La verdad detrás de las grandes ofertas de Black Friday: ¿realmente ahorras?

Descubre la verdad sobre las ofertas de Black Friday: mitos, estrategias ocultas y cómo saber si realmente estás ahorrando

Trucos del Black Friday 2025 - Sociedad
Una imagen simbólica que recrea a una joven satisfecha con sus compras en Black Friday.
Artículo14/ Krea

Cada año, cuando se acercan las ofertas de Black Friday, las grandes plataformas despliegan un arsenal publicitario diseñado para que el consumidor crea que está ante descuentos irrepetibles. Esta jornada ha dejado de ser un simple día de rebajas importado desde Estados Unidos para convertirse en una maquinaria global de consumo. Una ceremonia que mezcla urgencia, psicología y una narrativa que promete oportunidades únicas. Sin embargo, cuando analizamos qué hay detrás de estas ofertas, la pregunta es inevitable: ¿realmente se ahorra tanto como nos venden?

El precio antes del precio

Uno de los fenómenos más estudiados de esta jornada de descuentos es la alteración del precio original. En muchos productos, las ofertas de Black Friday se construyen a partir de un “precio previo” inflado. Una cifra que no coincide con el precio real del mercado durante el resto del año.

Esa práctica, que no es ilegal si el comercio puede demostrar que el precio inflado fue real aunque fuera durante un periodo breve, genera la ilusión de un descuento espectacular. Al consumidor le muestran un ahorro del 30%, del 50% o incluso del 70%. Pero ese porcentaje pierde valor si el punto de partida nunca fue el habitual.

La verdad detrás de las grandes ofertas de Black Friday: ¿realmente ahorras?
Fotografía de un escaparate de Mango con descuentos de Black Friday.
EFE

Esta manipulación del “ancla de precio” explica por qué tantas ofertas de Black Friday parecen irresistibles. El cerebro compara lo que cuesta ahora con un valor que ya está diseñado para generar impacto, no con lo que realmente valía el producto hace treinta días.

Mitos, verdades y el espejismo del gran descuento

Otro de los grandes mitos del Black Friday es que todo baja de precio. No es cierto. Las ofertas suelen centrarse en un puñado de productos estrella, aquellos que aparecen en banners, anuncios, newsletters y vídeos promocionales. Es el efecto “gancho”: un descuento muy llamativo que atrae tráfico masivo a la tienda. Pero, en paralelo, cientos de productos complementarios se mantienen al mismo precio e incluso aumentan ligeramente su coste.

Esto se ve especialmente en sectores como la electrónica. Un móvil puede rebajar su precio unos euros el día clave. Pero los accesorios —fundas, cargadores, cristales templados— mantienen precios intactos. El resultado es un balance que muchas veces favorece más al comercio que al cliente, a pesar del impacto mediático de las ofertas de Black Friday.

También es falso que este periodo sea siempre el momento con mejores precios del año. En muchas categorías —ropa, hogar, decoración o tecnología de temporadas anteriores— es habitual encontrar descuentos más agresivos en enero o durante el cambio de colección. El marketing del Black Friday funciona porque su relato es contundente: “hoy o nunca”. Pero la realidad del mercado demuestra otra cosa.

La psicología de la urgencia

Las técnicas de venta durante el Black Friday están diseñadas para generar prisa. Temporizadores, mensajes de “últimas unidades”, colores rojos, carteles que avisan de que la oferta expira en minutos.

La verdad detrás de las grandes ofertas de Black Friday: ¿realmente ahorras?
Una imagen conceptual de las compras online durante el Black Friday 2025
Artículo 14

Todo forma parte de una estrategia basada en sesgos cognitivos muy estudiados: el miedo a perder una oportunidad, la falsa sensación de escasez y la idea de que los demás están comprando más rápido que tú.

La clave es que las ofertas de Black Friday no necesitan ser las mejores del año para impulsar una decisión impulsiva. Basta con que lo parezcan.

¿Cuándo sí se ahorra con el Black Friday?

No todo es engaño. También es cierto que hay categorías en las que sí se pueden encontrar descuentos significativos. Especialmente en productos de ciclo corto: dispositivos del año anterior, modelos descatalogados, televisores con versiones nuevas a punto de salir o electrodomésticos cuya demanda baja fuera de temporada.

En estos casos, las ofertas de Black Friday pueden representar un ahorro real, siempre que el consumidor haga una comparación consciente del precio histórico. El problema surge cuando la compra se basa exclusivamente en el reclamo del descuento, sin verificar si la rebaja es auténtica o si el producto estaba al mismo precio hace una semana.

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