La historia de Oksana Chusovitina con el olimpismo comenzó en Barcelona 1992. Desde entonces pasó por Atlanta 1996, Sídney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020. Tan sólo falló el pasado año en París, donde, a sus 49 años, una fortuita lesión en los clasificatorios le privó de acudir a unos Juegos Olímpicos por novena vez en su carrera.
La campeona olímpica continúa con la ambición intacta y ha reconocido que va a hacer todo lo posible para volver a unos Juegos Olímpicos. Los próximos se disputarán en Los Ángeles en 2028, donde la gimnasta acabará de cumplir los 53 años. Visto así parece una osadía, pero para Chuso, como es conocida, no existen imposibles.
De vuelta a la competición
Oksana Chusovitina ganó su primera medalla internacional con tan sólo 15 años. Hoy, 35 años después, ha confirmado su presencia en la Copa del mundo en Cottbus que tendrá lugar del 20 al 23 de este mismo mes. Esta será la primera competición en la que veamos a Oksana tras lesionarse buscando la clasificación para París 2024 el pasado mes de mayo.
“Me encanta la gimnasia y competir en igualdad de condiciones con atletas más jóvenes me da energía. Mi objetivo principal es competir en los Juegos Asiáticos de 2026, pero, si me siento en buena forma, me encantaría probar suerte en los Juegos Olímpicos de 2028″. La gimnasta es muy consciente de que todo pasa por su estado físico, pero que su pasión y afán por este deporte son su mayor motivación.
“Quiero demostrar que la gimnasia no tiene edad. ¿Por qué hay que retirarse por haber cumplido los 30 años?”, declaraba Oksana el pasado año. La uzbeka ya ha demostrado, con creces, que no sólo las jóvenes pueden seguir siendo competitivas en el mundo de la gimnasia, pero quiere ir más allá. Quiere ser la única gimnasta de la historia en participar en nueve Juegos Olímpicos.
Ha competido bajo cuatro banderas
Oksana Chusovitina debutó en el mundo de la gimnasia bajo la bandera de la Unión Soviética. Más tarde, con la irrupción de la guerra de los Balcanes, la gimnasta compitió bajo la bandera del Equipo Unificado (denominación que uso el COI para los equipos de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética). Su mayor logro fue entonces, cuando consiguió el oro olímpico por equipos. Tras esto, Chuso compitió bajó la bandera del país donde nació, Uzbekistán, pero, años después, la enfermedad de su hijo le cambió la vida.
Porque la edad no es lo único que hace excepcional a Oksana Chusovitina en el mundo de la gimnasia, también es madre. Fue en 1999 cuando nació su hijo Alisher, al que le detectaron un cáncer apenas 3 años después. Por su tratamiento, Chuso y su marido se mudaron a Alemania y en ese impasse de tiempo se nacionalizó. Estuvo un tiempo alejada del deporte que tanto ama, pero, para poder sufragar los gastos médicos, volvió y lo hizo a lo grande. En 2008, bajo esta bandera, consiguió su segundo metal olímpico. Esta vez en forma de medalla de plata en salto. Continuó compitiendo bajo la bandera alemana hasta Londres 2012, pasados esos Juegos volvió a defender a su país natal, Uzbekistán.
Hoy en día Alisher está totalmente recuperado y tiene 26 años, o lo que es lo mismo, es mayor que la mayoría de las competidoras contra las que se enfrenta su madre.
Una carrera de leyenda que esconde un secreto
En su excelso palmarés también cuenta con dos títulos mundiales individuales. El primero conseguido en suelo en 1991 y el segundo logrado en su especialidad en 2003, salto.
Oksana Chusovitina afirma que no existe ningún secreto para tener una carrera tan larga en el mundo de la gimnasia, pero sí que revela qué elemento le ayuda a recuperarse y mantenerse en forma, la sauna. La uzbeka visita la sauna prácticamente todos los días y según sus palabras es un proceso clave en su recuperación y bienestar.