Hay cosas que, a pesar de los innovaciones, parecen funcionar mejor en su forma más espiritual. Esto defiende la filosofía del Tantra, nacido en el hinduismo y el budismo, que se manifiesta también en el sexo tántrico.
Como filosofía que busca la expansión del alma y la conciencia a través de la experiencia, aplicándola a la intimidad, transforma el acto físico en una práctica de profunda conexión.
Qué saber del sexo tántrico
En las relaciones sexuales, el Tantra busca la consciencia como pilar. Es decir, ser consciente plenamente de cada sensación y emoción en el presente del acto.
No renuncia al orgasmo, sino que en vez de buscarlo como objetivo rápido de liberación, lo transforma en una culminación de un proceso lleno de energía.
Entonces, esta filosofía busca un placer más intenso, duradero y espiritual. Y lo hace a través de un ritmo más lento y atento a la reacción del cuerpo y de la mente.
Frente a las prisas que caracterizan la contemporaneidad, el sexo tántrico abarca lo profundo. Se caracteriza por una respiración consciente, el poder del contacto visual, el tacto lento y una comunicación sin tabúes. Toda una experiencia sentida y rebosante.
Cuatro ejercicios para aplicar el Tantra a tu intimidad
Según indican los expertos en Psicología y Mente, hay una serie de ejercicios que pueden facilitar la aplicación del sexo tántrico a las relaciones íntimas actuales. A continuación, exponemos algunos de ellos, los cuales pueden ayudar a mejorar la experiencia sexual.
1 Las posibilidades conocidas y desconocidas
Un ejercicio curioso pasa por dibujar, como medianamente se pueda, el cuerpo del otro. Entonces, se deben rodear o colorear las partes que se considera que son zonas erógenas de la pareja.
Una vez hecho, se comparan las zonas seleccionadas mutuamente. Así, en el siguiente momento íntimo, se puede probar a estimular las áreas descubiertas e incluso las que la otra persona ha sugerido.
2 Probando ritmos
Como todo en la vida, los encuentros íntimos también pueden cambiar con el tiempo. Así pues, un ejercicio del sexo tántrico pasa por probar cambios de ritmos e intensidades.
En el encuentro íntimo, se pueden hacer distintas combinaciones en las caricias y en el propio coito. Por ejemplo, cambiar de patrones en el tacto de las zonas erógenas, o alteraciones de ritmo en la penetración.
3 La intensidad del tacto
Otro de los aspectos claves de esta práctica es el tacto, clave para el intercambio de energía entre los cuerpos. La doctrina lo hace a través de los seis chacras, correspondiendo tres a cada miembro de la pareja.
Al margen de esto, un ejercicio para usar el poder del tacto es a través del masaje. Uno de los dos se pone boca abajo, y le hace un masaje por todo el cuerpo, y luego igual pero boca arriba. Después, es el turno de la otra persona.
Este momento íntimo tiene un gran impacto para el acto sexual posterior, ya sea creyendo o no en los chacras.
4 La observación y el presente
Recordemos que la clave del Tantra es vivir el presente, así como una profunda respiración y un intenso contacto visual.
Como idea para favorecerlos, la pareja se puede colocar enfrente, totalmente desnuda. Ambas partes cierran los ojos durante unos minutos, y tratan de controlar la respiración al mismo ritmo que la otra. De esa conexión, surgirá una experiencia realmente única.