Los mensajes en clave de la trama: del “barriguitas” a la “ganadería”

Santos Cerdán era “El pequeño” y Ábalos el “barriguitas”. A Aldama le llamaba, en otros apodos, “pitbull”

Es típico de las tramas corruptas, hablar en clave y poner apodos para no dejar claro su modus operandi por si los agentes tuvieran interceptados los teléfonos. En las comunicaciones incautadas a Koldo García por la Unidad Central Operativa hay todo un abanico de apodos y conceptos que idearon para amañar obra pública entre los años 2018 y 2023. En total, adjudicaron proyectos valorados en 637 millones de euros públicos a sus empresas afines. A cambio, llegaron a pactar más de un millón de euros en comisiones.

Santos Cerdán era quien gestionaba las comisiones y ‘El pequeño’ para Koldo García. Así lo llamaba su mujer, Patricia Uriz, en una conversación en WhatsApp: “Pues antes necesitabas al pequeño pero ahora el que te necesita es él”, aseveraba. Cuando Koldo García se dirigía a él directamente lo hacía con más respeto y cariño. Lo llamaba ‘Santi’.

En el mismo chat entre el exasesor y su mujer, llamaban a Ábalos “barriguitas”: “A barriguitas no le conviene juntarse con Guipu”, aseveraba la mujer de García. Pero este hablaba con el exministro también guardaba la compostura llamándolo ‘jefe’.

El caso Koldo
José Luis Ábalos junto a Koldo
Efe

Guipu’ o ‘Gui’ era Antxon Alonso, amigo de Santos Cerdán y directivo de Servinabar. Uno de los corruptores de la trama que se hacía con el favor de Koldo García y Ábalos para conseguir adjudicaciones públicas a cambio de darles mordidas. Otro de los corruptores era Víctor de Aldama. Al empresario le llamaban ‘niño’, ‘pitbull’, o ‘perro’.

“Con lo que me da Santos puedo sobrevivir perfectamente y después joder al ‘perro’ para que me dé lo que me tiene que dar”, decía amenazante Koldo García a Ábalos.

En su jerga hablaban de “ganadería” para referirse a partidos políticos. Pepe Ruz, dueño de Levantina Ingeniería, una de las empresas beneficiarias, le decía a Koldo García: “Buenas jefe, el Ayuntamiento de Mijas, Málaga, de qué ganadería es?”. “Del PSOE”, contestaba Koldo García. Y le llegó a decir cuando Ábalos ya había sido destituido como ministro en julio de 2021: “Qué gana la ganadería de tener a gente fuera del baile”. Una forma de insinuar lo que podía perder el PSOE si dejaba de dar adjudicaciones a las empresas afines.

EFE/ Mariscal

Como toda trama corrupta, había miedo por ser descubiertos. Por eso usaban móviles desechables y tarjetas prepago. Para referirse a esos tejemanejes simulaban ‘ir a tomar café’ o ‘coger la cafetera’. El empresario José Ruz le decía: “Te llamo luego, con café, que para eso tienes el café”. Koldo García le avisaba: “Mira el café”. A lo que José Ruz respondía: “Estoy en ello, pero no suena”. “Con la cafetera nueva estará mejor”, remataba el asesor de Ábalos la conversación.

Fácilmente, se puede deducir que ‘café’ eran los teléfonos que uno de los imputados, el agente de la Guardia Civil, Ruben Villalba, compraba y gestionaba para la trama.

Pero con el tiempo sofisticaron sus comunicaciones. Hablaban por ‘Signal’, una aplicación de mensajería instantánea encriptada y mucho más segura que WhatsApp. En una de las reuniones grabadas por Koldo García, Santos Cerdán le insistía en que las cosas se hablaran por ese chat. Pero este cuando pulsaba la grabadora prefería ser explícito y le respondía: “Pues es la mayor gilipollez del mundo. Mejor lo arreglas por WhatsApp”.