“La presencia de mujeres en el nuevo cine africano es cada vez más numerosa y potente”

“Se han formado y han soltado amarras respecto al patriarcado y la religión. El camino ha sido tan difícil que cuando lo han conseguido lo han hecho de forma muy brillante”, asevera la directora del único festival dedicado al cine africano en nuestro país

Es, desde hace 22 años, la directora del Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger (FCAT), pero, sobre todo, Mane Cisneros es el alma y referencia del más antiguo certamen dedicado en España al séptimo arte en el continente vecino, “una familia”, con un cada vez más exigente público. Fruto del  deseo de su fundadora de dar a conocer al público de nuestro país las complejas y diversas realidades del continente a raíz de su llegada hace un cuarto de siglo a Tarifa por motivos laborales, el FCAT es una realidad consolidada a pesar de las dificultades financieras de los últimos años y de la tradicional falta de interés por África al norte de Tarifa.

Concluido el festival -que concentra la mayor parte de la actividad en la localidad gaditana- hoy domingo, su directora asegura a Artículo14 quedarse este año con el público. “Con un porcentaje muy elevado de mujeres, es un público que ama este festival profundamente, que viaja hasta aquí para encerrarse en las salas de cine, y que reconoce que le ha cambiado la vida. Y nos lo agradecen”. “Quienes vienen a este festival saben que viene a aprender y a llevarse nuevas historias; a replantearse las lecturas históricas que existen sobre el continente africano y llevar a caso un necesario proceso de deconstrucción”, relata Cisneros.

Mo Harawe gana el Premio a Mejor Largometraje de la 22 edición del FCAT por The village next to paradise
Mo Harawe gana el Premio a Mejor Largometraje de la 22 edición del FCAT por The village next to paradise

Con todo, la fundadora del certamen celebrado a caballo entre Tarifa y Tánger del 23 al 31 de mayo reconoce que “queda mucho por hacer” porque sigue habiendo una parte importante de la sociedad española, incluidos asistentes al propio certamen, encorsetada en los viejos clichés sobre África. Una tarea desde luego inacabada y que sólo comenzará a cambiar tras años de conocimiento e interés profundo por lo que ocurre al sur de Tánger.

Presencia creciente de mujeres en el cine

Al respecto de la presencia de mujeres en el sector de cine, Cisneros no oculta su optimismo por la evolución registrada en los últimos años. “La presencia de la mujer en este festival es proporcional a la presencia en el cine africano”, explica a Artículo14. “Hasta hace relativamente poco su presencia en los cines de África se limitaba a estar delante de las cámaras como actrices pero no en la dirección, y esto ha empezado a cambiar”, asegura. A juicio de Cisneros, la clave del cambio se encuentra en “la democratización de la tecnología, el paso del analógico a digital, ha conllevado la entrada en masa de jóvenes y mujeres en el cine”. “Ese problema económico era uno de los techos de cristal para las mujeres a la hora de dirigir salvo contadas excepciones”, concluye.

La directora Denise Fernandes ha participado en la edición del FCAT 2025
La directora Denise Fernandes ha participado en la edición del FCAT 2025

En este sentido, la fundadora del Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger -durante tres lustros la única mujer directora de un certamen cinematográfico- explica cómo han entrado nuevas mujeres “con otra manera de contar el cine, sus inquietudes y otras lecturas de las realidades de sus países”. Y, añade, no necesariamente de sus países: “Hay cada vez una visión más global de África respecto de la que había en el pasado”, asevera.

En suma, “basta venir al festival para ver la presencia de las mujeres es tremenda, y son muy jóvenes y muy potentes, con gran frescura y calidad”. “Se han formado, han soltado amarras respecto al patriarcado y la religión. El camino ha sido tan difícil que cuando lo han conseguido lo han hecho de forma muy brillante”, asevera la directora del único festival dedicado al cine africano en nuestro país.

“Una sensibilidad diferente”

Al respecto de las diferencias en la mirada de las mujeres y los hombres que protagonizan el nuevo cine africano, Cisneros subraya la valentía de la nueva hornada de mujeres en el cine africano a la hora de trabajar y abordar lugares en conflicto y peligro. Y, por encima de todo, la fundadora del festival celebrado en la localidad gaditana destaca la sensibilidad hacia la vida cotidiana y su intimidad y los niños.

Como ejemplo, la directora del FCAT hace hincapié especial en la película documental Soudan, souviens-toi de la directora franco-marroquí Kim Meddeb. Una cita merecedora del premio del público de este año en el certamen hispano-marroquí.

la película documental Soudan, souviens-toi de la directora franco-marroquí Kim Meddeb
la película documental Soudan, souviens-toi de la directora franco-marroquí Kim Meddeb

Futuro como “puente entre las dos orillas”

Aunque, más de dos décadas después, la supervivencia del festival no está en peligro –acompañan a Cisneros un equipo lleno de pasión, la “tribu”–, su directora lamenta la escasez de medios económicos con la que la organización lleva lidiando en los últimos años –vinculada a la caída de la ayuda procedente de la Agencia de Cooperación Española (AECID)–, una “vergüenza” que “dice mucho del interés de este país por África”. Ello ha tenido repercusión directa en otras actividades formativas vinculadas a la cinematografía que la organización del certamen hacía en los propios países africano, hoy extinguidas.

Respecto a la continuidad del certamen en la ciudad de Tánger, esta enamorada de Burkina Faso y Mali admite que “el pie en el continente africano” tiene más de “simbolismo” que de entusiasmo por este cine africano, y ello se explica en parte, según Cisneros, por “la complejidad” de la mítica ciudad internacional y “lo delicado de la relación de la sociedad marroquí y el África subsahariana”.

Finalmente, Cisneros confía que en los próximos años el FCAT siendo “un puente entre las dos orillas del Estrecho” y “llegar donde la política no llega”. De manera particular, su fundadora y alma espera concentrar gran parte de su energía en las próximas ediciones del certamen de cine africano a recuperar las actividades de participación ciudadana, “a los colegios, a las amas de casa, a los colectivos, a las residencias de ancianos, al territorio, a la gente de aquí, para que se sienta orgullosa”. “Somos y seguiremos siendo un patio de mujeres”, confiesa la directora del certamen a Artículo14.

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