Mientras sigue sin haber fumata blanca en las negociaciones entre oficiales estadounidenses y ucranianos para cerrar un acuerdo de paz para Ucrania, desde Bruselas crecen las voces que exigen a Donald Trump que no perdone a Vladimir Putin por los “crímenes de guerra” cometidos durante los casi cuatro años de guerra.
Este martes, Putin recibirá al enviado especial de la Casa Blanca Steve Witkoff, con quien abordará la marcha de la negociación para poner fin a la invasión rusa de Ucrania, visita cargada de polémica por la filtración de las conversaciones entre ambos.
Good discussion today with President @ZelenskyyUA who was together with President @EmmanuelMacron and European leaders.
We remain united behind a peace agreement that does justice to Ukraine.
One that fully upholds Ukraine’s sovereignty and ensures the necessary security…
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) December 1, 2025
Michael McGrath, comisario de justicia y democracia de la Unión Europea (UE), insistió en una entrevista a concedida a Politico que los intentos para lograr una tregua no deben ir a expensas de que Rusia evada la justicia y el derecho internacional. La opinión de McGrath refleja un consenso extendido entre las capitales europeas, dado que la propuesta de Washington incluye una “amnistía total por las acciones cometidas durante la guerra”, así como la voluntad de reintegrar a Rusia en el sistema financiero global.
El polémico plan de paz de Trump
El plan de 28 puntos presentado inicialmente por la Casa Blanca, que proponía la cesión definitiva de territorios ocupados a Rusia o la reducción de las capacidades del Ejército ucraniano, supondría un repunte a la legitimidad de Putin, pese a las múltiples acusaciones de crímenes de guerra cometidos en Ucrania, que incluyen el secuestro de unos 20.000 niños ucranianos o los frecuentes ataques a civiles.
“No creo que la historia vea con buenos ojos cualquier intento de borrar la culpa de los crímenes rusos en Ucrania. Deben rendir cuentas por esos crímenes, y ese será el enfoque de la Unión Europea en todas estas conversaciones”, declaró McGrath. Y avisó: “Si permitiéramos la impunidad por esos crímenes, estaríamos sembrando las semillas de la próxima ronda de agresiones y la próxima invasión. Creo que eso sería un error histórico de enormes proporciones”.
Los crímenes de guerra
Acorde a las autoridades ucranianas, el Ejército ruso habría cometido más de 178.000 crímenes desde el inicio de la invasión, en febrero de 2022. Una comisión de la ONU afirmó el mes pasado que Rusia cometió crímenes contra la humanidad por atacar a civiles con drones o promover el transfer forzado de población civil. “No podemos abandonar los derechos de las víctimas de la agresión rusa, millones de vidas han sido tomadas o destruidas”, agregó McGrath.
No obstante, en el seno de la UE no todos están convencidos de mantener las estrictas sanciones económicas sobre el Kremlin. “Estados Unidos firmará un acuerdo de cooperación económica a largo plazo para el desarrollo mutuo en las áreas de energía, recursos naturales, infraestructura, inteligencia artificial, centros de datos, proyectos de extracción de metales de tierras raras en el Ártico y otras oportunidades corporativas mutuamente beneficiosas”, señala el documento de la administración Trump en referencia a Rusia.
Desde Hungría, el líder euroescéptico Viktor Orban rechaza la imposición de nuevas sanciones, especialmente sobre el gas y el petróleo, que sigue llegando a su país desde Rusia. Sectores políticos alemanes también insinúan la opción de retirar las sanciones para que el gas ruso vuelva a fluir por el gaseoducto Nord Stream.
La ofensiva diplomática de Zelenski
En un intento de lograr músculo en las negociaciones, Zelenski acudió este lunes a París, donde se reunió con Emmanuel Macron. El presidente francés, junto al premier británico Keir Starmer, promovió la “Coalición de los dispuestos”, en un intento de aportar apoyo militar y diplomático a Kiev tras el abandono de la Casa Blanca.

Zelenski está en horas bajas. La semana pasada, un caso de corrupción descubierto en su círculo íntimo le forzó a despedir a su jefe de gabinete y principal negociador, Andriy Yermak. En el frente de guerra, las tropas rusas ahogan al desgastado ejército ucraniano. Desde Washington, Trump parece dispuesto a dar el último golpe sobre la mesa para terminar la guerra, aunque sea en términos muy desfavorables para Kiev.
“El trabajo para la paz continua”, destacó Macron tras el encuentro. “Todavía quedan asuntos en los que debemos seguir trabajando”, precisó Zelenski. Respecto a los contactos entre altos oficiales de EE UU y Ucrania en Florida del pasado domingo, el presidente ucraniano los volvió a catalogar de “muy constructivos”.
Kaja Kallas, jefa de la diplomacia exterior de la UE, consideró este lunes que “podría ser una semana clave para la diplomacia, oímos ayer que las conversaciones en América fueron difíciles pero muy productivas”. Ucrania y la UE tratan de matizar el plan inicial de Trump -elaborado sin consultarles-, el cual suponía otorgar al Kremlin sus demandas maximalistas, incluido el reconocimiento de facto de la soberanía rusa sobre las regiones de Donetsk, Crimea y Lugansk.
“Estamos en una situación extremadamente difícil, donde una paz apresurada sólo conducirá a una derrota devastadora y a la pérdida de la independencia”, alertó Valery Zaluzhny, ex jefe del ejército ucraniano, en un artículo en The Telegraph. Sin garantías de seguridad efectivas, Zaluzhny -actual embajador en Londres y rival doméstico de Zelenski- cree que “la guerra probablemente continuará y Ucrania dejará de ser un estado independiente”. Sobre el terreno, los misiles rusos siguen matando: el lunes cuatro personas murieron y más de una veintena resultaron heridas tras el impacto de un proyectil en Dnipro.


