El socorrista que ponía en peligro a mujeres para ligar y otros youtubers que normalizan la violencia machista

Mientras aumenta el negacionismo de la violencia de género entre los jóvenes, algunos influencers normalizan y banalizan el machismo ante millones de seguidores

Los asesinos machistas nos han dejado solo esta semana 6 víctimas mortales en nuestro país: Ramy, Marisa, Susana, Alejandra y su hijo Samuel (de dos años) y Carmen. Y mientras esos crímenes atroces se consumaban, un informe del ministerio de Juventud e infancia ha confirmado que el nivel de negacionismo de la violencia de género entre los jóvenes ha aumentado preocupantemente en los últimos cinco años.

Si hasta el 2019, un 12 por ciento de los chavales decía que “eso de la violencia machista es un invento ideológico”, hoy lo hacen un 23%. En el caso de ellas, el aumento es aún más perturbador: las jóvenes negacionistas han pasado de representar un 5’7% a superar el 13%.

Banalizar la violencia machista: el mundo streamer

Y es aún más perturbador porque esta violencia se ejerce contra ellas. Sin necesidad de que sean conscientes. Si no, que se lo pregunten a Miguel Assal, un influencer y técnico en emergencias, que ha admitido esta misma semana – también- que ponía en riesgo la vida de las mujeres cuando era socorrista en la playa.

Lo hacía, dice, para “hacerse el héroe” con ellas. Y se queda tan pancho. Las mujeres, por supuesto, desconocían su metodología.

El youtuber Naim Darrechi

“Teníamos una corriente y no la balizábamos para que entrasen las chicas. Era una corriente muy sencilla de rescatar y, claro, eras el héroe. Si veíamos un niño bajábamos rápido para que no se metiera. Venga, estas dos que están bien, vamos allá”. Esas han sido las palabras de este hombre que alardea en redes sociales y páginas web de su exquisita profesionalidad.

Assel asegura que lo lugares que dejaba sin balizar era en puntos de corriente “controlada” y donde se pudiese hacer “un rescate sencillo”, restándole importancia al hecho en sí, que no es otro que el no señalizar ciertas zonas de baño porque a él le parecía una buena fórmula para ligar. Fue socorrista durante ocho años. Hoy tiene 13 millones de seguidores en redes.

Jordi Wild, youtuber, y sus colegas machistas

Las declaraciones las hizo en el canal del streaming de Jordi Wild, un youtuber conocido por ser cómplice de esta y otras tantas machistadas y polémicas en su canal. O en casi cualquier espacio que lo rodea.

Le gusta estar cerca, por ejemplo, de tipos como ‘El Xokas’. Otro youtuber, casi 3 millones de suscriptores en su canal, que en 2022 nos enseñaba el “trucazo” de un amigo para salir de fiesta y no beber: “Llevarse a pibas que estaban colocadas” a su casa. Entre risas explicaba que, claro, así “era muy fácil ligar”. Admitía que eran mujeres que, de “haber estado sobrias”, los habrían rechazado.

David Suárez: “Pensad mejor en cómo pegar a vuestras parejas”

A Jordi Wild también le gusta pasar tiempo con David Suárez. Un humorista al que contrató para presentar una velada de artes marciales mixtas al que Wild llamó ‘Dogfight Wild Tournament’. Aquella noche de 2023, el humorista, con medio millón de seguidores en ‘Tik Tok’, deleitó al público con uno de sus grandes “chistes”.

Hacía referencia el susodicho a la cultura de la cancelación. Como él ya está vetado de varios espacios por sus “chistes” racistas, misóginos, homófobos, pero también sus continuas faltas de respeto con los municipios dónde tiene prevista una actuación, no tenía nada que perder. Asique, invitaba al público a que en vez de “perder su energía” con él, mejor la invirtiesen en pensar “cómo vais a pegarle a vuestra pareja al llegar a casa”.

La cultura de la violación que cala entre los jóvenes

Estos son los amiguitos de Jordi Wild. Él, que no se considera machista, no se atreve a frenar a ninguno de sus colegas ante barbaridades como las escuchadas. Abanderados del feminismo, su cinismo le ha permitido – a Wild y a ‘El Xokas’- dar lecciones, incluso, a Naim Darrechi.

Este otro tipo podría llevarse el premio al machista del año. Año, tras año. Y ahí, sigue, con sus 6 millones de seguidores en redes sociales. Darrechi fue acusado el pasado 2024 por su expareja, la cantante Mar Lucas, de maltrato físico y psíquico continuado mientras mantenían una relación sentimental.

Pero es que antes de conocer esta supuesta relación abusiva en la que Darrechi maltrataba a su entonces novia, el tiktoker había admitido en su canal que “no utiliza preservativo en sus relaciones sexuales” y que eyacula dentro de las “chicas” con las que se acuesta, a las que miente diciendo que es estéril. Eyaculaba dentro sin su permiso.

Contenidos machistas sin castigo

Esta confesión le costó una denuncia por parte de la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero (esta confesión la hizo en 2021). Ese año, este tipo de delito, aún se consideraba – para la desgracia de muchas- un abuso sexual, y no una agresión.

La denuncia, finalmente, quedó archivada. La Fiscalía Superior de Baleares consideró que esas “palabras” se produjeron en un contacto “referenciado por el derecho a la libertad de expresión”.

Pesó más su libertad que la de las víctimas. Tampoco hubo ningún tipo de sanción que evitase que ese tiktoker pudiese seguir influyendo con sus “palabras” retrógradas y machistas entre sus millones de seguidores.

Los intentos de justificación a lo injustificable

Miguel Assal, el técnico de emergencias e influencer que ha generado polémica esta semana por su confesión sobre su peculiar manera de “hacerse el héroe” con las “chicas” mientras era socorrista, ha sido duramente criticado incluso por compañeros de gremio. Piden su cancelación a la vista de “la poca profesionalidad” que ha dejado ver en el canal de Jordi Wild.

 

Días más tarde el técnico se ha disculpado por lo ocurrido, pero ha justificado -de nuevo- su intervención: achaca todo a errores de juventud. Estas palabras tampoco han gustado entre colegas de profesión, que tachan de “inaceptables”.

En ningún momento Assal admite que lo hizo mal, que puso en riesgo a las mujeres. Porque para él, por lo que parece, en la juventud todo vale. Y por esta regla de tres, vale su irresponsabilidad como socorrista, pero también los chistes misóginos de uno o las confesiones que aluden a la cultura de la violación del otro.

Pasa por alto el hecho de que sus canales y los mensajes que lanzan son tremendamente peligros para quienes los escuchan. Casualmente, cuando ellos aparecieron, los jóvenes empezaron a ser un 23% más negacionistas de la violencia machista que hace cinco años.