En pleno corazón de Barcelona, a escasos pasos de la Plaça Catalunya, se esconde un curioso recuerdo del pasado financiero de la ciudad que hoy forma parte de una de las tiendas de ropa más grandes del mundo. Nos referimos a una auténtica cámara acorazada de principios del siglo XX que aún conserva sus elementos originales y que, sorprendentemente, puede visitarse de forma totalmente gratuita.
Este singular espacio se encuentra en el número 3 del Passeig de Gràcia, una de las avenidas más emblemáticas y elegantes de la capital catalana. El edificio fue durante décadas la sede del Banco Central de Barcelona, una institución bancaria que operó desde este punto estratégico de la ciudad durante más de 80 años. Su pasado como entidad financiera todavía es visible en sus entrañas, aunque la superficie haya cambiado radicalmente de función.

Un nuevo uso de un espacio histórico
Hoy, el histórico inmueble alberga la flagship store de Stradivarius, la más grande de la marca en todo el mundo. Con más de 2.000 metros cuadrados distribuidos en varias plantas, esta macrotienda del grupo Inditex no solo destaca por su tamaño, sino también por la historia que guarda en su planta inferior. Al descender al sótano, donde actualmente se ubican los probadores y zonas de atención al cliente, los compradores se topan con una auténtica joya arquitectónica y patrimonial: la antigua cámara acorazada del banco.
El espacio, que conserva intactas sus gruesas puertas de acero, cerraduras de época y parte del mobiliario original, se ha integrado de forma ingeniosa en el diseño de la tienda. A pesar de su nueva función como punto de recogida de pedidos online, devoluciones y sede del Fragrance Lab, la cámara mantiene su esencia original como un rincón cargado de historia.
Y se puede visitar…
No es necesario comprar nada ni hacer reserva para acceder a ella. Basta con entrar en la tienda y bajar al nivel inferior para descubrir este curioso rincón que, a pesar de su relevancia histórica, sigue siendo un gran desconocido para muchos barceloneses y turistas.
El diseño general del establecimiento rinde homenaje a los años 20, época en la que se construyó la cámara. Se han conservado elementos originales como suelos hidráulicos, molduras, techos artesonados y otros detalles arquitectónicos que evocan el esplendor de una Barcelona burguesa y financiera que ya no existe.
Cabe destacar que este espacio, antes de convertirse en tienda de moda, también fue sede de Adidas en Barcelona, una de las tiendas más importantes de la marca alemana en España, dando muestra de la importancia de este punto neurálgico en la ciudad a lo largo de las décadas. Para los que les interese la historia de la ciudad o simplemente les apetezca descubrir un rincón único y diferente en el centro de Barcelona, esta cámara acorazada de 1919 es una visita obligada. Y lo mejor, gratis.
Más cámaras acorazas en Barcelona
Como si fuera un tipo de turismo en sí mismo, las cajas fuertes del Stradivarius no son las únicas que se pueden ver en Barcelona. Y es que en el Museo de la Cera de Barcelona hay otras que también se pueden ver. El equipamiento del pasaje del Comerç fue sede de diferentes bancos, y todavía hoy, si se visita el museo, se pueden ver al final del recorrido las antiguas cajas de alquiler, similares a estas del Stradivarius. Aunque eso sí, con una escenografía, pues son usadas para la zona del museo que rinde homenaje a La Casa de papel.