Castilla y León guarda entre sus piedras y monumentos más importantes el legado del siglo XIII, un tiempo de expansión urbana, mucha importancia religioso y afán de construcción que encontró en la arquitectura gótica su máxima expresión. Un itinerario artístico y espiritual conecta hoy tres joyas patrimoniales cuya herencia gótica ha perdurado durante siglos: Burgos, León y Palencia.
Burgos: el corazón gótico de Castilla
El recorrido comienza en Burgos, donde el arte gótico encontró una de sus manifestaciones más extraordinarias. La Catedral de Santa María, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, se alza como cúspide insuperable del estilo, con sus torres caladas apuntando al cielo y su impresionante rosetón custodiando la entrada principal. Iniciada en 1221, fue una de las primeras grandes obras góticas de la península y su influencia marcó el desarrollo posterior del arte sacro castellano.

Pero la riqueza artística burgalesa no se limita a su catedral. El casco antiguo tiene gran variedad de de templos y edificios que reflejan la pujanza de la ciudad en aquellos siglos: San Esteban, San Gil, San Nicolás de Bari o La Merced componen una trama monumental que destacada el fervor constructivo de la época. La Casa del Cordón, magnífico ejemplo de arquitectura civil del siglo XV, completa un entorno urbano que, en unos pocos metros, resume el esplendor de la Baja Edad Media en Castilla.
León: el esplendor del gótico francés en suelo hispano
La catedral de León, conocida como Pulchra Leonina, representa como pocas el modelo francés en suelo español. Su estilo gótico rayonnant se reconoce por la amplitud de sus vidrieras, que sustituyen buena parte de los muros y convierten la luz en un elemento central del espacio. La obra comenzó en torno a 1205 y se consolidó a mediados de siglo bajo el impulso del obispo Martín Fernández y con la colaboración de maestros como Enrique y Juan Pérez. Aunque su estructura tuvo que ser reforzada en siglos posteriores, conserva el diseño original y la esencia del gótico más puro.
Palencia: la gran desconocida
La Catedral de Palencia, conocida como la “Bella Desconocida”, es la tercera más grande de España y un ejemplo clave del gótico en la región, aunque también integra elementos renacentistas y barrocos. Construida sobre una cripta visigoda, su interior alberga un amplio conjunto artístico. Pero la huella del gótico se extiende por toda la provincia, especialmente en la comarca de Tierra de Campos. En localidades como Carrión de los Condes, Frómista, Támara o Becerril de Campos, se conservan iglesias y edificios que muestran la evolución del estilo desde el siglo XIII hasta el XV.

Una ruta entre la fe, la piedra y la historia
Este itinerario no solo recorre algunos de los templos más importantes de la arquitectura religiosa medieval en España, sino que conecta ciudades clave del desarrollo cultural y artístico de Castilla y León en plena Edad Media. Y es que la expansión del gótico en Castilla y León fue posible gracias al empuje conjunto de la monarquía, los obispados y las órdenes religiosas, en un tiempo en que construir era también una muestra de poder, belleza, memoria y trascendencia. Es por ese afán por el que hoy, recorrer este itinerario es redescubrir esa historia en cada paso que se da en este viaje entre Burgos, León y Palencia.