El portero Hossein Hosseini ha sido sancionado por la federación de Irán con un partido y 4.300 euros de multa por una “actitud poco profesional” y “mal comportamiento hacia los agentes de seguridad del partido”. Lo sucedido el pasado 12 de abril fue que el internacional de 31 años, portero del Esteghlal de Teherán, se interpuso entre los agentes de seguridad del estadio donde se había celebrado el encuentro ante el Aluminium Arak y una aficionada que había saltado al campo con el hiyab caído. En Irán, el contacto físico entre hombres y mujeres que no sean familia está prohibido.
En las imágenes captadas por las televisiones locales, se aprecia como hay un breve momento en el que Hosseini abraza a la mujer, que había saltado al campo para pedirle la camiseta al jugador, ante la presencia de numerosos agentes que trataban de detener a la aficionada y devolverla a la grada. Entonces, se desata una discusión que termina con el jugador marchándose a los vestuarios escoltado por sus compañeros y varios agentes de seguridad mientras es abucheado por la afición, mayoritariamente masculina.
“Pagaré este dinero sin problema por esa aficionada”, recalcó Hosseini a varios periodistas locales tras el incidente, según recoge EFE. Estas palabras también han servido a la federación como argumento para la sanción. Según el artículo 71 del código disciplinario iraní, se establece un partido de sanción a los jugadores que “insulten a los oficiales de la competición” en entrevistas, artículos u otros medios.
El portero iraní Hossein Hosseini durante el partido del Mundial de Qatar 2022 entre Inglaterra e Irán en el Estadio Internacional Khalifa en Doha, el 21 de noviembre de 2022.
Mujeres, parias en los estadios
Las mujeres iraníes estuvieron expulsadas de los campos de fútbol durante 40 años, desde la Revolución Islámica, en 1979. Tan solo podían acudir a los partidos con una invitación especial y situándose en zonas especiales. Esto fue así hasta que, en 2019, un suceso sacudió el país. Sahar Jodayari, una joven aficionada de 29 años, se inmoló quemándose viva al saber que podía entrar a la cárcel por haberse disfrazado de hombre para ir a ver un partido de fútbol. La muerte de Jodayari, que fue apodada como “la chica azul”, desató una oleada de protestas en el país y críticas por parte de organismos internaciones del fútbol como la FIFA. “Queremos presionar desde el respeto, pero con fuerza”, aseguró el presidente Gianni Infantino.
En octubre de ese año, por primera vez en 40 años, las mujeres pudieron comprar entradas para un partido de fútbol. Unas 4.700 aficionadas presenciaron el encuentro de clasificación para el Mundial 2022 ante Camboya. Irán arrasó en aquel encuentro (14-0) y acabó sellando la clasificación para Qatar. Esta es la primera temporada en la que las mujeres pueden acudir a los estadios en los partidos de la liga local, aunque deben situarse en gradas distintas a los hombres. Aunque esta situación no es ni mucho menos definitiva.
Este martes, la liga de fútbol iraní prohibió la presencia de las mujeres en el estadio Yadegar Imam de la ciudad de Tabriz. “De acuerdo con los problemas de comodidad observados respecto a las mujeres y la falta de garantía de la seguridad de las respetadas damas en los caminos circundantes al estadio, no se puede recibir a las respetadas damas hasta que se eliminen los defectos”, comunicó la organización, según informa la agencia ISNA.
Un portero ante el régimen
Precisamente en Qatar, Irán fue una de las selecciones protagonistas por la actitud de sus jugadores. En mitad de una ola de protestas en el país por la muerte de la joven Mahsa Amini, detenida en Teherán por supuestamente llevar mal puesto el velo. Durante el primer partido del Mundial, ante Inglaterra, los jugadores se negaron a cantar el himno y esto provocó la ira de los dirigentes iraníes. Según informó en su momento la CNN, Irán amenazó con “el encarcelamiento o la tortura” de familiares de los jugadores de la selección si estos “no se comportan debidamente”. En el segundo encuentro, ante Gales, los jugadores si cantaron el himno.
Uno de los integrantes de aquella plantilla fue precisamente Hossein Hosseini, quién jugó los dos primeros partidos de la fase de grupos. El portero fue uno de los primeros en posicionarse en contra del régimen de su país respecto al trato con las mujeres a raíz del caso de la muerte de Amini. “Querría enviar mis condolencias a las familias que han perdido a sus seres queridos en los últimos acontecimientos y querría que sepan que estamos a su lado”, indicó en una rueda de prensa dos días antes del debut en el Mundial.