Una mujer asegura haber sufrido acoso sexual por parte del secretario general del PSOE en Torremolinos, Antonio Navarro, también concejal y diputado provincial. La denunciante, militante socialista, ha solicitado mantener su anonimato por temor a represalias. El caso ha sido trasladado a la sección de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía Provincial de Málaga. En la documentación aportada, a la que ha tenido acceso el diario SUR, se incluye un intercambio de mensajes de WhatsApp. Según ese material, en conversaciones vinculadas inicialmente a asuntos municipales aparecen comentarios de carácter personal y alusiones de tono sexual por parte del denunciado.
Algunos de los mensajes más explícitos se remontan a septiembre de 2021. En el marco de una conversación laboral, él escribe: “No me esquives, que te quiero meter ficha”. Ella trata de reconducir el diálogo (“El debate sobre las prioridades”, le dice), pero, según esos mensajes, Navarro insiste: “Yo sé cómo quitarte el dolor de cabeza”. Más adelante añade: “Lo a gusto que estaríamos ahora con una copa de vino y un sofá”. La mujer reprocha la insistencia (“Tú a lo tuyo”), a lo que Navarro responde: “No, para nada. Es que estás muy buena“. Ella vuelve a desviar el comentario mencionando un acto municipal, pero minutos después él retoma el tono personal: “¿Ese escote lo has tenido siempre?”. “Se me ha olvidado ponerme una camiseta básica”, se justifica ella. Según los mensajes aportados, el diputado socialista replica: “Aunque te pusieras cuello vuelto ibas a estar igual de buena”.
“Me tocó el trasero sin mi consentimiento”
En otra ocasión, según la conversación incluida en la documentación aportada, Navarro le pide hablar. Ella responde: “Ahora no. Acabo de llegar y estoy con la merienda y las lavadoras”. El concejal no insiste en ese momento, pero al día siguiente le reprocha: “No me haces caso”. La denunciante vuelve a tratar de reconducir el diálogo: “Tenemos la ciudad empantanada”. Ese patrón —ella intentando llevar la conversación al terreno laboral mientras él mantiene un tono personal— se repite en los mensajes incorporados a la Fiscalía. El 9 de septiembre de 2021, según relata la mujer en su denuncia, todo estalla.
“Me tocó el trasero sin mi consentimiento”, relata en la denuncia, “hecho que rechacé de inmediato advirtiendo de que informaría a la dirección del partido si insistía”. En la conversación de WhatsApp posterior, también aportada, se refleja la reacción de Navarro tras este episodio. Él escribe: “Cuando puedas hablamos. Te he insistido para pedirte disculpas. Esto también tengo yo que saber manejarlo”. Al no obtener respuesta, añade: “Llámame, aunque si no lo haces insistiré para que oigas de mi boca mis más sinceras disculpas”.
Ese intercambio da paso a una sucesión de mensajes que se prolonga desde las siete de la tarde hasta las once y media de la noche. Según la documentación, se trata de medio centenar de mensajes sin respuesta por parte de ella. En ese monólogo de más de cinco horas Navarro alterna disculpas (“Llámame. Meto mucho la pata, es una de mis mejores especialidades”), advertencias (“Discúlpame. Si no, me vuelvo loco ya del todo”), expresiones de autocompasión (“Soy gilipollas”) e incluso sugiere, en un mensaje, que podría estar esperándola frente su domicilio: “Tendrás que tirar la basura, ¿no? Digo yo”.
La secuencia concluye a las once y media de la noche (“No creo que duerma mucho hoy. Te lo digo por si puedes hablar”) y se retoma a las ocho de la mañana siguiente: “Buenos días”. Ya por la tarde, tras un intercambio sobre asuntos profesionales, Navarro vuelve al tono personal: “Te he escrito para saber cómo estabas”. Ella responde de forma escueta: “Bien. ¿Y tú?”. Él replica: “Sabiendo de ti, mejor”. Otro día vuelve a ocurrir algo parecido: “¿No puedes hablar?”. La denunciante alega: “Ahora estoy en plena cena”.
En los días posteriores Navarro vuelve a enviarle mensajes de carácter sexual: “Cuando te enfadas te pones muy guapa”, “Te ponía ahora de vuelta y media”, “Preferiría una foto tuya”, “Bonita foto de perfil”, “¿Por qué estás tan buena?”, “Iré depilado por si tienes un desliz“… En ocasiones ella hace caso omiso; en otras, desvía el foco hacia asuntos laborales. A veces se muestra tajante, como cuando él escribe “¿Te puedo hacer una pregunta personal?” y ella responde: “Si es de las tuyas, no”.
En otro momento, según los mensajes incluidos en la documentación aportada, Navarro se muestra decepcionado por la reacción de ella: “Anda. Llámame. Desde luego… Era una broma. Ya te vale. Cógeme el teléfono, que te cuente una cosa y ya no te molesto más. Que me encuentro fatal ahora. Te quiero”. Ella intenta salir del paso: “Te llamo cuando lleguemos”. Él insiste: “Un minuto nada más y luego hablamos si quieres”.
En su denuncia la mujer sostiene que estos mensajes “han afectado gravemente a mi tranquilidad y seguridad” y que le generaban “una presión insoportable e incluso miedo de que pudiera llamar al timbre de mi casa”. El escrito elevado a Fiscalía advierte de “mensajes de contenido sexual, insinuaciones y proposiciones no deseadas ni consentidas” en un ambiente que describe como “intimidatorio, degradante y humillante”.
El periódico SUR contactó también con Navarro, que achaca la denuncia a una “venganza política”. El líder del PSOE en Torremolinos sostiene que se trata de una “denuncia falsa” y que “no hay nada”. Sobre los mensajes de WhatsApp afirma que no confirmará ni desmentirá su procedencia: “No hay nada que decir. No hay delito”.
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