La cumbre de la OTAN en La Haya, que tendrá comienzo este martes, se antojaba muy tensa ante la tajante negativa del presidente Pedro Sánchez a alcanzar el 5% exigido por el Gobierno de Estados Unidos, a través de una misiva al secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte.
Mientras que los países integrantes alcanzaron un acuerdo para ampliar el porcentaje de su PIB e invertirlo en Defensa en un plazo de diez años, España amenazaba con “crear un problema internacional”, tal y como informaron expertos militares a este medio. Dado que la votación debe ser unánime, la UE recibía con preocupación la noticia de que el Gobierno de Sánchez podía bloquear el acuerdo.
La invasión de EE UU a Irán, determinante
En apenas un fin de semana, la invasión de EE UU a Irán ha provocado que las cartas sean otras, y se pase por el alto el obstáculo de España. Sánchez compareció ayer en La Moncloa para anunciar que la OTAN ha aceptado que nuestro país se mantenga en el compromiso inicial, concretamente el 2,1% del gasto, dado que era una cifra “desproporcionada” en el caso español.
“La preocupación que generaba el que bloqueáramos el acuerdo ha facilitado el que los demás países miembros miren hacia otro lado”, afirman fuentes europarlamentarias. “Sin embargo, habrá que ver cómo reacciona la OTAN próximamente, nadie regala nada”. Y añaden: “No es la primera vez que Sánchez dice una cosa y la contraparte, otra”.
Este medio ya informó de que desde Europa se ha observado con intranquilidad la situación que asola España. España suponía el único aliado que ha utilizado un lenguaje frontal, y este matiz no ha sido ignorado por el resto de países que forman la Alianza Atlántica, informados a través de sus embajadas y la prensa internacional de que los casos de corrupción cercan cada vez más al presidente español, permitiendo a sus socios de Gobierno aumentar las exigencias y condicionarlas a su apoyo.
Fuentes parlamentarias informaron a este medio que en Europa “impacta” la actitud de Sánchez, en el sentido de que consideran que antepone sus intereses de mantenerse en el poder a toda costa, incluso del propio país. “Él no llega a la Cumbre representando a su Gobierno, sino a España, y eso se le olvida”.
En una cumbre internacional en la que los 32 países integrantes volcarán sus cartas y exhibirán sus posiciones de fuerza, España se presentaba en una posición debilitada y desafiante, como el animal acorralado que enseña sus dientes en su apuesta final. La debilidad del Ejecutivo ante sus socios hace que para salvar la legislatura Sánchez deba anteponer los intereses de los socios de Gobierno a la exigencia internacional, dado que el resto de formaciones que integran el Gobierno son reacias a incrementar el gasto en Defensa.
Un conflicto internacional
Pese a que Sánchez insiste en acabar la legislatura, la UCO se encuentra pendiente del análisis de 59 dispositivos electrónicos hallados en la casa de Ábalos y que podrían señalar al propio presidente del Gobierno. Este escenario, sumado a la presión de los socios, conduciría a que Sánchez se viera obligado a convocar elecciones, y para ello necesita un argumentario que convenza a su electorado y a sus aliados de Gobierno, como es manifestarse abiertamente en contra de Trump y de Israel.

A falta de sacar los presupuestos adelante a falta de consensos con sus socios de Gobierno, el Ejecutivo ha hecho un esfuerzo para sacar el porcentaje exigido a base de créditos europeos, fondos de contingencia o modificaciones entre secciones dentro de la cláusula que se aprobó durante el Covid para poder redefinir partidas presupuestarias. Pero una ampliación de capital que supondría pasar de 12.000 millones a 82.000 millones de euros, es un proyecto demasiado ambicioso para el país. Y, de cara a 2035, una inversión de 350.000 millones de euros, según ha cifrado Sánchez.
Dentro de la exigencia de la administración Trump de cumplir el 5% de gasto, un 3,5% debe ir destinado a armamento y el resto a infraestructuras o capacidades duras. Al conflicto entre Rusia y Ucrania se une la ofensiva entre Israel e Irán, en la que Estados Unidos podría intervenir. Y, a su vez, los países europeos como Italia, Reino Unido, Canadá, Luxemburgo o Bélgica negocian ampliar el plazo para alcanzar el porcentaje exigido por Estados Unidos a 2035.
Un horizonte sin estrategia
España ha optado por una marcada postura anti israelí que le ha obligado a rescindir los contratos con el estado hebreo, y apuesta por una industria nacional que tardaría una década en ser una alternativa. “Decir que España que va estar en condiciones de fabricar la tecnología que hemos renunciado a comprarle a Israel es mentirla”, afirman fuentes militares. “España no va a producir un sistema como el SILAM en muchísimos años. Y son imprescindibles ahora. Necesitamos unas baterías de defensa antiaérea que en estos momentos no tenemos. O acudes a los israelíes o a los americanos”, afirman. “Tenemos muchos segmentos en los que actuamos: en el naval, en el aeronáutico, en el de los satélites… Pero hay un agujero negro que es el de los misiles. No los fabricamos. Y, además, hay tecnologías de seguridad que no las tiene nadie más que Israel”.
España busca alternativas
Sin industria solvente, España mira a sellar contratos con países europeos. La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, anunció recientemente el proyecto de construir carros de combate con Alemania y Francia. No obstante, lo que afirman estos expertos es que lo importante para nosotros no es llegar al 5%, sino cumplir con los capability targets. “Por mucho que diga Trump que debemos comprarle no dan a basto las fábricas de Lockhed Martin para adquirir F-35, y hay listas de espera de casi 10 años para recibirlos. ¿En qué me gasto el dinero? Es que esa es la pregunta”.

Hasta que viró el tablero internacional con la guerra de Ucrania y la llegada de Trump a la administración estadounidense, las misiones en las que España participaba en el exterior eran de media intensidad. Y la inversión se adecuaba a esas necesidades, como los 8×8 diseñados para patrullar en Irak. “Ahora vemos como se pueden arrasar ciudades con unos drones que cuesta cada uno 75.000 dólares. Y que mandados en oleadas de decenas saturan los sistemas de defensa aérea, vuelan edificios y matan gente”.
Armas nucleares
Un asunto de gravedad que planea sobre el ambiente del que, aseguran, nadie quiere hablar, son las armas nucleares. “imaginemos que Europa ya tiene capacidad de arrasar Rusia por aire, unas defensas antiaéreas solventes, y ahora resulta que tiene armas nucleares. De qué vale todo lo que tenemos, si estos señores me tiran 4 ó 5 misiles nucleares, y arrasan nuestro territorio”, se preguntan. La disuasión no funciona desde el momento en que uno tiene armas nucleares y otro no. Y una Rusia doblegada por el armamento europeo no va a dejar de usar sus armas nucleares”.
No obstante, el aumento del gasto en Defensa es una postura sostenida por Europa, a la que no interesa un enfrentamiento con Donald Trump. Y el lenguaje frontal de Sánchez incomoda, así como la corrupción, que ha generado que Bruselas ponga en solfa las ayudas económicas. Así las cosas, Sánchez despegará este lunes rumbo a La Haya, y el único territorio que se antoja relajado será el aéreo.