Cada 13 de junio, el santoral católico tiene como figura central a San Antonio de Padua, uno de los santos más queridos y venerados por los fieles en todo el mundo. Aunque nació en Lisboa (Portugal) entre 1191 y 1195 con el nombre de Fernando Martins de Bulhões, su fama la alcanzó tras ingresar en la Orden Franciscana y dedicarse a la predicación por varias regiones de Europa.
Fue en Padua, Italia, donde pasó los últimos años de su vida y donde murió en 1231. Su canonización fue una de las más rápidas de la historia, apenas un año después de su fallecimiento. En 1946, fue declarado Doctor de la Iglesia por su sabiduría teológica y su capacidad de comunicación.
San Antonio es ampliamente conocido como el “santo de los objetos perdidos”, ya que, según la tradición, intercede para ayudar a encontrar lo que ha desaparecido. También es considerado un protector de los pobres y es patrón de diversas causas, ciudades y congregaciones.
Otros santos que se celebran este 13 de junio
Aunque San Antonio acapara gran parte de la atención en esta fecha, el calendario litúrgico también recuerda a otros santos y beatos cuya historia ha dejado huella en la tradición cristiana.
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Santa Felícula, mártir romana del siglo I. Según la tradición, fue encarcelada y murió por negarse a renunciar a su fe en Cristo. Se le atribuye una gran fortaleza espiritual en tiempos de persecución.
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San Aquíleo de Alejandría, mártir y beato. Fue uno de los muchos cristianos que sufrieron tormento durante las persecuciones en Egipto. Su testimonio de fe quedó recogido en los primeros textos cristianos.
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San Trifilio de Leucosia, obispo en la isla de Chipre durante el siglo IV. Discípulo de San Espiridión, fue conocido por su oratoria y por defender la ortodoxia durante las controversias teológicas de su tiempo.
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San Ceteo de Amiterno, también conocido como Peregrino. Obispo en la región de Abruzzo, Italia, en el siglo VI. Fue martirizado por defender los derechos de los cristianos durante la ocupación lombarda.
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San Eulogio de Alejandría, obispo del siglo VII. Desempeñó un papel clave en la defensa de la fe cristiana frente a las herejías y contribuyó a la consolidación de la doctrina ortodoxa en Oriente.
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San Fandila de Córdoba, mártir mozárabe en el siglo IX. Monje del monasterio de Peñamelaria, fue ejecutado en Córdoba por negarse a renegar del cristianismo durante la ocupación musulmana. Forma parte del grupo conocido como los mártires de Córdoba.
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San Aventino, eremita francés que vivió en soledad, dedicado a la oración y la penitencia. Su vida sencilla y austera atrajo a numerosos discípulos que siguieron su ejemplo.
Una jornada de devoción y recuerdo
El 13 de junio se convierte, por tanto, en una jornada de especial significado dentro del calendario religioso. Más allá del protagonismo de San Antonio de Padua, es un día en el que se recuerda a hombres y mujeres que vivieron su fe de forma radical, en muchos casos hasta el martirio, y que siguen siendo ejemplo para los creyentes actuales.
Muchas iglesias en España y Latinoamérica celebran hoy misas especiales, procesiones y actos en honor a San Antonio, cuyo culto se mantiene especialmente vivo en regiones como Galicia, Andalucía y América Latina. Además, muchas personas aprovechan este día para pedirle ayuda con objetos perdidos, deseos personales o favores espirituales, manteniendo viva una de las tradiciones más arraigadas en el mundo católico.
El santoral de cada día, aunque a veces pase desapercibido, guarda la memoria de quienes, con nombre propio o en el anonimato, dejaron una huella espiritual que aún resuena. Y el 13 de junio, con San Antonio al frente, es uno de los días más esperados del año por los fieles devotos.