El principio de los años 90 vio el nacer de un fenómeno que marcó la década y, por qué no decirlo, el concepto que hemos tenido sobre la moda desde entonces. Una portada, la de Peter Lindbergh en Vogue en enero de 1990; un videoclip, el del éxito de George Michael Freedom! 90, y un diseñador, Gianni Versace, configuraron lo que se llamó la era de las top models. Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford, Ell McPherson, Kate Moss o Carla Bruni son algunas de las que figuran en esa exclusiva lista de las que fueron las mujeres más deseadas del mundo.
Aquel imperio, además, no se limitó únicamente a las pasarelas, pese a que Linda Evangelista, otro de los rostros de aquella década, afirmara que no se levantaba de la cama por menos de 10.000 dólares. Películas, discos y hasta el famoso Fashion Café son prueba del poder que llegaron a tener las modelos de los 90. Incluso, algunos diseñadores sentían que no importaban tanto sus diseños, sino contar con ellas en los desfiles.
Muchas personas pensaron que aquello sería flor de un día. Es decir, que el paso del tiempo haría que nos olvidáramos de sus nombres, pero nada más lejos de la realidad. La moda, que ya ha pasado –quizás de puntillas– por el tema de las tallas, tenía pendiente el apartado de la edad y ha decidido recurrir a las mujeres más famosas de las pasarelas para acabar con el mito de que una mujer no puede desfilar a partir de las tres décadas.
La edad no es más que un número
Es cierto que hay algunas, como es el caso de Naomi Campbell, que realmente nunca ha parado. Pero en 2024 se confirma que la edad no es más que un número en un carné. Y quien ha venido para demostrarlo es ni más ni menos que Claudia Schiffer, posiblemente el icono de aquella década, la maniquí que conquistó a Karl Lagerfeld y a Gianni Versace, que la convirtieron en musa, además de en el nombre más destacado del grupo de las top models.
No ha sido muy común ver a Schiffer en ningún evento en las últimas décadas. Parecía estar más cómoda en su retiro familiar en Londres. De hecho, fue muy comentada su ausencia en la gala del Costume Institute del año pasado que rendía homenaje a Lagerfeld. Sí se la pudo ver, en cambio, en el memorial que organizó en 2018 Donatella Versace a su hermano Gianni, cuando la alemana desfiló junto con Naomi, Carla, Cindy y Helena al final del desfile.
Es por esto por lo que quizás no haya sorprendido tanto que, treinta años después de convertirse en la musa de diseñador italiano, Schiffer haya vuelto a ser la apuesta para poner cara a la campaña de la firma de la medusa. De esta manera, y en un momento donde Versace sufre los cambios de su nuevo propietario, Donatella parece haber dado un golpe sobre la mesa reivindicando dos cosas: por una parte, el legado de la marca, y, por otra, su capacidad para hacer de la casa un referente año tras año.
Pero el caso de Schiffer no es el único. En los últimos tiempos hemos visto cómo poco a poco se ha ido recuperando a las grandes de la pasarela que, en muchos casos, ya superan los 50 años. Por ejemplo, Cindy Crawford, que pasea su palmito por medio mundo como imagen de Omega y que sigue siendo una de las que más expectación levanta en cada una de sus apariciones. O Elle McPherson, que con 59 años desfiló hace unas semanas en Australia, demostrando que ‘el cuerpo’ sigue siendo el cuerpo y que, además, nadie se ha olvidado de él.
En nuestro país también tenemos una embajadora de esta tendencia a la que, además, las firmas reclaman. Dejando de lado a Nieves Álvarez o Eugenia Silva, la primera reconvertida en presentadora y colaborando todavía en desfiles de amigos suyos en París o en Madrid, y, la segunda, centrada en su faceta como estilista, Esther Cañadas vive lo que se podría considerar una nueva edad de oro a sus 47 años.
En 2023 y de la mano de Dsquared2 la top de Albacete consiguió poner Milán a sus pies. Y no, no es una exageración. Su presencia en el show de los gemelos canadienses cerrando la presentación fue uno de los momentos más virales de aquella fashion week. Nadie había olvidado los rasgos felinos de una de las modelos más importantes de la historia de nuestro país y aquel momentazo lo confirmó.
Este éxito y reconocimiento de Esther Cañadas se ha consolidado este año, cuando ha repetido experiencia, solo que esta vez en París. Balenciaga y Mugler contaron con ella para sus desfiles. Es decir, dos de las firmas que más dan de que hablar quisieron que la española desfilara para ellos, haciendo un guiño de esta manera a otro de los nombres más destacados de la moda.
Como culminación a este regreso de las top models, y también con Cañadas como protagonista, encontramos la campaña de primavera de El Corte Inglés. Los grandes almacenes españoles se acordaron también de Izabel Goulart –uno de los ángeles de Victoria’s Secret más importantes de la historia de la firma– y de la italiana Bianca Balti, otro nombre de referencia en este mundo de la moda que cada vez más parece darle de lado al edadismo.