“Estamos muy, muy emocionados, muy felices”, confiesa Silvia Cunio, la madre de David y Ariel, ambos secuestrados por Hamás el 7 de octubre de 2023. Sus hijos estaban en la lista de liberados este histórico lunes 13 de octubre y a pesar de la inmensa incertidumbre y la larga espera, ya ha hablado con ellos. “No dormía, todavía no han llegado, pero ya los vi. Me llamaron por teléfono a mí”, ha confesado en una videollamada con Fuente Latina.
“Me llamaron a mí. Al principio no quise, rechacé la llamada de vídeo porque no sabía quién era. Después me volvieron a llamar y atendí”, ha reconocido Silvia Cunio.

“De repente los veo a ellos y los chicos todos acá, gritando. Mis hijos, mi marido, la novia, la esposa de David”.
Por primera vez en más de dos años, esta argentina ha vuelto a ver a sus hijos.
La vida rota de Silvia Cunio
Cuando se cumplían casi 600 días de cautiverio, Silvia Cunio atendió a Artículo14. Ella llegó a Israel en 1986 con su hijo mayor, Lucas. Después formó una familia más grande junto a su marido. Vivían en el kibutz Nir Oz, a apenas kilómetro y medio de la Franja de Gaza. Allí trabajaba en la lavandería del kibutz, y por las tardes se dedicaba a la estética.
“El día 7 de octubre mi hijo Ariel, el más chico, nos mandó un mensaje que decía que estaban viviendo una película de terror, y esa película todavía no se termina”, relató entonces, visiblemente afectada por la espera sin fin.

Por lo menos, ella tenía la esperanza y la confirmación de que ambos seguían con vida. Se lo contaron “personas de arriba”. Sin embargo, su vida se convirtió en una larga espera. “Eso es mi vida. Y pensar todo el tiempo cómo están mis hijos”. Hasta hoy.
El secuestro
Según detalló a Artículo14, David fue capturado junto a su esposa, su hija, su cuñada y otra niña. “Mi hijo David tiene dos niñas gemelas. Y en ese momento tenían tres años más o menos, y los separaron porque sacaron a mi hijo con la hija, con una de las mellizas y a su esposa en un tractor. Y en otro tractor se llevaron a su cuñada, a su hija y a mi nieta. Y cuando llegaron a Gaza, le arrancaron a mi nieta de los brazos y estuvo diez días solita la nena”.
“Gracias a Dios las pudieron juntar… no sé si fue de casualidad, no sé si fue Dios que dijo tiene que volver a la familia porque tuvo fiebre”, contó entonces.

Durante la entrevista con Artículo14 admitió que no iban a volver a establecerse en Nir Oz. “No vamos a volver. El kibutz fue destruido durante el ataque. Ahí mataron a mis amigos, mataron a hijos de mis amigos, secuestraron. Es muy difícil volver al kibutz”. Cunio especificó que sus cuatro hijos vivían con ella en el kibutz, cada uno en su casa”.
“Mi sueño es que se termine pronto y que pueda abrazarlos y estar todos juntos, como siempre. Porque somos una familia muy unida”, auguraba.