La Semana de la Moda de París está a punto de comenzar. La capital francesa se convertirá de nuevo en el epicentro mundial de la moda, con desfiles que marcarán la agenda internacional y definirán las tendencias de la próxima temporada.
Más de una semana en la que diseñadores consagrados, jóvenes talentos y un sinfín de celebridades pondrán sus ojos en una ciudad que respira estilo en cada rincón.
El escaparate más influyente del mundo
La semana de la moda se celebrará del 29 de septiembre al 7 de octubre en la capital francesa, una fecha que el mundo de la moda tiene marcada en el calendario. París no es solo una ciudad de moda, es su referente universal. La Paris Fashion Week, que cierra el circuito de las grandes capitales tras Nueva York, Londres y Milán, es la cita que concentra mayor atención mediática y donde se revelan las colecciones más esperadas. Las grandes casas francesas —Chanel, Dior, Louis Vuitton, Saint Laurent o Givenchy— volverán a desplegar todo su poder creativo en desfiles que combinan espectáculo, tradición e innovación.
Este 2025, además, el evento promete sorprender con propuestas arriesgadas y puestas en escena inmersivas que buscan no solo presentar moda, sino contar historias que dialoguen con la sociedad actual.
Las grandes expectativas
Entre los desfiles más esperados figura el de Chanel, siempre rodeado de misterio, que este año podría inspirarse en la arquitectura parisina y en el diálogo entre lo clásico y lo contemporáneo. Dior, por su parte, prepara un homenaje a la figura de la mujer creadora, con una colección que promete rescatar la elegancia atemporal de la maison con un lenguaje renovado.
Otro foco estará en Louis Vuitton, que en las últimas ediciones ha revolucionado la pasarela con montajes de gran formato y colecciones que combinan lujo y cultura pop. La expectación también se centra en Balenciaga, marca que suele dar que hablar con propuestas radicales que dividen a críticos y público.
Junto a ellas, nombres emergentes de la moda francesa y europea tendrán su espacio en el calendario oficial, demostrando que la Semana de la Moda de París no solo se mira en el espejo de las grandes casas, sino que también abre camino a nuevas voces.
Tendencias que marcarán la temporada
Si algo caracteriza a la Paris Fashion Week es su capacidad para dictar las tendencias globales. Según los avances de los expertos, esta edición se centrará en tres grandes ejes:
- La sostenibilidad: tejidos reciclados, técnicas de producción más respetuosas con el medioambiente y colecciones que apuestan por la durabilidad frente a lo efímero.
- El retorno del minimalismo: siluetas limpias, líneas depuradas y colores neutros que contrastarán con la extravagancia de otras firmas.
- El juego con la tecnología: desde tejidos inteligentes hasta presentaciones híbridas con experiencias digitales, París seguirá siendo un laboratorio de innovación estética.
Más allá de las pasarelas
La Semana de la Moda no se limita a los desfiles. Durante estos días, París se convierte en un auténtico escenario urbano de moda. Hoteles, galerías y espacios culturales acogen presentaciones, exposiciones y fiestas privadas que marcan la vida social de la ciudad. Además, las calles se llenan de fotógrafos, influencers y amantes del estilo que convierten cada esquina en un improvisado escaparate de tendencias.
Este 2025, la organización ha anunciado también actividades abiertas al público, como charlas con diseñadores y muestras fotográficas sobre la evolución de la moda parisina. Se busca así acercar el glamour de la pasarela a un público más amplio, consciente de que la moda forma parte del patrimonio cultural de la ciudad.
París, capital eterna del estilo
Más de 70 desfiles, decenas de presentaciones y miles de asistentes acreditados convierten cada edición en un reto logístico y creativo. Pero, por encima de todo, la Paris Fashion Week reafirma año tras año la posición de la ciudad como capital eterna del estilo.
Del 29 de septiembre al 7 de octubre, los ojos del mundo se posarán en París para descubrir las colecciones que definirán la temporada. Y aunque cada edición trae consigo sorpresas, hay algo que nunca cambia: la certeza de que la moda, en París, se vive como un arte, un espectáculo y una declaración de identidad.