El choque de trenes aún se puede evitar, o eso afirman desde el Gobierno. El Ejecutivo conversa contrarreloj con Junts para frenar la escalada de hostilidades por parte de los de Carles Puigdemont, y para reconducir todas las negociaciones abiertas.
Lo hace, además, a menos de un día de que la Mesa del Congreso de los Diputados decida si se tramitará o no la proposición no de ley (PNL) de los independentistas catalanes que insta a Pedro Sánchez a presentar una cuestión de confianza.
El centro de las conversaciones está más bien en otras negociaciones encalladas, como las que tienen que ver con la transferencia de competencias en materia de inmigración a la Generalitat. Y con la pantalla posterior, las conversaciones sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2025. Pero esta iniciativa ha servido a Junts para elevar el tono, y para amenazar con represalias, a desvelar este mismo viernes, si finalmente no se tramita.
No está en duda hoy el ‘no’ del PSOE a que se califique, pero no está clara la posición de Sumar, que inicialmente no se opuso a su debate. Fuentes de la formación de Díaz afirmaron el miércoles que se decantaban por el ‘no’. La decisión corresponde a la dirección del grupo parlamentario, que inicialmente afirmó que decidiría durante la tarde del miércoles, y que después dejó abierto este escenario, a la espera del avance de las conversaciones.
Y esta decisión es clave: Sumar cuenta con dos asientos en la Mesa, que unidos a los cuatro votos a favor del PP, servirían para decantar la balanza a favor de que se tramite la proposición no de ley.
Los tres ‘noes’ del PSOE parecen claros, pero que el órgano de gobierno de la Cámara Baja califique la iniciativa no implica que tenga que debatirse en un plazo concreto. Ni siquiera, que este debate vaya a producirse.
Según distintos medios, los socialistas habrían reclamado a Junts que retire este texto y vuelva a presentar la iniciativa con una redacción más ambigua.
Por lo pronto, ministros del ala socialista y de las filas del socio minoritario escenificaron el miércoles que trabajan por una desesescalada. Así lo afirmaron Ángel Víctor Torres (PSOE) y Ernest Urtasun (Sumar). El primero, titular de Política Territorial, recordó que presentar una cuestión de confianza es potestad del presidente del Gobierno, pero se mostró a favor de buscar un punto de encuentro.
“Todavía quedan horas por delante”, aseguró, en declaraciones recogidas por Europa Press, tras una reunión con el conseller de Presidencia catalán, Albert Dalmau. A su vez, el ministro de Cultura aprovechó para llamar al PSOE y a Junts a un acuerdo.
En una entrevista en Al Rojo Vivo (La Sexta), Urtasun confirmó que hay conversaciones en este sentido, y destacó que Junts está defendiendo una posición negociadora. No desveló el sentido del voto de su partido, pero insistió en que tienen que volver a los consensos: “Estamos entre todos condenados a entendernos”.
Durante la mañana del jueves, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llamaba a Junts a reconsiderar sus posiciones. Lo hacía en una entrevista en Canal Sur, apenas dos horas antes de la reunión de la Mesa.