan en 1990, siendo hermano mayor, para que hubiera una mayor unión y dirección conjunta. “En su origen, el cometido de las Maestranzas era apoyar a la Corona”, afirma Martínez-Carrasco. “Hoy día realizamos una importante labor social, cultural, mecenazgo”. Y de integración con la sociedad. “Desde que soy teniente, mi objetivo es abrir la maestranza a la ciudad de Granada”. El concierto a cargo de la Banda de Música del Regimiento Inmemorial del Rey nº1 fue ejemplo de ello. Todas las sillas del claustro del Palacio de Carlos V, en la Alhambra, fueron ocupadas.
Premio Hernán del Pulgar
Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, asistió al acto, así como el JEME, Amador Enseñat y Berea, hijo adoptivo de la ciudad de Granada. Además de ser el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, ha apoyado con su presencia en nombre del Ejército la entrega del premio Hernán Pulgar. Uno de los motivos por los que Don Felipe, Capitán General de las Fuerzas Armadas, se ha desplazado a la ciudad andaluza.
El MADOC (Mando de Adiestramiento y Doctrina) tiene sede en Granada, y los premios en honor de Hernán del Pulgar -capitán del Ejército castellano, que por su papel en la guerra de Granada se ganó el favor de Isabel la Católica- se celebran desde el año 2000. Desde entonces, estos galardones han ascendido en importancia, y son muy valorados dentro del Ejército de Tierra.

Este año, el premiado ha sido el teniente coronel Fernando Cid Auñón, por su trabajo titulado: “Conocernos más, decidir mejor, ¿Cómo mejorar la toma de decisiones en operaciones?”. Cuyo lema es Francisco, en honor a su hijo. El enfoque de sus investigaciones es cómo mejorar la toma de decisiones en operaciones militares, combinando intuición entrenada y pensamiento analítico. El teniente general, -que entre otras funciones ha estado al frente de misiones como Kosovo, así como al mando de las Operaciones Balmis-, propone “formación, simulación y wargames para preparar mejor a
los mandos en el modelo de mando orientado a la misión.” Su emotivo discurso comenzó así: “Para este humilde soldado, es un placer recibir este premio en manos del Rey, el primer soldado de España”.
El Rey se funde con la ciudad de Granada
Durante su visita, Felipe VI ha aprovechado para fundirse con los granadinos. A su llegada a la Basílica y al Monasterio, una multitud de personas se ha agolpado a las puertas para saludarlo, entre vítores y aplausos. Se ha hecho fotos con los niños de la Escolanía de Guadix, uno de los coros más famosos de Granada, entre los que ha conocido a una bebé de dos meses que ya forma parte de él. Dentro del monasterio, el Monarca ha recibido el bastón de mando como Hermano Mayor, y ha saludado a las monjas de clausura del Monasterio, en cuya Iglesia ha realizado una ofrenda floral al Gran Capitán.