Cada día que pase sin que se convoquen elecciones generales es mejor para la derecha. Al menos, así lo interpretan de puertas para adentro tanto PP como VOX. Los escándalos en el Partido Socialista se van solapando, haciendo incluso muy complicado seguir el minuto a minuto de la descomposición del Gobierno. Esta semana hemos tenido hasta la imagen de la UCO entrando en la sede socialista de la calle Ferraz para clonar las cuentas de correo del partido que utilizaba el exsecretario de Organización, Santos Cerdán. Tanto en el seno de la Moncloa como en la oposición saben que Pedro Sánchez tiene los días contados. La pregunta es cuántos quedarán.
En el Gobierno y en el Partido Popular son conscientes de que esto acaba de empezar y que “va a ser un goteo interminable de informaciones imposible de soportar para el Ejecutivo”, explican fuentes de Génova. Hace ya un tiempo que el portavoz nacional, Borja Sémper, ha empleado una misma frase en todas sus intervenciones ante la prensa: “Todo se terminará por saber”, insistía una y otra vez Sémper, incluso pecando de reiterativo. Hay que reconocer que el portavoz tenía toda la razón.
Ahora mismo, interpretan algunas voces populares, que las elecciones sean lo antes posible le conviene a la izquierda, porque este desgaste va a ir minando día a día a Pedro Sánchez. Lo único que tienen hacer PP y VOX es no meter la pata. Y esperar, argumentan.
Abascal en su máximo histórico
En este punto, si hay un partido que se beneficia claramente de la crisis interna del PSOE, es VOX. El partido de Santiago Abascal ha experimentado un crecimiento significativo en las encuestas, alcanzando el 16% de los votos, lo que le permitiría superar los 60 diputados, su máximo histórico. En la sede de la calle Bambú creen que este crecimiento se estabilizará durante el verano. “Hemos subido de golpe, pero bajaremos. Estamos nutriéndonos de votantes descontentos con Feijóo porque no se atreve a presentar la moción de censura”, analizan en VOX. En la última semana han crecido en afiliación, según fuentes del partido.
El PP, por su parte, también experimenta un crecimiento, pero no al nivel de VOX. Aunque mejora ligeramente en las encuestas, su avance es moderado, y la encuesta de GESOP, de la última semana, lo sitúa con entre 131 y 135 diputados.
Feijóo lleva tiempo avisando de su hoja de ruta, de que nadie va a hacer que se aparte de la “centralidad”. En Génova esperan atraer a votantes socialistas aterrorizados con los acontecimientos que estamos viviendo. “Atraer a los votantes que creen en un PSOE como partido de Estado, pero no en alguien como Pedro Sánchez”, explican en el PP. Feijóo pretende vender ese perfil moderado que puede ser una opción para el “voto de castigo” contra la corrupción.
VOX, mejor sin moción de censura
Así, mientras Abascal aprieta y aprieta a Feijóo para que “se atreva” a presentar una moción de censura, se está alimentado de sus votantes desencantados por el hecho de no ejecutarla. Él es el primer beneficiado de que Feijóo no quiera presentarla. Y son tremendamente conscientes en la calle Bambú.
En este punto, si en algún momento el líder de la oposición utiliza esta herramienta constitucional, con el apoyo de alguno de los socios de Gobierno, desde VOX la apoyarían y podrían “vender” que ha sido gracias a su presión sin cuartel.
Desde VOX aprovechan la crítica al Gobierno para lanzar dardos contra el PP: “Estamos hablando de una estructura de corrupción, de una mafia. De una mafia liderada por el presidente del Gobierno. Y ya hemos visto que para tratar de aguantar en el poder no hará más que hablar de otra estructura de corrupción, la mafia del Partido Popular en Gürtel y Kitchen”, dicen en la sede de la calle Bambú. “La batalla del PP y del PSOE es echarse en cara su respectiva corrupción, y a la vez taparse mutuamente la corrupción”, sentencian fuentes de VOX.
El propio Feijóo aseguraba esta semana que le parecía como poco “sospechoso” que Abascal y Sánchez le pidiesen a la vez presentar esa moción de censura. El presidente del Gobierno lo hizo en su comparecencia ante los medios porque pretendía cambiar el foco a la oposición, retándoles a presentar esa moción de censura y presionando a los partidos que apoyaron su investidura.
Uno de esos partidos es el PNV, que ya ha dejado claro, en las últimas horas, que no van a estar en la misma ecuación que VOX: “Tiene (el PP) unos socios que se sientan a su lado con votos que restan. No vamos a estar nunca en una ecuación en la que esté VOX“, ha explicado la portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero.
Mañueco, con Sánchez en otoño
Lo que nadie llega a atisbar es cuándo van a ser las elecciones. El Gobierno, en público, insiste en que agotarán la legislatura. En privado nadie lo ve factible.
Dentro de las filas populares también hay de todo. Hay dirigentes que creen que Sánchez “no llega a agosto”. Otros, que intentará aguantar lo máximo posible. En este último grupo se encuentra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que parece tenerlo claro: “La corrupción no va a acabar con Sánchez sino todo lo contrario, es la corrupción la que ata a Sánchez al poder”, ha explicado la lideresa. Y es curioso porque coincide con el análisis que ha hecho otro presidente autonómico socialista, Emiliano García Page: “Las cosas que más le preocupan a Sánchez ni siquiera están hoy en los periódicos. Y por eso necesita seguir gobernando“, ha explicado el presidente de Castilla-La Mancha. Ayuso y Page haciendo la misma lectura de crisis socialista y de los intereses de Sánchez.
Existen voces en el PP que hablan de posibles elecciones en otoño. A la vuelta de verano. Si es así, y Sánchez convoca durante esos meses, las generales podrían no ser los únicos comicios. Según fuentes consultadas, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, podría valorar un adelanto electoral para hacerlas coincidir con las generales.
Estaríamos hablando de un “adelanto técnico”, puesto que Mañueco ya tiene que ir a las urnas en febrero del 2026. El barón popular podría así beneficiarse frente al localismo, insertándose en una campaña de tintes nacionales. Esto podría darle una mayoría absoluta, dejando a VOX con un raquítico resultado en su territorio.