Felipe VI ha aterrizado este domingo en Tallín, capital de Estonia, para iniciar su tercera visita a las tropas españolas desde su proclamación -viajó a Líbano en 2015, y a Irak en 2019-. El lunes, Felipe VI proseguirá el viaje en Lituania, y el martes pondrá fin al mismo en Letonia. Una visita maratoniana que terminará ese mismo día por la tarde, antes de poner rumbo de vuelta a Madrid. Inicialmente, iba a ser un viaje de Defensa, pero la Casa Real le otorgó también el carácter de viaje oficial del Rey. Lo habitual es que algún ministro acompañe al Jefe del Estado en una visita de este calado. Algo que Sánchez había mantenido desde que alcanzara la presidencia del Gobierno.
Sin embargo en esta ocasión, ningún miembro del Consejo de Ministros iba a venir inicialmente. Ante el revuelo mediático suscitado en las últimas horas, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se incorporará al viaje en su recta final, en Letonia el próximo martes. La ministra tenía programado el lunes una visita a la Unidad Médica a Aeroevacuación (UAMER) en la Base Aérea de Torrejón, por lo que no acompañará al Rey en Estonia, como tampoco el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, por un acto en Luxemburgo.
En esta ocasión, estaba previsto que viniera el JEMAD -Jefe del Estado Mayor de Defensa-, pero según ha podido saber este medio ha sufrido una indisposición después de una cena, por lo que en su lugar acompaña a Don Felipe el teniente general Francisco Braco, comandante del mando de operaciones. Así las cosas, ningún miembro del Ejecutivo estará presente en la primera parte del viaje, ni siquiera con cargo de Secretario de Estado.
Por su parte, los presidentes de las tres Repúblicas sí han querido estar presentes en la visita del Rey. Inicialmente, estaba programado para mediados de la próxima semana, pero dado que coincidía con la celebración del Consejo de Estado no iban a poder estar todos, por lo que se adelantó la visita a este domingo.
Recibimiento con honores
El Rey ha sido recibido con honores en el Palacio Presidencial de Kadriog, donde le espera el presidente de la República de Estonia, Alar Karis. Tras la interpretación de los himnos nacionales, se ha pasado revista a la formación. Don Felipe y el mandatario del País Báltico ha mantenido un encuentro bilateral, después del cual se han dirigido al Parlamento de la República de Estonia. España tiene unidades desplegadas en Estonia, Letonia y Lituania para apoyar el objetivo de la OTAN de hacer contención frente a Rusia, mediante Tierra, Mar y Aire.
Antes de la cena que ofrecerá el presidente de Estonia, en la que el Rey tendrá unas palabras, visitará los buques de la Armada en el puerto de Tallín. Allí se encuentra el portaaeronaves Juan Carlos I, uno de los cuatro que componen el Grupo de Combate “Dédalo 24”. Le recibirá una representación de los más de 1700 efectivos que integran el grupo. A ellos se añaden más 9.000 efectivos de 19 países aliados.
Estos 1.700 efectivos se encuentran en Estonia de manera temporal. En total, hay alrededor de 740 de manera permanente en los tres países del Báltico. Durante este mes de junio se desarrolla BALTOPS 24, principal ejercicio que la OTAN realiza en aguas del mar Báltico, con la participación de este Grupo de Combate Expedicionario “Dédalo 24”. Unos ejercicios que se hacen de forma ininterrumpida desde 1972.
Según afirman desde Defensa, no hay otro país que iguale a nuestro número de efectivos. Nuestra presencia se incrementó en 500 más a raíz de la guerra de Ucrania. El área de acción de este grupo cubre todo el flanco marítimo de la Alianza, desde Estambul en el Mediterráneo Oriental hasta Helsinki en el Báltico. Comenzó su despliegue de 2024 en el 3 de abril, fecha a partir de la que ha colaborado con las mayores operaciones de vigilancia para tiempos de paz de la OTAN. La ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmó recientemente en un desayuno informativo que nos encontramos en la mayor crisis de seguridad desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 53 frentes bélicos abiertos en el mundo. En cuanto a material armamentístico, hay 8 cazas españoles en el Báltico para reforzar la policía áerea, que dan soporte mediante adiestramiento y baterías.