El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es incorregible sobrevalorando la intención de voto del PSOE (pronosticó que en las recientes elecciones de Extremadura obtendría un 31,6% de los votos y tan solo logró el 25,72% ). Pero puede presumir de haber acertado con otros partidos y, en particular, con Vox.
Atribuyó a los de Santiago Abascal en su estudio preelectoral un 17,3% de intención de voto y una horquilla de 10-12 escaños; y no anduvo nada lejos, puesto que lograron un 16,9% y 11 escaños. Una estimación, por tanto, muy precisa que da pie a preguntarse qué perfil mayoritario existe entre las casi 90.000 personas que votaron a Vox este pasado domingo.
Los sorpassos al PSOE
Los resultados electorales nos dan las primeras pistas. El partido de ultraderecha consiguió una importante penetración en las grandes ciudades (sobre todo, en Badajoz) y también en las de tamaño intermedio (las de 10.000 a 50.000 habitantes). En Badajoz (la ciudad más poblada de Extremadura con 150.000 habitantes) consiguió ser segunda fuerza (con unos 14.500 votos, el 20,8% del total) situándose por delante del PSOE. Y esa misma condición de segunda fuerza por delante del PSOE la consiguió en Almendralejo (quinta ciudad más poblada) y en Navalmoral de la Mata (la octava con más vecinos).
Estos resultados evidencian que Vox ha logrado una importante penetración en zonas urbanas y que, por tanto, el cliché de su votante trasciende al de un cazador y un agricultor (entre los cuales, en efecto, hay simpatía con los de Abascal). Los datos del CIS revelan que en las ciudades intermedias de 10.000 a 50.000 habitantes, el 18,5% de los electores tenía la intención de votar a Vox, una cifra no muy despegada del PSOE (22,7%).

Aires rurales
Esta es una de sus principales fortalezas, pero hay más. Los mapas electorales atribuyen la victoria de Vox mediante el color verde y cuatro pequeños núcleos rurales se pintaron así (Ladrillar, Pueblonuevo de los Montes, Garvín y Fresnedoso de Ibor, aunque Vox también empató con el PP en Talayuela y Valdecañas de Tajo).
Estos últimos resultados son solo una muestra de lo que fue una constante en la jornada electoral: la de una implantación notable de Vox en zonas rurales que concuerda con el insistente discurso de sus dirigentes “el olvidado campo extremeño” y el “fanatismo ecologista” que PP y PSOE compran a la Unión Europea.
El CIS confirma esta conclusión, puesto que un 24,7% de los agricultores, trabajadores agropecuarios, forestales y pesqueros declaró su intención de votar a Vox (superando nuevamente al PSOE, que en este grupo atrae al 21,8%).
Otros perfiles profesionales
Pero el de trabajador del sector primario no es, ni mucho menos, el único ámbito ciudadano donde Vox logra imponerse al PSOE. También lo hace entre policías y militares (26,1% frente al 8%), operadores de instalaciones y ensambladores (34,5% vs 5,5%), y técnicos profesionales de nivel medio (16,6% vs 12,8%). En concordancia con estos oficios, puede observarse que existe una simpatía notable con Vox entre quienes acreditan estudios de formación profesional: un 19,6% con este nivel académico declaró su preferencia por los de Abascal frente al 15,2% que se decantó por el PSOE.
Hombre de varias edades
Sabemos, en suma, la formación académica y el tipo de profesión que abunda entre los electores de Vox. Pero nos falta por saber el sexo y la edad. Respecto a lo primero, hay una clara mayoría de hombres, puesto que a la pregunta de a qué partido votaría usted en las elecciones de Extremadura, un 14,2% declaró su intención; ahora bien, un 21,9% de los que respondieron Vox eran hombres y sólo un 6,7%.
Respecto a la edad, cabe decir que el electorado de Vox responde ya a varias franjas aunque ninguna está tan extendida como la 35 a 44 años (un 21,4% así lo asegura, superando en este segmento al PSOE). Pero debe decirse que también es poderosa la franja entre 18-24 años (16%) y la de 45 -54 años (18,2%). No así en las mayor edad.



