Milan Fashion Week

Del legado de Armani al futuro de Gucci: Milán en el centro del mundo

El arranque de la pasarela italiana marcará un antes y un después, entre el adiós a Giorgio Armani y la llegada de una nueva generación de directores creativos

La capital de la moda italiana abre este miércoles sus puertas a una de las ediciones más trascendentes de su historia reciente. La Milan Fashion Week Primavera-Verano 2026, que se celebra del 17 al 23 de septiembre, no es una más en el calendario: será la primera tras el fallecimiento de Giorgio Armani.

La ausencia del diseñador milanés, referente absoluto del Made in Italy, imprime a esta cita un tono solemne y a la vez esperanzador. Porque Milán llora a uno de sus padres fundadores mientras mira hacia el futuro con la llegada de una nueva generación de directores creativos que prometen reescribir el lenguaje de la moda europea.

Giorgio Armani. Fotografía: EFE

El legado de un gigante

Armani no fue únicamente un diseñador, fue un arquitecto de la elegancia contemporánea. Desde que fundó su casa en 1975, transformó la forma de vestir con una visión masculina y a la vez sensual, que conquistó Hollywood, la política y el mundo de los negocios. Su muerte ha generado un vacío difícil de llenar, pero también ha reavivado la conversación sobre la vigencia de su legado.

Durante esta edición, la ciudad le rendirá múltiples homenajes: desde la exposición retrospectiva en el Palazzo Reale -con piezas icónicas de sus primeras colecciones- hasta el esperado desfile póstumo de Armani Privé, concebido por el propio diseñador meses antes de su partida. Será un momento de recogimiento colectivo, pero también de celebración de una carrera que marcó un hito en la historia del lujo.

Prada en la Fashion Week de Milán 2022. Fotografía: EFE/EPA/Matteo Corner

Una nueva constelación creativa

A la par, Milán se convierte en el escenario de debut de varios directores creativos en casas de peso. Gucci, tras la salida de Sabato De Sarno, apuesta por una dirección más conceptual con el fichaje de la británica Amelia Knight, cuya primera colección será presentada el 19 de septiembre.

Versace estrena el tándem creativo formado por Marco Lodovico y Anna Carrelli, quienes han prometido reinterpretar el ADN sensual y maximalista de la firma bajo una mirada más inclusiva.

La expectación es enorme. La industria busca respuestas en un momento convulso, con consumidores más atentos al precio, a la sostenibilidad y a la autenticidad. ¿Podrán estas nuevas voces conectar con una audiencia saturada de estímulos? Milán será el termómetro.

Dolce & Gabbana en la Milan Fashion Week SS 2025. Fotografía: MATTEO BAZZ I Agencia EFE

Las tendencias que marcarán el pulso

Más allá de los nombres propios, la pasarela italiana se perfila como un laboratorio de tendencias globales. Todo apunta a un retorno al minimalismo, después de años de exceso visual. Siluetas relajadas, trajes fluidos y paletas neutras serán protagonistas, en diálogo con tejidos técnicos y soluciones de sostenibilidad.

El impacto de la moda urbana también seguirá siendo central: sneakers de lujo, colaboraciones con artistas digitales y guiños al streetwear como lenguaje de identidad. Firmas jóvenes como Sunnei o Act N°1 buscan consolidarse como abanderadas de esta fusión entre tradición artesanal y códigos de la calle.

En paralelo, el debate sobre el impacto medioambiental se intensifica. La Cámara de la Moda Italiana ha reforzado sus exigencias de trazabilidad y producción responsable, y varios diseñadores han anunciado colecciones con materiales reciclados y certificaciones verdes. El lujo, más que nunca, se entiende también como ética.

Fotografía: EFE

Milán, capital cultural y económica

No hay que olvidar que Milan Fashion Week es, además de un espectáculo creativo, un motor económico. Según datos de la Cámara Nacional de la Moda Italiana, la edición de septiembre genera un impacto estimado de más de 300 millones de euros en la ciudad, entre turismo, hostelería y comunicación. Más de 100 desfiles, presentaciones y eventos paralelos congregarán a periodistas, compradores, celebridades y creadores de contenido de todo el mundo.

La ciudad misma se transforma. Los escaparates se renuevan, los museos amplían horarios y las calles se convierten en pasarelas espontáneas donde la moda se vive de manera democrática. Milán refuerza así su posición como epicentro del lujo global, compitiendo codo a codo con París, Londres y Nueva York.

Este miércoles, cuando las luces se enciendan en los primeros desfiles, Milán dará inicio a una semana de moda e inaugurará un nuevo capítulo en la narrativa del lujo.

Entre la nostalgia por el maestro Armani y la esperanza depositada en una nueva generación, la ciudad se prepara para recordarnos por qué la moda es, ante todo, un lenguaje de emociones, identidad y futuro.

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