En pleno corazón de la comarca del Urgell, en la provincia de Lleida, se encuentra Guimerà, un encantador pueblo medieval que ha sabido conservar su esencia a lo largo de los siglos. Situado sobre una colina y abrazado por la ribera del río Corb, este pequeño núcleo urbano es uno de los destinos más sorprendentes y mejor preservados de Cataluña, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido.
Un viaje a la Edad Media
Recorrer las callejuelas de Guimerà es como adentrarse en un escenario histórico. Sus estrechos callejones empedrados, casas de piedra y pasajes elevados reflejan fielmente la arquitectura medieval. Pasear por sus empinadas cuestas es revivir el trazado original del pueblo, que fue creciendo en espiral alrededor del castillo y la iglesia. Las fachadas, cubiertas de hiedra y flores, muestran la armonía entre historia y naturaleza.
Este conjunto urbano, declarado Bien Cultural de Interés Nacional, ha sabido proteger su patrimonio sin renunciar a la vida contemporánea. Las viviendas, muchas restauradas, conviven con pequeños talleres, casas rurales y bodegas, dando vida a un entorno que, sin dejar de ser auténtico, se abre al turismo respetuoso y cultural.

El misterio del retablo escondido
Uno de los grandes tesoros de Guimerà se encuentra en el interior de su iglesia parroquial de Santa Maria, un edificio gótico que domina la parte alta del pueblo. A primera vista, el visitante se encuentra con una imponente estructura religiosa de piedra que guarda, tras sus muros, una sorpresa: el famoso “Retablo de Guimerà”, atribuido al pintor Ramón de Mur y fechado entre 1402 y 1412.
Sin embargo, lo que muchos no saben es que la obra que se puede ver en la iglesia no es el original. El verdadero retablo se conserva en el Museo Episcopal de Vic, a resguardo para su preservación. Lo que se expone en Guimerà es una réplica exacta, que permite a los visitantes apreciar la grandeza de esta obra de arte sin comprometer su integridad.
@viajeros_curiosones Pueblo medieval con encanto 🌺 Pasear por sus calles empedradas y su bien casco histórico, te transportará a la época medieval 🫶🏻 🏛️ Se trata de una población con una construcción escalonada sobre una colina, que le ha dado el nombre del nueve de copas, ya que la vista desde el río es de casas amontonadas. 👀 Aún se puede ver parte de la muralla y restos del antiguo castillo de Guimerà, construido en el siglo XI durante la reconquista, y del que se conserva la Torre de Guaita. 🫒 En cuanto a su gastronomía destaca su vino D.O. de origen Costers del Segre y el aceite D.O. de Les Garrigues. También su embutido y su pan de payés. #lleida #guimerà #catalunya #pueblosconencanto #lurgell
Castillo, miradores y alma medieval
La parte alta del pueblo está coronada por los restos de un castillo del siglo XI, desde donde se obtienen unas vistas espectaculares del valle del río Corb. Aunque del castillo apenas quedan sus murallas y una torre reconstruida, su presencia es un recordatorio del papel estratégico que jugó Guimerà en la defensa del territorio durante la Edad Media.
Desde lo alto, se pueden contemplar los tejados rojizos de las casas, el trazado irregular de las calles y la belleza natural que rodea al municipio. En primavera y otoño, el paisaje se cubre de tonos verdes y ocres que potencian aún más el encanto de este rincón oculto.

Tradición, cultura y autenticidad
Guimerà es también un lugar donde las tradiciones siguen vivas. Su mercado medieval, celebrado cada mes de agosto, transforma el pueblo en un hervidero de actividades: artesanía, música antigua, danzas tradicionales y gastronomía local. Además, el municipio cuenta con un Museo de Guimerà, donde se recorre su historia y evolución.
En este enclave todavía es posible encontrar hornos de pan tradicionales, productores de aceite de oliva virgen extra, y vinos de la Denominación de Origen Costers del Segre. Todo en Guimerà está pensado para invitar al viajero a disfrutar sin prisas, conectar con el pasado y dejarse llevar por el silencio de sus piedras centenarias.

A un paso de Lleida, pero lejos del ruido
Situado a tan solo 50 minutos en coche de Lleida, Guimerà es perfecto para una escapada de fin de semana o una visita de un día. Lejos de las rutas turísticas masificadas, este pueblo se presenta como una joya secreta, ideal para los amantes de la historia, la arquitectura y el turismo slow.
Guimerà no solo es uno de los pueblos más bonitos de Cataluña. Es también un refugio de paz, un rincón donde se respira autenticidad, y donde cada piedra cuenta una historia que merece ser descubierta.