La gripe H3N2 vuelve a encender todas las alarmas sanitarias a nivel global. Investigadores de Australia y Nueva Zelanda advierten de que la aparición de una nueva variante del virus de la gripe podría provocar en el hemisferio norte una temporada tan intensa y desbordante como la que ya ha sacudido al hemisferio sur en los últimos meses. El mensaje es claro: los sistemas de salud deben prepararse para un incremento notable de casos y hospitalizaciones.
Los expertos señalan como responsable a un nuevo subclado de la gripe H3N2, conocido como variante K, que ha demostrado una capacidad de propagación inusualmente rápida y tardía. Su irrupción ha sido suficiente para alterar por completo el comportamiento habitual de la gripe estacional y anticipar un invierno complicado en Europa y América del Norte.
Una variante tardía que lo cambia todo
Lo que hace especialmente preocupante a esta nueva gripe H3N2 es el momento en el que ha emergido. La temporada invernal en Australia y Nueva Zelanda había transcurrido con relativa normalidad, con predominio inicial de la gripe A(H1N1), una cepa conocida y recurrente desde la pandemia de 2009. Sin embargo, a finales de la temporada apareció el subclado K y el escenario cambió por completo.
El primer caso documentado de esta variante de gripe H3N2 se detectó en Nueva York en junio. Apenas un mes después, ya circulaba con fuerza en Oceanía. Su impacto fue inmediato. La temporada de gripe se alargó hasta noviembre y se confirmaron más de 450.000 casos solo en Australia, la cifra más alta registrada hasta la fecha.
Las conclusiones del estudio, liderado por Clyde Dapat desde el Centro Colaborador de la OMS para la Investigación sobre la Gripe en Melbourne, han sido publicadas en la revista Eurosurveillance. Los autores subrayan que es la primera vez que una variante de gripe H3N2 emerge de forma tan abrupta al final de una temporada y logra una expansión tan amplia.
Aunque no es inédito que cambie la cepa predominante, sí resulta poco frecuente que lo haga de manera tan drástica. En una temporada normal conviven varios tipos de gripe. Pero este desplazamiento repentino ha sorprendido incluso a los sistemas de vigilancia más avanzados.
Vacunas sin la nueva cepa, pero con cierto margen
Otro de los factores que alimenta la preocupación por la gripe H3N2 es que la variante K no está incluida en las vacunas que se están administrando este otoño en el hemisferio norte, incluida España. La OMS elabora cada año sus recomendaciones basándose en las cepas dominantes del otro hemisferio, y la aparición tardía de esta variante pilló a todos a contrapié.
Aun así, un pequeño estudio realizado en Reino Unido ofrece un punto de tranquilidad: la eficacia global de la vacuna no parece verse gravemente afectada. Sin embargo, los expertos insisten en que la población carece de defensas específicas frente a esta nueva gripe H3N2. Eso facilita su expansión, claro.
La variante K de la gripe H3N2 ya está presente en al menos 34 países. Los investigadores temen un aumento de casos y hospitalizaciones respecto a años recientes. El médico de familia Lorenzo Armenteros compara en El Español su comportamiento con la irrupción de Ómicron durante la pandemia de Covid. No más grave, pero sí mucho más contagiosa.
Según Armenteros, portavoz de la SEMG, las consultas de atención primaria y las urgencias están viviendo una presión inédita para estas fechas. “Estamos en plena curva de crecimiento”, advierte. Y lamenta la falta de planificación y recursos para hacer frente a esta nueva oleada de gripe H3N2.
¿Cómo son sus síntomas?
En el plano clínico, los especialistas subrayan que esta gripe H3N2 no presenta síntomas distintos a los habituales, pero sí un inicio más brusco. Fiebres altas, dolores musculares, cansancio extremo y tos seca aparecen con rapidez, especialmente en personas no vacunadas.