Algo falla en el Senado, donde trabaja desde hace seis meses una comisión de investigación que no investiga nada. Se creó con el propósito de esclarecer el llamado caso Koldo y los senadores asumieron el cometido de indagar una ristra de presuntos casos de corrupción: los cometidos durante la pandemia (mediante contratos fraudulentos para adquirir mascarillas) y los que se llevaron a cabo mediante amaños en la adjudicación de obras públicas.
En realidad, el margen de investigación es muy limitado porque, una y otra vez, los comparecientes llamados a declarar se acogen a su derecho a no declarar. A partir de ahí, las sesiones se convierten en un interrogatorio retórico que, en el mejor de los casos, solo deja espacio para la kinésica (la disciplina que estudia los gestos).
Koldo García, el exasesor de José Luis Ábalos y Santos Cerdán, fue el primer compareciente de la comisión en abril y el primero que evitó declarar. Lo mismo hicieron —por citar solo algunos— su hermano, Joseba García; su exmujer, Patricia Úriz; la expresidenta de Adif y exsecretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera; la exministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto; el expresidente de Correos, Juan Manuel Serrano; el empresario y amigo de Santos Cerdán, Antxon Alonso; o la asistente de Begoña Gómez, Cristina Álvarez. Por citar solo algunos (vale la pena insistir).
Las bolsas de dinero en el PSOE
Ayer era el turno de no declarar de la empresaria Carmen Pano, una de las figuras más singulares en los casos de corrupción que afectan al PSOE. Singular porque antes de enmudecer en el Senado explicó a la Guardia Civil el pasado mes de diciembre que entró a la sede del PSOE en la calle Ferraz, en octubre de 2020, con dos bolsas cargadas de dinero, con 90.000 euros en concreto. Detalló que lo hizo por instrucción del comisionista (confeso) del caso Koldo, Víctor de Aldama.
Carmen Pano, según sus explicaciones a la Guardia Civil, entregó estas cantidades de dinero en el PSOE a un varón que no superaría los 40 años, pelo corto, y un poco más alto que ella. Quizá era buen momento para añadir nuevas descripciones ante la comisión de investigación del Senado, pero no se dio la circunstancia.
Sin embargo, la empresaria que supuestamente empaquetó los 90.000 euros en bolsas de plástico y, a su vez, en bolsas de papel realizó una concesión a la senadora de UPN, María Caballero, con un gesto de asentimiento al ser preguntada por si se ratificaba en sus explicaciones ante la UCO de la Guardia Civil.
La empresaria Carmen Pano ha ratificado en el Senado que entregó 90.000 euros en efectivo en la sede del PSOE de Ferraz.
Lamentablemente se ha acogido a su derecho a no responder a las preguntas por estar encausada, pero la sospecha de financiación ilegal del PSOE aumenta. pic.twitter.com/M46OKCx81S
— María Caballero (@maria_caballero) October 15, 2025
Misery en el Senado
Un gesto de asentimiento quizá no sirve mucho para avanzar una investigación, pero en todo caso anima a los investigadores. Así que los senadores trataron de tirar de la lengua a Carmen Pano planteándole si hablaba con el ministro Ángel Víctor Torres, si trató de entregas de dinero a Koldo y a Ábalos. Todo ello mientras la empresaria seguía en silencio. Pero algo cambió a ojos del senador del PP (y quizá amante de la kinésica) Luis Santamaría:
—No sé cómo interpretarle los parpadeos.
Apreció el senador del PP acaso un gesto a lo Misery, un intento sutil de comunicarse con el interrogador. Pero no, no había nada de eso.
—Es que tengo alergia.