MODA

Mascaró pisa fuerte con liderazgo femenino y expansión global

Su presidenta, Lina Mascaró, es la tercera generación de esta compañía de calzado fundada en 1918; Beatriz Fernández, acaba de ser nombrada directora general

Lina Mascaró y Beatriz Fernández

La empresa española de calzado nombra a una directora general, que se suma a la presidenta Lina Mascaró. Con este movimiento, la firma refuerza su compromiso con el liderazgo femenino, en plena expansión internacional.

Dos mujeres al frente de la compañía española de calzado Mascaró. Su presidenta, Lina Mascaró, es la tercera generación del fundador y preside la empresa desde 2014 y Beatriz Fernández, que acaba de ser nombrada directora general. La directiva pasa de estar al frente del área de retail a gestionar todas las marcas del grupo: Mascaró, Pretty Ballerinas y Muroexe.

Un sello femenino para una marca que viste los pies de miles de mujeres desde hace más de cien años. Y que tiene su epicentro en Menorca, en su fábrica de Ferreries, donde también se encuentra su sede central y donde todo nació en 1918, cuando Pedro Mascaró arrancó un pequeño negocio de zapatillas de ballet artesanales.

Pretty Ballerinas

Ese delicado calzado destinado a bailar se transformaría, en la siguiente generación, con su hijo Jaime, en un negocio de zapatos para caminar por la calle. Las bailarinas dieron el salto del escenario al asfalto y se convirtieron en el motor principal de la marca con Pretty Ballerinas. Desde hace once años, la nieta de aquel visionario lleva las riendas de la compañía con una perspectiva moderna y con visión internacional.

Es difícil que una misma compañía se mantenga viva durante tanto tiempo. Y Mascaró lo ha conseguido con una perspectiva internacional, más de 300 trabajadores y 62 tiendas distribuidas por todo el mundo. No ha sido fácil. El Covid ha sido una prueba definitiva para muchas empresas y también para Mascaró, que ha conseguido aguantar el tirón en momentos de crisis y ahora retoma su expansión internacional muy centrada en potenciar el negocio de complementos.

Para ello, realizaron un fichaje estrella: Salus Álvarez, con una trayectoria envidiable como creativo en firmas de lujo como Prada o Furla. El plan de la empresa a cinco años es potenciar la línea de bolsos y que represente un tercio de su facturación en los principales puntos de venta.

Pretty Ballerinas

La estrategia de Mascaró es apostar por la apertura de tiendas propias pero también combinado con ventas realizadas con socios locales. Por ejemplo, para entrar en los Estados Unidos, la compañía se ha aliado este año con los grandes almacenes Nordstrom, con el que poder abrir su mercado norteamericano. También apuesta por la venta online lo que eleva su presencia en 86 países en total.

Un intenso plan de expansión, también en Oriente Próximo, tras haber abierto en Dubai Mall y Dubai Hills, además de su regreso a Latinoamérica con Perú, a través de un socio local y Australia.

Los colores de la marca Pretty Ballerinas también han variado. “Todo tiene que cambiar para que nada cambie”, decía Gatopardo. El rosa y el negro de antaño se han transformado con una nueva imagen donde prevalecen el rosa y el blanco, con dos tiendas estrella: una en Madrid, en la calle Ayala y en Barcelona, en el Paseo de Gracia. El objetivo es un aumento de las ventas globales de entre el 5% y el 6% en 2025.

Pretty Ballerinas

Hemos visto sus zapatos en los pies reales de la Princesa Leonor, también los ha calzado su madre, la reina Letizia o a su hermana, la infanta Sofía. Antes que ellas, la top model Claudia Schiffer puso la firma en el mapa mundial de la moda cuando apareció en público con una de sus emblemáticas bailarinas.

Pero el glamour actual que desprende la marca no se corresponde con los duros inicios de Mascaró. Su fundador trabajaba de electricista por las mañanas y por las tardes fabricaba las zapatillas de danza. Con 20 años, viajó a Barcelona para mostrar el calzado artesanal que realizaba en la isla. En los años 70, sus hijos ampliaron las hormas, los tacones y los botines. Y la tercera generación, quizás la más preparada, con Úrsula y Lina a los mandos, fueron las que consiguieron que celebridades como Olivia Palermo se convirtiera en imagen internacional y que Mascaró fuera conocida en todo el mundo. Las mujeres de la familia han consagrado la marca.