En el monasterio de Yuste, en la comarca de la Vera (noreste de Cáceres) se retiró el emperador Carlos I de España, V de Alemania, quien dominara la política europea desde 1525 hasta 1556. En esta zona extremeña pasó sus últimos días a causa de la enfermedad de gota que padecía. En el honor de este emperador, bajo cuyos dominios afirmaba “no se pone el sol”, se hace entrega de los premios de la Fundación Yuste, que reciben aquellas personas que se considera han contribuido al conocimiento de los valores europeos o al proceso de integración de la Unión Europea.
Este año, el merecedor del 30º galardón ha sido el ex alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y ex ministro de Asuntos Exteriores bajo Gobierno de Pedro Sánchez, Josep Borrell.
A las 11:00 de la mañana, los ex presidentes de Gobierno, Mariano Rajoy y Felipe González (premio Carlos V también), han esperado a las puertas del monasterio, junto con la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola. Sin duda, los que han protagonizado el recibimiento del Jefe del Estado han sido los alrededor de 800 niños -convocados por la Asociación Concordia– venidos de distintos colegios, que esperaron durante una hora aproximada la llegada, cantando y agitando las banderas de España. El Monarca, visiblemente ilusionado, se ha detenido a saludar a todos los niños, que no han parado de gritar su nombre.
La presidenta del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, la vicepresidenta primera de la Comisión Europea para la Transición, Teresa Ribera, y los ex premiados Javier Solana y Marcelino Oreja también han asistido al acto.
Entre los anteriores premiados, figuran Angela Merkel, Mario Draghi, o Mijaíl Gorbachov. En la llegada, en conversación con la prensa, tanto el Monarca como el ex presidente Felipe González han celebrado que el premio lo reciba por cuarta vez un español.