El abogado Benet Salellas, exdiputado de la CUP en el Parlament de Cataluña, acompañará el próximo 25 de junio a Santos Cerdán a declarar voluntariamente ante el Tribunal Supremo para dar explicaciones sobre los “consistentes indicios” que pesan sobre él respecto a la adjudicación ilegal de obras. El nombre de Salellas levantó la indignación de la CUP, que se apresuró en desmarcarse de esta decisión de su antiguo militante, y la sorpresa de casi todos debido a su trayectoria política, siempre vinculada al independentismo.
🟡 Davant les informacions aparegudes en diversos mitjans de comunicació, des de la @cupnacional volem fer tres consideracions:
1. El senyor Benet Salellas no és membre de la nostra organització i se’n va desvincular formalment fa mesos.
2. Si hagués estat militant,…
— CUP Països Catalans (@cupnacional) June 18, 2025
Pero en la decisión de Cerdán no hay en este caso explicación alguna de corte político, puesto que en realidad ha contratado sus servicios debido a su experiencia en desmontar en los tribunales los indicios de criminalidad aportados por los investigadores de la Guardia Civil.
Salellas —que releva al letrado Gonzalo Martínez Fresneda, vinculado al PSOE en la defensa del exdirigente del PSOE— formó parte del equipo que defendió al exlíder de Òmnium Cultural Jordi Cuixart en el juicio del Tribunal Supremo por el procés. Y también fue abogado del caso de Tsunami Democràtic, una organización semiclandestina a la que se acusó por presunto terrorismo tras los violentos disturbios vividos en Cataluña tras la sentencia del procés.
El juez García Castellón acabó por archivar el ‘caso Tsunami’ tras la decisión de la Audiencia Nacional de invalidar todo lo investigado desde julio de 2021, ya que el tribunal consideró que los investigados —entre los diez que había figuraba la entonces secretaria general de ERC, Marta Rovira— no tuvieron la oportunidad de defenderse antes de cerrarse la instrucción. A lo largo de este juicio, Salellas se enfrentó a los informes realizados por los investigadores de la UCO de la Guardia Civil respecto a esta organización semiclandestina y a sus instigadores, que usaron nombres en clave y plataformas de mensajería con borrado automático de mensajes para alentar la contestación social.
Las amplias propiedades del heredero
El perfil de Benet Salellas no es precisamente el que cabría esperar de un antiguo militante anticapitalista. Siendo diputado en el Parlament de Cataluña (2015-2017), declaró la titularidad de once inmuebles, de los que dos son viviendas (una de ellas es de compraventa y posee el 50%, mientras que la segunda es una herencia y posee el 100%), tres son locales heredados (de dos de ellos posee el 100% y del tercero, el 25%), y seis son fincas rústicas (tiene el 100% de tres de las fincas, el 50% de dos y el 25% de otra más, y todas excepto una las ha heredado).
Esa declaración de bienes correspondía al año 2016 y también incluía la titularidad del 30% del despacho de abogados Salellas i Associats, de la que es administrador, y dos hipotecas de las que entonces le quedaban por amortizar 206.648 y 7.314 euros, respectivamente. Según explicó públicamente Salellas, estas amplias propiedades se debían a la herencia familiar al haber fallecido padres y abuelos con apenas 30 años. “Mis abuelos eran agricultores. Mis padres trabajaron toda la vida: mi madre era enfermera en la sanidad pública y mi padre, abogado. Son gente que se mató a trabajar toda la vida y esto generó un patrimonio”, dijo.