Investigación

La empleada del hogar de Ábalos rompe su silencio: “Su mujer era quien hurgaba en el ordenador”

Trabajó en el domicilio de Ábalos cuando aún era ministro. “Sé muchas cosas y solo he escuchado mentiras de Carolina Perles”, asegura en conversación con Artículo14

No desvela su nombre por miedo a las represalias. Teme que la exmujer de José Luis Ábalos, Carolina Perles, “la tome con ella”. Es por eso que habla a Artículo14 con una identidad ficticia: María. Trabajó durante un tiempo en la casa de Ábalos, antes de su destitución como ministro de Transportes. “Sé muchas cosas y solo he escuchado mentiras”, asegura, en relación a las revelaciones de Perles en Telecinco.

“Para empezar, en la entrevista dice que había sido su hija quien había rebuscado en el ordenador cuando yo la pillé por la noche en su despacho. Era ella quien fue a hurgar en el ordenador del ministro”, asegura María, en la charla mantenida con este periódico.

Carolina Perles - Sociedad
Un momento de Carolina Perles en la entrevista de Telecinco.
Mediaset

También desmiente que Koldo García le ordenara reportarle acerca de todo lo que ocurriera en la casa. “Eso quizá fue con otras asistentes, conmigo no”, precisa. Si bien, reconoce que tanto el exasesor de Ábalos como su mujer, Patricia Uriz, estaban atentos de todos los cuidados de la casa. “Entendía que era la mano derecha del ex ministro”, cuenta sobre su permanente presencia en el domicilio.

Condiciones de trabajo deficientes

María denuncia a este periódico que la empresa que le derivó a la casa del exministro le prometió una nómina de 1.200 euros al mes por trabajar de interna, pero que luego hizo muchas horas extra. “Incluso fui de vacaciones con ellos y me pagaron mal. Tengo las nóminas y los ingresos a cuenta”, sostiene.

Sobre Ábalos y Koldo García, ella no tiene malas palabras. “Ábalos era un caballero y una persona humilde. A él no le importaba tomar comida del día anterior”, aporta como anécdota. También asegura que su asesor le trató bien cuando se puso enferma.

María relata que sufrió un verdadero martirio en la casa de Ábalos por el trato que recibía de Perles. “Se daba a la copa me vino y empezaba a decir que yo era una ramera, una puta. Le dije que estaba harta y que merecía respeto”, llega a afirmar.

Asegura que aguantó meses, que tuvo paciencia. “Carolina tiene un carácter explosivo cuando soltaba sapos y serpientes luego intentaba reconducir y yo me quedaba, me daba pena. Me puse en el lugar de una mujer a la que su marido le está engañando”, confiesa.

Discusión con Perles

Pero todo estalló un día que Perles le acusó “de andar detrás de su marido”. María cogió sus cosas y salió de la casa, siempre según su relato de los acontecimientos. Incluso pidió a los policías que escoltaban el domicilio que le registraran las maletas para que se aseguraran que “no se llevaba nada”. “No quería saber más de esa casa”, sentenció.

La asistente del hogar intentó ir a denunciar ante un sindicato, pero le dijeron que necesitaba grabaciones de las vejaciones recibidas para que denuncia saliera adelante.

María asegura a este periódico que tiene mucha más información sobre “las mentiras que contó” Perles, pero que prefiere decirlas en el caso de que un tribunal le cite a declarar.

Lo cierto es que Ábalos mantiene interpuesta una denuncia contra quien fuera su mujer por la emisión de la entrevista. Intentó paralizar su publicación e interponer una orden de alejamiento a los reporteros del medio. Unas medidas cautelares que un juzgado de Madrid no admitió, pero sí acordó incoar diligencias previas de investigación contra Mediaset al considerar que se podría haber violado su derecho al honor.