El lunes 30 de junio el juez Leopoldo Puente enviaba a prisión al ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Atendía la petición de la Fiscalía Anticorrupción que había solicitado su encarcelamiento, a diferencia de lo ocurrido con José Luis Ábalos unos meses antes, por “riesgo de destrucción de pruebas”.
Desde entonces el abogado del ex número tres de los socialistas ha venido reclamando su puesta en libertad e, incluso, llegó a pedir amparo al Constitucional al entender que se estaban vulnerando sus “derechos fundamentales”. El tribunal de garantías rechazaba hace unos días el citado recurso que incidía en que a su cliente se le impuso la prisión preventiva ante el riesgo de destrucción de pruebas o alteración de estas sin que hubiera fundamento para ello.

En el escrito también se quejaba el letrado del distinto trato que se ha dado a Cerdán respecto al ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su mano derecha, Koldo García, pese a que “son personas que claramente podrían tener una capacidad de influencia mucho mayor” a la hora de destruir documentos.
¿Por qué está Cerdán en prisión y Ábalos no? La respuesta está en que los investigadores detectaron que el ex secretario de Organización de los socialistas había intentado destruir documentación que le comprometía, según han confirmado a Artículo14 fuentes próximas al caso.
Cerdán llevaba meses en alerta desde que saltase el caso de Ábalos y Koldo García, pese a que hasta el último minuto negase en público cualquier vinculación con quienes aparece hablando de adjudicaciones en las conversaciones incautadas por la UCO.
El “riesgo de destrucción de pruebas” al que alude el auto de prisión se debió a los movimientos detectados por agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) durante la investigación llevada a cabo contra el que fuera número tres de Ferraz hasta el pasado mes de junio.
Asimismo, cabe recordar que, como desveló este periódico, los investigadores colocaron desde un primer momento a Cerdán como “pieza clave” en la presunta trama de corrupción que investiga el cobro de comisiones por parte de los dos últimos secretarios de Organización de Pedro Sánchez y que podría derivar en un caso de financiación irregular del PSOE.
¿Financiación del PSOE?
En el último informe de la UCO sobre el patrimonio de Ábalos, se recogen entregas de dinero en efectivo por parte del PSOE al ex ministro de Transportes, que no habrían sido declaradas por el partido ante el juez. Los agentes aportan dos fotografías con sobres con el logotipo de la formación política.

“Ya tengo el sobre de Ferraz” aseguraba Patricia Uriz, mujer de Koldo García, en una de las conversaciones aportadas por los agentes que alertan de que existe un desfase entre la información aportada por el PSOE sobre los pagos a Ábalos y lo que reflejan las comunicaciones entre los integrantes de la trama.
El PSOE justificó que entre los años 2017 y 2021, Ábalos “percibió liquidaciones de gastos, tanto por transferencia bancaria como en efectivo“, con un “resumen mensual de los pagos realizados por caja, por un importe de 19.638,97 euros”. Los investigadores ponen ahora de manifiesto que hay casos en los que “no se ha podido confirmar” la correspondencia entre los datos aportados por la formación socialista y las cantidades de las que hablaban los implicados en sus conversaciones.
Informe del ministro Torres
Con el citado informe aún por digerir, desde el PSOE y La Moncloa desmienten cualquier tipo de financiación irregular del partido. La consigna, una vez más, es aguantar conscientes de que quedan por hacerse públicos más informes de la UCO. Concretamente el que afecta al ministro Ángel Víctor Torres o la presidenta del Congreso, Francina Armengol, en relación con la compra de mascarillas durante la pandemia.
Desde Ferraz trasladan que tanto Torres como Armengol fueron requeridos para dar explicaciones sobre las citadas investigaciones y ambos negaron cualquier irregularidad en su gestión. La voluntad, según fuentes socialistas, es “confiar” en su inocencia, pero a diferencia de lo que ocurrió con Cerdán ya nadie pone la mano en el fuego por nadie. Ni en público ni en privado.