A una semana de que termine el año y de que la baliza V16 pase a ser obligatoria, la discusión sobre su utilidad real ha ido ganando intensidad. Mientras miles de conductores ya se han hecho con el dispositivo, la baliza sigue generando dudas entre profesionales de la seguridad vial, asociaciones de tráfico y antiguos miembros de la propia Guardia Civil. La polémica, lejos de apagarse, se ha reavivado tras las declaraciones recientes del director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro.
La baliza V16 y el choque de discursos
Durante una intervención en Antena 3, Pere Navarro defendió la baliza V16 como una herramienta clave para evitar atropellos en carretera. Especialmente, en situaciones de avería o accidente. “¿Qué quieres, bajar del coche para que al colocar el triángulo en un cambio de rasante te atropellen?”, planteó el responsable de la DGT, subrayando que la baliza permite señalizar el vehículo sin abandonar el habitáculo.
Sin embargo, esa visión no es compartida por todos. Para responder a estas declaraciones se sentó en el plató Carlos Javier Cantero, portavoz de tráfico de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. Su mensaje fue claro: la baliza V16 puede ser útil, pero imponerla como única solución es, a su juicio, “precipitado y un error”.

Según explicó, la eficacia de la baliza V16 depende en exceso del entorno. “Va a haber circunstancias en las que la propia orografía del terreno o el trazado de la vía hagan ineficaz ese preaviso para el que está concebida”, señaló, poniendo el foco en carreteras con cambios de rasante o curvas cerradas.
Dudas sobre la colocación de la baliza V16
Uno de los puntos más controvertidos del debate sobre la baliza V16 es la forma correcta de colocarla. Desde la DGT se insiste en que basta con abrir la ventanilla, levantar el brazo y situar la baliza en el techo del vehículo. Pero desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles advierten de que esa solución no siempre garantiza visibilidad suficiente.
Cantero explicó que, en muchos modelos de coche, la aerodinámica del frontal puede jugar en contra de la baliza V16. “La inclinación del capó hace que la parte trasera del vehículo obstaculice la visión desde atrás”, afirmó. Eso podría reducir la capacidad de aviso a otros conductores, especialmente a distancia.
Desde la AUGC sostienen que para que la baliza V16 cumpla realmente su función debería colocarse en la parte trasera del vehículo. El problema es evidente: esa maniobra obliga a bajarse del coche, justo lo que la nueva normativa pretende evitar.
Seguridad vial, pedagogía y realidad en carretera
En el debate también participó Jorge Costas, promotor de la baliza V16 y antiguo guardia civil, quien defendió el dispositivo desde una perspectiva más pragmática. Reconoció que la baliza V16 no es una solución perfecta, pero sí una mejora respecto a los sistemas tradicionales. “No solucionamos todos los casos, pero sí la gran mayoría, sobre todo donde había más riesgo”, explicó.

Para la AUGC, el problema no es tanto la baliza V16 como el enfoque exclusivo de la normativa. Cantero insistió en la necesidad de acompañar la medida con más formación. “Bajarse del coche es peligroso, como cualquier situación en carretera, pero habría que enseñar cómo hacerlo de manera segura”, señaló, reclamando más pedagogía y menos simplificación del problema.


