Andalucía

El inesperado carpetazo judicial al caso de las mamografías borradas en Andalucía

Explicamos por qué falló el sistema, qué dice la investigación y cómo se cierra el caso del presunto borrado de mamografías

La presidenta de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla (Amama), Ángela Claverol.
EFE

La decisión de la Fiscalía de Sevilla de archivar la denuncia por el supuesto borrado de mamografías en el Servicio Andaluz de Salud ha dado un giro inesperado a un caso que había generado inquietud entre pacientes y asociaciones. Tras semanas de tensión y acusaciones sobre posibles desapariciones de pruebas diagnósticas, el Ministerio Público concluye que no hubo delito alguno. El borrado, según el fiscal, nunca se produjo y todo se debió a un colapso del sistema informático por exceso de solicitudes.

No hubo borrado de mamografías, sino saturación del sistema

El informe fiscal es contundente. El supuesto borrado de mamografías no responde a una manipulación humana ni a una acción deliberada. La caída de los servidores, explica el escrito, se originó por una “avalancha de peticiones” de visionado dentro del módulo de acceso ciudadano. El sistema, incapaz de soportar el volumen, dejó de funcionar con normalidad. La Fiscalía insiste en que, en estas condiciones, es comprensible que algunas pacientes interpretaran el fallo como un borrado de mamografías, cuando en realidad se trataba de un bloqueo técnico puntual.

El inesperado carpetazo judicial al caso de las mamografías borradas en Andalucía

Todo comenzó cuando Amama, la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla, denunció ante Fiscalía un presunto borrado de mamografías y otras pruebas en plataformas como Clic Salud o Diraya. La entidad alertó de posibles delitos relacionados con la custodia de documentos sanitarios y con la intimidad de las afectadas. Posteriormente, el Defensor del Paciente se sumó a la denuncia, asegurando que podría haberse destruido información confidencial. Pero la Fiscalía, tras revisar la documentación, señaló que no existían indicios sólidos de un borrado realizado de manera intencional.

Los datos clínicos permanecen íntegros y verificables

Uno de los argumentos clave del archivo es la integridad del historial médico. Según el fiscal, los registros de las denunciantes permanecen completos, coincidentes y sin alteraciones. No hay indicios de manipulación de nomenclaturas ni trazas de un borrado de mamografías en las plataformas del SAS. La Fiscalía recalca que no existe constancia documental que avale una eliminación voluntaria o un error humano que violara los protocolos clínicos. El caso, por tanto, se cierra por falta de pruebas y por la evidencia de que el problema fue técnico.

El temor al borrado de mamografías surgió semanas atrás, cuando pacientes comunicaron a Amama la desaparición temporal de pruebas o cambios en sus etiquetas dentro del sistema. La asociación interpretó estos fallos como una posible obstrucción a la justicia o una mala praxis en la gestión de historiales. El consejero de Sanidad, Antonio Sanz, negó desde el principio cualquier borrado de mamografías, defendiendo la solidez de los sistemas clínicos. Con el archivo, la versión de la Junta queda respaldada por la Fiscalía.

El inesperado carpetazo judicial al caso de las mamografías borradas en Andalucía

El carpetazo judicial al supuesto borrado de mamografías cierra la vía penal. Pero no borra la inquietud generada entre las mujeres afectadas por el fallo informático. La caída de los servidores del SAS ha evidenciado la fragilidad de algunos módulos digitales y la necesidad de garantizar la estabilidad de herramientas esenciales para el seguimiento del cáncer de mama. Aunque la Fiscalía sostiene que no hubo borrado de mamografías, el episodio deja una pregunta abierta: cómo evitar que un colapso técnico vuelva a generar una alarma similar.

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