“Es una declaración histórica. Tanto el conflicto kurdo como la lucha por una paz democrática son muy antiguos y tienen raíces profundas”, asegura a Artículo14 la activista política Yagmur Yurtsever, miembro tanto del DEM (Partido de la Izquierda Verde) como del HDK (Congreso Democrático del Pueblo), organización de izquierdas y nacionalista kurda donde se integra la primera, en uno de los días más trascendentes de la historia contemporánea de Turquía: el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la organización armada que practicó la lucha armada y el terrorismo -según la UE, Estados Unidos y las propias autoridades turcas– durante cuatro décadas en pos de un Estado kurdo independiente primero y de los derechos de la más importante de las minorías de Turquía después, anunció este lunes el fin de su andadura.
La decisión supone el desmantelamiento de la estructura organizativa de la organización fundada en 1978 y el cese definitivo de “cualquier actividad en nombre del PKK“, incluida “la lucha armada”. El comunicado se hace público días después de que la formación fundada por Abdulá Ocalan confirmara la celebración del 12º Congreso del PKK entre los pasados 5 y 7 de mayo.
“Nueva era”
El anuncio del lunes es el corolario de lo anticipado a finales de febrero pasado por el propio Ocalan, de 76 años, desde la cárcel de la isla de Imrali, donde cumple cadena perpetua desde 1999. El mítico líder del PKK pidió entonces a la organización que depusiera las armas y permitiera abrir una “etapa de paz”.
“Terörsüz Türkiye” hedefimize engelleri aşarak, ön yargıları kırarak, fitne ve nifak tuzaklarını bozarak emin adımlarla yürüyoruz.
Cumhur İttifakı olarak iç cephemizi tahkim için büyük bir samimiyetle hayata geçirdiğimiz “Terörsüz Türkiye” sürecinde kritik bir eşiği daha aştık.…
— Recep Tayyip Erdoğan (@RTErdogan) May 12, 2025
El 1 de marzo el PKK decretó el alto el fuego unilateral aunque puso condiciones como las creación de un marco legal para las negociaciones de paz. El futuro del propio Ocalan, como el de los miles de presos kurdos, son las grandes incógnitas en estos momentos, y ello pondrá a prueba la magnanimidad de los gobernantes turcos empezando por su todopoderoso jefe del Estado. Evitando herir sensibilidades y sacar pecho de una victoria histórica contra su gran enemigo, el presidente Recep Tayyip Erdogan celebró el lunes que la decisión “abre la puerta a una nueva era” para el país y afirmó que el proceso de disolución del PKK será supervisado “con cautela”.

La actividad violenta del PKK y los enfrentamientos entre las fuerzas turcas y sus miembros han costado más de 40.000 vidas desde 1984. Los kurdos son el mayor grupo étnico de la región sin Estado propio. Se estima que entre Irak, Siria -países donde los kurdos gozan de distintos grados de autonomía política-, Irán, Armenia y la propia Turquía hay entre 30 y 40 millones de personas identificadas como perteneciente a este grupo étnico iranio.
Momento clave para Turquía
Otra incógnita será saber si el fin definitivo de la violencia supondrá un avance no solo en la promoción de los derechos y elementos identitarios de la población kurda -que constituye en torno al 20% de los habitantes del país- y, por extensión, en el de la democratización del Estado turco en un momento en que una gran parte de la población percibe un retroceso generalizado en las libertades y garantías civiles. A mediados de marzo el encarcelamiento del alcalde de Estambul y más serio rival de Erdogan para las próximas elecciones presidenciales, Ekrem Imamoglu, provocó las más importantes protestas de la década contra el poder autoritario construido durante más de dos décadas por el actual jefe del Estado.
En este sentido, a juicio de la militante pro kurda y feminista Yagmur Yurtsever, “ha sido crucial que el PKK haya declarado que la lucha armada ya no es necesaria y hecho un llamado a contribuir al proceso y la paz democráticos”.

“Esta declaración debe ser tomada como una oportunidad y un salto hacia adelante hacia la democratización y tomado en serio”, asevera la joven militante del DEM, a menudo considerado el brazo político del PKK.
Los próximos pasos tras la disolución del PKK
Sobre los siguientes pasos, Yurtsever afirma que “el Parlamento debe comenzar de manera inmediata a aprobar la legislación necesaria para un desarme efectivo y la reintegración recíproca”.
“Un conflicto no puede ser resuelto con un proceso en el que un pie está fuera de la habitación. Todas las partes implicadas han rechazado la lucha armada, la guerra y la muerte, todos deben honrar sus propias palabras con pasos concretos y sinceros, con medidas institucionales”, insta la joven, que es miembro de la Asamblea General del HDK y también de la Coordinadora de Mujeres de la citada Asamblea.
“La solidaridad entre mujeres para acabar con la guerra”
Además, la joven, que se define como socialista y feminista, está convencida de la importancia capital de la sociedad civil “organizada y dialogante” a la hora de “iniciar el proceso de paz”. “La solidaridad entre mujeres puede ser una forma de acabar con las guerras“, asevera. Aunque con mayores garantías de protección de sus derechos que en otros países de la región, las mujeres siguen sufriendo cotidianamente la desigualdad en el país y algunos observadores perciben un retroceso en los derechos de la mitad femenina de la población.

En resumen, a juicio de Yurtsever, “en la declaración del lunes, el PKK ha analizado también las condiciones de necesidad que vieron tanto para la lucha armada como para el desarme”.
“Esta necesidad de desarme, en sus palabras, debe ser tomada como una oportunidad para elevar la lucha social y democrática”, concluye para Artículo14 la militante del DEM y el HDK.

Está igualmente por ver qué consecuencias tiene la disolución del PKK más allá de las fronteras turcas. Ankara interpreta que la decisión afecta también, en palabras de Erdogan, a “todas las ramificaciones de la organización, ya sea en el norte de Siria, ya sea en Europa”, en referencia a las milicias kurdosirias y a las redes del PKK en la comunidad kurda presente en varios Estados europeos.