Hostelero de cuarta generación, y maño de pura cepa, José Luis Yzuel (1961 – 2025) se dedicó en cuerpo y el alma a la representación del sector de la hostelería. José Luis no hablaba de defensa sectorial, porque este, para él, no era un sector al que hubiese que defender, sino del que sentirse orgulloso. De hecho, él lo rebautizó como “la industria de la felicidad”, a la que él tan bien representaba, porque repartía felicidad por donde iba.
José Luis también se refirió siempre a este sector como una actividad de personas para personas, en la que sólo consiguiendo la realización y la profesionalidad de los primeros se puede conseguir la satisfacción de los segundos. Y es que para José Luis el lado humano era prioritario. Humilde, generoso y cercano, era de esas personas que sonreía con los ojos y con el alma. Siempre dispuesto a escuchar a todos, e incansable a la hora de abordar proyectos que redundasen en el bien del sector.
Defensor de la Igualdad
Compartí con él sus dos legislaturas en el Comité Ejecutivo de Hostelería de España y he sido testigo de primera mano de su incansable trabajo en los peores momentos del COVID, donde demostró su incuestionable liderazgo. Un liderazgo que ha ejercido desde la cercanía, la unidad y el diálogo, tanto con las asociaciones, como con las organizaciones afines y las Administraciones.
Un firme defensor de la igualdad y el importante papel de la mujer en la hostelería, que suponen casi el 55% del total de las personas trabajadoras. Se esforzó por dar una mayor visibilidad a las mujeres y lo hizo desde los propios órganos de gobierno de Hostelería de España, buscando nuestra visión y una imagen del sector en el que la mujer adquiriese un protagonismo creciente.
Asociacionismo
Siempre comprometido se implicó en el asociacionismo desde hace muchos años, primero en Zaragoza y todo Aragón, para más tarde dar el salto a nivel nacional, donde su carisma, buen hacer y profesionalidad calaron en todo. Su vocación hostelera nunca le abandonó y lo supo transmitir a su equipo, a los que siempre les decía que había que atender a todo el mundo con la mejor de las sonrisas y amabilidad.
Hombre de grandes aficiones, había una que destacaba por encima de todas, la música, con la que siempre nos deleitaba. Y su amor por la hostelería lo compartía con su familia, y especialmente con su mujer, Ana, y su hijo, Lorenzo.
Pérdida
La hostelería hoy vende un poco menos de felicidad porque ha perdido a uno de sus grandes referentes y embajadores, pero sin lugar a dudas deja una huella imborrable. José Luis, en nombre de esta gran familia de la hostelería muchas gracias por todo lo que nos has dado y descansa en paz.
Cristina Sellés, presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta y vocal del Comité Ejecutivo de Hostelería de España.