No va a dimitir y esto es político, no personal. Con esta claridad los españoles se posicionan ante los dos principales dilemas que plantea la carta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compartió el pasado miércoles con la ciudadanía.
Gracias al sondeo de urgencia realizado por Metroscopia durante el día siguiente a la publicación, conocemos su potente alcance: en menos de 24 horas la inmensa mayoría de los españoles ya la conocía, llegando por igual a todos los segmentos de la población.
Este inédito y extraordinario comunicado se ha recibido con mayoritario recelo ciudadano, como un movimiento dentro de los contornos ordinarios de la vida política en nuestro país: seis de cada diez españoles consideran que se trata de una decisión política más que personal. Entre los votantes de la derecha no hay casi espacio para la duda: solo uno de cada diez acepta que estamos ante un caso de índole más personal que política. Incluso los propios votantes del PSOE se dividen casi por mitades (45% frente a 44%).
La apuesta generalizada: se queda
Sobre la decisión que el líder socialista tomará después de este periodo de reflexión, solo un 20% de los españoles espera que mañana renuncie. Una clara mayoría pronostica, sin embargo, que este deshojado de la margarita concluirá con un “merece la pena”. Esta expectativa de continuidad es expresada de manera similar en los electorados de izquierda y derecha.
Y en el caso de que finalmente no renunciase como presidente, la mitad de los españoles espera que, o bien se someta a una cuestión de confianza en el Congreso de los Diputados (28%), o bien opte por adelantar elecciones generales (20%). Es interesante observar que los votantes de Sumar y de partidos independentistas esperan con mayor intensidad cualquiera de estos dos anuncios.
En todo caso, y teniendo en cuenta que se trata de una inmediata reacción ciudadana susceptible de evolucionar, la evaluación de Pedro Sánchez no varía de forma significativa. Entre sus propio electorado no experimenta tampoco una subida llamativa: la aprobación entre los votantes del PSOE pasa del 65% al 70%, y uno de cada cuatro sigue desaprobando su forma de actuar.
Si damos por buena la intuición de los españoles, es decir, que Sánchez anuncie su continuidad, el principal objetivo electoral del PSOE será recuperar la condición de fuerza más votada. Esa es la única línea de vida para una mayoría de la investidura sustentada en el “somos más” que el presidente gritó aquella noche electoral del pasado verano. O, dicho de otra manera, Sánchez no perderá si Feijóo no suma, y para eso parece imprescindible superar al PP en votos.
Aún es pronto para conocer cómo afectará la decisión a los alineamientos electorales, y si el PSOE conseguirá absorber al mismo tiempo el voto de sus socios parlamentarios y volver a taponar la fuga hacia el PP. El tiempo dirá si es eficaz la apuesta de priorizar el polo emocional sobre el racional, con el miedo a la derecha, o si, por el contrario, los votantes empiezan a pensar que los gobiernos de PP y Vox son gigantes que pasan a ser solo molinos.
Ficha técnica
Este sondeo se basa en un total de 800 entrevistas online. El trabajo de campo se llevó a cabo el día 25 de abril de 2024. El margen de error para la muestra total final, para un nivel de confianza del 95.5% (que es el habitualmente adoptado) y asumiendo los principios del muestreo aleatorio simple, en la hipótesis más desfavorable de máxima indeterminación (p=q=50%) es equivalente a ±4.5 puntos para datos globales.