La universidad privada de la hija de Pedro Sánchez ha desatado una nueva polémica política en plena ofensiva del Gobierno contra este modelo educativo. Carlota Sánchez Gómez, la hija pequeña del presidente del Gobierno, cursa el doble grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Marketing en inglés en ESIC University, un centro de titularidad católica ubicado en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
La noticia, adelantada por varios medios, ha generado un intenso debate en torno a la coherencia entre la política educativa del Ejecutivo y las decisiones personales del presidente. Todo ello en un momento en el que el Consejo de Ministros ha aprobado un nuevo decreto que endurece las condiciones de creación y funcionamiento de los centros privados.
La hija de Pedro Sánchez estudia en una universidad católica
La universidad privada de la hija de Pedro Sánchez pertenece a la congregación de los Padres Reparadores, también conocidos como los Dehonianos. Y cuenta con una trayectoria de más de 60 años en el ámbito del marketing y la empresa.
Carlota Sánchez cursa el doble grado en inglés. Una formación que tiene un coste anual de 12.900 euros y una duración de cinco años. Según la web del propio centro, ESIC es una institución sin ánimo de lucro, aunque su modelo educativo se inspira en valores cristianos y mantiene una línea de gestión privada.
La elección de esta universidad privada de la hija de Pedro Sánchez contrasta con el discurso del propio Gobierno, que en los últimos meses ha arremetido contra los llamados “chiringuitos universitarios”. Un término utilizado por la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, para referirse a los campus privados de reciente creación.
Un decreto que pone en jaque a los campus privados
La controversia se produce pocos meses después de que el Gobierno aprobara un nuevo decreto universitario que impone requisitos mucho más estrictos a las instituciones privadas. El texto obliga a los centros a contar con al menos 4.500 alumnos, diez grados, seis másteres y tres programas de doctorado. También exige disponer de alojamiento para el 10% del alumnado y un aval económico equivalente al presupuesto del tercer año de actividad.
En este contexto, la universidad privada de la hija de Pedro Sánchez tampoco cumpliría todos los criterios actuales, al tener 3.700 estudiantes y carecer de programas de doctorado en tres ramas de conocimiento. Sin embargo, la norma da un margen de seis años para que las instituciones se adapten progresivamente.
El decreto ha sido criticado incluso por el Consejo de Estado, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y varios ministerios. En el sector educativo, las asociaciones de universidades privadas acusan al Gobierno de querer “asfixiar” el crecimiento del sistema privado bajo criterios que consideran “arbitrarios e injustificados”.
Las contradicciones del discurso político
El hecho de que Carlota Sánchez estudie en una universidad privada católica ha reavivado las críticas de la oposición, que ve en esta decisión una contradicción con la línea ideológica del Gobierno. La universidad privada de la hija de Pedro Sánchez se ha convertido, así, en un nuevo argumento político para quienes acusan al Ejecutivo de “doble moral” en materia educativa.
La polémica recuerda a la que afectó recientemente a Pablo Iglesias e Irene Montero, después de conocerse que habían escolarizado a dos de sus hijos en un colegio privado del norte de Madrid, pese a haber calificado este modelo como “un atraco de los ricos a los pobres”.
En el caso de Sánchez, la controversia es más llamativa porque el decreto aprobado en octubre se interpretó como una ofensiva directa contra las universidades privadas. En particular, las de carácter religioso o pequeño tamaño.
Antecedentes familiares en centros privados
No es la primera vez que el entorno del presidente opta por centros privados. De hecho, la universidad privada de la hija de Pedro Sánchez no rompe con una tendencia familiar. El propio jefe del Ejecutivo estudió Ciencias Económicas y Empresariales en el Real Colegio Universitario María Cristina de El Escorial, un centro de inspiración católica vinculado a los agustinos.
Su esposa, Begoña Gómez, también cursó estudios de Dirección de Empresas y Marketing en ESIC, el mismo centro en el que hoy estudia su hija. Y su hermano, David Sánchez, se licenció en Económicas en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), otra institución privada.
Estos antecedentes hacen que la polémica en torno a la universidad privada de la hija de Pedro Sánchez se entienda más como una continuidad familiar que como una excepción. Sin embargo, el contexto político actual amplifica la controversia.