Melatonina en niños: efectos secundarios en el sueño y el comportamiento diurno

Un uso inadecuado de la melatonina podría desajustar el reloj biológico del niño, provocando alteraciones en el ciclo circadiano

La melatonina puede causar efectos secundarios en la rutina de los niños.

Aunque la melatonina puede ser útil en ciertos casos, su administración en niños debe realizarse bajo supervisión médica. Es fundamental ajustar la dosis adecuada y priorizar hábitos de sueño saludables antes de recurrir a suplementos.

Esta hormona regula el ciclo del sueño y, en algunos casos, se recomienda para tratar trastornos del sueño en niños. Sin embargo, su uso prolongado o inadecuado puede generar efectos secundarios tanto en el sueño como en el comportamiento diurno.

Efectos secundarios que produce la melatonina en el sueño

Un uso inadecuado podría desajustar el reloj biológico del niño, dificultando el sueño natural sin la ayuda de la melatonina y provocando alteraciones en el ciclo circadiano. Además, algunos niños pueden experimentar un sueño más ligero o despertar con frecuencia debido a sueños intensos o pesadillas.

Por otro lado, la melatonina puede hacer que algunos niños se despierten con sensación de cansancio si la dosis no es la adecuada o si no se respeta la hora de administración, provocando así somnolencia diurna.

Efectos secundarios de la melatonina en el comportamiento diurno

Algunos estudios han señalado que ciertos niños pueden volverse más irritables o emocionales tras su consumo. La melatonina en niños también puede provocar irritabilidad y cambios de humor. Además, si la dosis es alta o el niño no descansa adecuadamente, podría sentirse excesivamente cansado o con falta de energía durante el día.

Otro efecto secundario podrían ser las alteraciones en la atención y la concentración. Algunos niños pueden experimentar dificultades para mantener la atención en el colegio o en otras actividades tras tomar melatonina.

¿Cuándo se usa como suplemento?

Otra opción es usar la melatonina únicamente en ocasiones puntuales. Se recomienda en casos específicos como: Insomnio ocasional, Jet lag tras viajes largos o Trastornos del sueño en niños con autismo o TDAH. Aunque se use de manera puntual, su consumo debe ser supervisado por un médico, ya que el uso inadecuado puede afectar el ritmo natural del cuerpo y causar efectos secundarios.

Algunos consejos para regular el sueño de los niños

Un buen descanso es fundamental para el crecimiento y desarrollo de los niños. Si tu hijo tiene dificultades para dormir. Te dejamos algunos consejos para establecer hábitos de sueño saludables y mejorar el descanso en los niños.

 Establece una rutina nocturna constante

Acuesta a tu hijo siempre a la misma hora, incluso los fines de semana, crea una rutina relajante antes de dormir: baño, cuento y luz tenue. Evita actividades estimulantes, como juegos activos o pantallas, al menos 1 hora antes de dormir.

Crea un ambiente adecuado para dormir

Oscuridad o luz tenue en la habitación, temperatura agradable (entre 18-22°C) y cama cómoda y sin distracciones (evita juguetes electrónicos en la cama).

Reduce el uso de pantallas antes de dormir

La luz azul de dispositivos electrónicos altera la producción de melatonina. Evita el uso de móviles, tabletas o TV antes de acostarse.

Cuida la alimentación y la actividad física

Evita cenas pesadas, cafeína o azúcares antes de dormir. La actividad física ayuda a mejorar el sueño, pero evita el ejercicio intenso antes de acostarse.

Fomenta la independencia en el sueño

Anima a tu hijo a dormirse solo en su cama. Si se despierta durante la noche, acompáñalo con calma, pero evita reforzar el hábito de que siempre necesite compañía.

Sé paciente y constante

Los cambios en los hábitos de sueño toman tiempo. Sé firme con la rutina y, si persisten los problemas, consulta con un pediatra o especialista en sueño.

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