Daryl Hannah abandonó hace muchos años el estereotipo de la “frugal mudita curvilínea”, en modo sirenita 1, 2, 3. Splash, que en su día inmortalizó en el celuloide. En contraposición, la actriz se ha significado en los últimos tiempos como una reputada activista en la lucha por los derechos del planeta, que llena los titulares de periódicos de renombre. Su último alegato hace unos meses fue plantarle cara a Donald Trump en los Oscar 2025: “¡Gloria a Ucrania!”, gritó en pleno salón de ceremonias.
Con esta contundente personalidad que le acompaña, no es de extrañar, que el día que le cambio la vida a Antonio Banderas, en el rodaje de Two Much, “dudara” en quién ocuparía su vida entre el elenco de actrices que conformaban el film americano. Entre bromas y gracejos, así nos lo contaba ella misma, hace unos años cuando, en el verano del 2012, acudió a Marbella a recoger el Premio Humanitario Starlite 2012 por su labor de preservación del Medio Ambiente y se alojó esos días en La Gaviota, la casa de Antonio y Melanie por aquel entonces.
El trío causó muchas expectaciones. Casi 17 años después del rodaje que unió a los tres se produjo la instantánea más codiciada, en la que Banderas parafraseaba: «Two Much fue la película que cambió mi vida. Siempre estaré agradecido a Trueba por habernos unido y es maravilloso estar de nuevo aquí juntos los tres». Justo ese verano, en el que volvió a aparecer Daryl en sus vidas, sonaban “campanas de divorcio”, entre Melanie y Antonio, tras aparecer unas imágenes del actor en compañía de otra mujer. A pesar de los desmentidos, nadie lo creyó, porque hacía demasiado tiempo que la pareja no posaba unida y eso sólo incrementó el morbo por saber si la ruptura era total.

La aparición de Daryl en escena fue como un bálsamo para Melanie, que consiguió que por unos días callaran esas bocas o por lo menos hicieron oídos sordos a esos titulares proclamando el amor con otra y su historia firme, que parecía lo suficientemente sólida como para que unos bailes o unas fotos pudieran derrumbarla. Así que esos días de Daryl en Marbella, acompañada con una amiga, amainaron los huracanes de las infidelidades de la pareja. En su día, cuando Antonio llegó al rodaje a EEUU, también algunos medios, publicaron que Daryl Hanna había sido la actriz con la que “roneaba” el actor, “la bella sirena que le hizo dudar”, aunque después se decantara por la magnífica Melanie Griffit. Con el tiempo de por medio, Daryl sonreía cuando le preguntábamos, mientras chapoteaba en la piscina, y solo repetía entre carcajadas nuestra frase “Ay, ay el día que dudó Antonio. Qué cosas”.
El destino está marcado
Daryl es consciente de que los destinos de cada uno están acuñados desde el primigenio. Y el de Antonio Banderas no podía ser menos. Fue en 1995 cuando el director de cine Fernando Trueba cambió lo que iba ser su futuro al juntarles en el rodaje de la película Two Much con Melanie Griffith, que acabaría siendo su esposa. La amistad entre ellos se perpetuó en la historia de los tiempos, tanto es así que cuando la intérprete vino a Marbella durante su estancia, se alojó en la casa de Antonio Banderas.
Pero como buena amante de la naturaleza y de espacios libres, la actriz quiso darse un baño en la playa del Alicate, y allí nos la encontramos de bañito en el club de playa de Los Monteros, junto a una amiga y donde nos atendió muy amablemente, dentro de la misma piscina donde se encontraba también la periodista que suscribe esta información. “He cogido un poco de peso y… ufff… es incómodo” bromeaba Hannah, consciente de que con un kilo de más o de menos, seguía representando el arquetipo norteamericano de belleza femenina bien esculpida. Pero era perceptible que su afán por la perfección la pierde. “Hoy dieta jajá… tengo que estar guapa para esta noche, donde aparecemos después de 17 años juntos en la foto Antonio, Melanie y yo”, seguía bromeando la actriz mientras nadaba en la piscina.

Daryl es vegetariana, no toma vino y lleva una dieta muy equilibrada. Haciendo alarde de su porte animalista, ajustaba a su cuerpo un bañador de cabeza de caballo, diseñado por un amigo suyo. Y es que a la actriz le encantan los animales. Tiene montado un “complejo de Florence Nightingale”, y adopta perros callejeros, caballos lesionados y otros animales enfermos.
Como buena activista y ‘guerrera’, su compromiso por el planeta le ha llevado a ser arrestada en varias ocasiones apoyando diversas causas como defender la mayor granja urbana de EE. UU ubicada en Los Ángeles, en una protesta contra la remoción de cumbres montañosas en el sur de Virginia Occidental, o en una protesta contra el propuesto oleoducto Keystone, que atravesaría parte de Estados Unidos y Canadá.
Ella es así de ecléctica: Igual visita la casa presidencial por este motivo o por ser la ex del hijo del presidente Kennedy. Lo suyo no es la política y aunque su amigo Antonio Banderas, según ella nos contó, la anime a hacer pinitos en alguna formación, ella lo tiene claro: “Tengo tan poco respeto por el sistema político que no me veo mezclándome en ningún tipo de campaña”. Daryl es así, la sirena que cautivo al mundo sin su voz y un día dudar a Antonio Banderas con su brillo.