Ayer, 10 de septiembre, hizo un año desde que Carmen Fernández, camarera del buque oceanográfico del CSIC, llamado García del Cid, desapareció. La tripulación se dio cuenta cuando no se presentó al desayuno y tampoco estaba en su camarote. La última vez que había sido vista con vida fue la noche anterior, la del 9 de septiembre de 2023, mientras servía la cena en el comedor al personal del barco. En aquel momento, el buque se encontraba a solo 32 kilómetros de Gandía, Valencia.
En él viajaban catorce tripulantes y doce científicos que avisaron a Salvamento Marítimo a las 8:20 de la mañana. Ni rastro de Carmen Fernández. La Guardia Civil investigaba varias hipótesis en aquel momento, entre ellas, el suicidio, por lo que pensaban que se podía haber tirado por la borda. Así lo constataría una libreta de ella que usaba a modo de diario que más tarde encontraron. En ella se leía “donde me acosaron y ahora otra vez, nadie hace nada. Si no me encontráis, me tiré por la borda. Os quiero mucho”.
La gallega y madre de tres hijos había denunciado en 2019 a un compañero suyo por una agresión sexual a bordo. Aunque el caso se archivó, Fernández pidió el traslado a otro barco para no coincidir con este hombre. De hecho, la camarera estuvo tres años de baja y en tratamiento psicológico tras la denuncia.
Sin embargo, como el barco se encontraba en Barcelona y ambos tenían que ir desde Galicia, coincidieron en el aeropuerto, en el vuelo y en el posterior embarco al buque. Esto no lo tuvo en cuenta el Consejo Superior de Investigaciones Científicas que pese a la denuncia y a los años que estuvo de baja, juntó a Carmen Fernández con su presunto agresor sexual en la misma expedición. Ella llamó rápidamente a su marido y a su hermano para alertar de lo que estaba ocurriendo. No obstante, el compañero se bajó del barco antes de que partiera por problemas de salud.
La denuncia por agresión sexual
Carmen Fernández comenzó a trabajar de camarera en el García del Cid en enero de 2018. Unos meses después, en septiembre, denunció a un compañero suyo por violación que, según apuntó, se había producido en el camarote del barco. El presunto agresor era primo lejano del marido de Fernández y vivían en localidades cercanas, por lo que también intentó mantener relaciones sexuales en distintas ocasiones según denunció la gallega.
Después de eso, el presunto agresor empezó una campaña de descrédito de Fernández a través de mensajes de WhatsApp con los demás miembros de la tripulación. Finalmente, María del Carmen lo contó al CSIC y se activó el protocolo contra el acoso sexual.
Un año después de la desaparición
El caso de la desaparición lo investigó un juzgado de primera instancia de Valencia que lo cerró al no ver hechos probados de delito en la desaparición de Carmen. Más tarde, lo hizo la Audiencia Provincial de Valencia decretando el archivo y sobreseimiento provisional de la causa por el mismo motivo. Aunque distintos organismos estuvieron buscando el cuerpo de Fernández durante días, aun hoy, se encuentra desaparecido.
Aun son muchas las incógnitas que impiden resolver el caso, pero el pasado julio, el CSIC tomó la decisión de despedir a toda la tripulación del García del Cid. Desde entonces, el buque permanece en el puerto de Gijón esperando su destrucción. Esta semana, y aprovechando que se cumple un año de la desaparición de Carmen, Salvados arranca su temporada el domingo investigando el caso y hablando con otras mujeres que aseguran haber sufrido acoso sexual en los barcos del CSIC. El propio organismo reconoce tener doce denuncias por acoso sexual en alguna de sus instalaciones.