LOTERIA DE NAVIDAD
EL GORDO
79432
2º Premio
70048
3º Premio
90693
4º Premio
78477
-----
5º Premio
23112
60649
77715
-----
-----
-----
-----
-----
La Lotería de Navidad ha transformado la vida de miles de personas a lo largo de su historia, casi siempre asociada a celebraciones, brindis y finales felices. Pero hay una historia distinta, menos obvia y mucho más profunda, en la que un premio no compró casas ni coches, sino que dio lugar a una de las obras clave del cine español. El protagonista fue Luis Buñuel. Y el año, 1932.
Buñuel atravesaba entonces una etapa compleja. Tras el impacto artístico de Un perro andaluz y La edad de oro, su carrera estaba bloqueada, sin financiación ni apoyos claros. La Lotería de Navidad, sin embargo, iba a cruzarse en su camino de una forma tan improbable como decisiva.
Un premio que nació de una promesa
El vínculo entre la Lotería de Navidad y Buñuel no fue directo. El premio cayó en manos de Ramón Acín, artista, pedagogo y militante libertario, amigo íntimo del cineasta. Años antes, Acín había hecho una promesa casi en broma: “Si algún día me toca la lotería, te financiaré una película”. El 22 de diciembre de 1932, esa frase dejó de ser una ocurrencia.
El Gordo de la Lotería de Navidad tocó y Acín cumplió su palabra. Parte del dinero recibido se destinó a hacer realidad un proyecto que Buñuel llevaba tiempo imaginando: un documental sobre una de las regiones más pobres y olvidadas de España.
Gracias a aquel premio, Buñuel pudo rodar Las Hurdes, Tierra Sin Pan, una obra incómoda, radical y adelantada a su tiempo. El filme retrataba sin concesiones la miseria extrema de la comarca de Las Hurdes, en Extremadura, rompiendo con cualquier idealización folclórica del país.
La Lotería de Navidad, sin proponérselo, había financiado una película que incomodaría al poder, sería censurada durante años y acabaría convirtiéndose en una referencia esencial del cine documental y político europeo. No hubo alfombras rojas ni aplausos inmediatos, pero sí un impacto duradero.
Un giro decisivo en la carrera de Buñuel
Aquel rodaje marcó un antes y un después. Las Hurdes consolidó a Buñuel como un creador dispuesto a mirar de frente la realidad, sin adornos ni concesiones. Aunque el documental le trajo problemas y vetos, también reafirmó su voz autoral y su compromiso artístico.
Sin la Lotería de Navidad, ese punto de inflexión quizá no habría existido. El azar permitió que una amistad, una promesa y un premio se alinearan en el momento justo, cambiando para siempre la trayectoria de uno de los grandes cineastas del siglo XX.
El relato, sin embargo, no tiene un final luminoso. Pocos años después, Ramón Acín fue fusilado al inicio de la Guerra Civil junto a su esposa. Buñuel, ya en el exilio, nunca olvidó aquel gesto. Durante décadas ayudó económicamente a las hijas de su amigo y recordó siempre que una parte esencial de su obra nació gracias a él y a aquel premio de la Lotería de Navidad.
La historia ha sido recuperada y reinterpretada en el cine contemporáneo a través de Buñuel en el laberinto de las tortugas, que pone el foco en ese momento crucial y en la humanidad que hay detrás de la leyenda.