Entrevista a Miguel López Remiro, nuevo director del Museo Picasso de Málaga

“El mundo nunca ha vuelto a ser el mismo después de Picasso”

El director de la Pinacoteca más visitada de Andalucía, proyecta su quinquenio con un plan que tejerá diálogos alrededor de la vida y obra del artista universal que rompió la realidad haciendo historia para siempre

Miguel López-Remiro, director del Museo Picasso de Málaga
Miguel López-Remiro, director del Museo Picasso de Málaga Museo Picasso

Miguel López-Remiro (Pamplona, 1977) tiene una destacada carrera en el ámbito artístico, cultural y educativo, pero lleva el arte consigo de forma innata. Pinta desde pequeño y cuando habla de su trabajo crea arquitecturas y puentes sobre los que, de forma natural, construye vías de diálogo, reflexión y conocimiento sobre la filosofía y el arte. Economista, doctor en Filosofía y Letras y exsubdirector curatorial del museo Guggenheim, cree en el poder transformador de los museos y consigue expresar con rotundidad la ilusión que pone en esta nueva etapa al mando del buque insignia del ya consolidado panorama cultural malagueño. Dice de Pablo Picasso que es un contemporáneo eterno y un clásico infinitamente revisable, como lo son Wagner, Cervantes o Velázquez y aunque sólo lleva cuatro meses al frente de la pinacoteca más visitada de Andalucía, ya se ha integrado de una forma natural, casi orgánica, con un planteamiento nuclear que pone a Pablo Picasso en el centro.

Pablo Picasso, estructuras de la invención, la unidad de una obra

Pablo Picasso, estructuras de la invención, la unidad de una obra

En su discurso como nuevo director del Museo Picasso de Málaga, Miguel López Remiro citó a Mark Rothko una gran referencia para usted, objeto de inspiración y de su tesis doctoral, quien dijo que “el mundo nunca ha vuelto a ser el mismo después de Picasso”. ¿Por qué después de Picasso el mundo no ha vuelto a ser el mismo?

Esa cita de Rothko es del año 58. El pintor estadounidense detecta algo especial en el trazo que Picasso lanza a la historia de la humanidad, transformando las cosas. Yo creo que Pablo Picasso tenía esa capacidad de fragmentar la realidad, transfigurar lo español, abordar la cultura española o mediterránea desde la vanguardia parisina y transformarla. Los artistas que cambian la historia son los que son capaces de crear algo totalmente nuevo, a veces desde algo completamente tradicional. Y eso a mí me parece muy interesante.

Creo que su obra es un gran espacio del diálogo y él un artista universal y un referente. La gente viene al Museo a descubrir lo que aprendieron en el colegio, en los libros, en alguna película, sabiendo que Picasso hizo algo único y diferente a todo, que rompió la realidad.

Museo Picasso Málaga desde la Alcazaba

Museo Picasso Málaga desde la Alcazaba

El Museo Picasso Málaga es la Pinacoteca más visitada de Andalucía con casi 800.000 visitas al año. ¿Cuál es su principal objetivo para sus cinco años de mandato?

Picasso debe estar en el centro. Ese es mi principal objetivo. A la hora de plantearte cómo investigas o cómo desarrollas lo que quieres ser, tienes que preguntarte primero quién eres y dónde están tus fundamentos. El museo está en el centro de una ciudad y cuando se funda, gracias a la determinación de Christine, nuera de Picasso y a Bernard Picasso, nieto del artista, se hace con un espíritu de tejer un diálogo entre Picasso y lo contemporáneo. Eso no quiere decir que te conviertas en una sala de exposiciones, sino que los programas artísticos que organices pongan la figura del artista en el centro del diálogo con Picasso, de forma directa o indirecta. Actualmente tenemos el ejemplo de la exposición de María Blanchard, que convivió con Picasso en un momento de vanguardia cubista en París o la muestra del prestigioso fotógrafo urbano Joel Meyerowitz, que vivió en Málaga en los años 60 y tuvo relación con el último Picasso y hoy vuelve a Málaga a dar testimonio de su experiencia, ya con 86 años. Esto genera elipsis narrativas muy interesantes que el visitante puede explorar.

Picasso establece un diálogo casi infinito porque podemos  generar conversación desde lo que fue y vivió Picasso hacia otras disciplinas como el vídeo, la performance, cómo se movía, cómo se relacionaba con la poesía, con la música…mi plan pivotará sobre esta idea de construir redes en torno a los puntos que pudieron conectar con su obra, con su vida, con su ciudad, con todo lo contemporáneo y con los propios espectadores que vienen a visitarnos.

Hay mucho vacío documental en la relación entre Picasso y Blanchard. ¿Cómo piensas que conviven sus obras?

Pablo Picasso y María Blanchard transitaron el cubismo para lanzar un mensaje y eso fue lo que les unió. Son como árboles que van creciendo juntos en el mismo bosque, y en el bosque navega el duende, en situaciones o circunstancias que no somos capaces de narrar.

La dama del abanico 1913-1916. María Blanchard. Museo Picasso Málaga

Dentro de la narrativa museística del Museo Picasso se contempla dar luz a más perfiles femeninos prácticamente ignorados por la historia como María Blanchard.

Por supuesto y no por moda, sino por convicción. Nosotros no podemos cambiar la historia de María Blanchard, pero podemos restituir, reparar, poner foco a futuro, hablar a nuevas generaciones de esa situación que sucedió y explicar que fue así por la propia naturaleza de lo que se estaba viviendo en Europa en este momento en 1910, donde la posición de una mujer artista era complicada. Realmente no sabemos cuántas capas de la humanidad sesgaron la visión de estas artistas, científicas o intelectuales que por el hecho de mujer no pudieron ser escuchadas. Pero, ¿qué puedes hacer tú como museo para que eso sí se restaure dentro de 100 años? Habilitar posibilidades para que a lo largo de los años cambien las interpretaciones.

Pablo Picasso, estructuras de la invención. La unidad de una obra

Pablo Picasso, estructuras de la invención. La unidad de una obra

¿Cómo está acogiendo el público la renovación de la exposición permanente que se ha presentado el 18 de marzo?  

Cuando yo llego esta exposición ya estaba proyectada y presentada por el comisario Michael Fitzgerald, profesor de Historia del Arte de la Familia Kluger en el Trinity College de Hartford (Connecticut) experto en la obra de Picasso a nivel mundial. En el nuevo recorrido, se presenta una colección de 202 obras que convivirán con la colección del museo y que se van a poder ver a lo largo de tres años gracias al acuerdo de colaboración con la fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso (FABA). La acogida está siendo buenísima.

Usted ha dicho que los museos deben ser plazas de conocimiento. ¿A qué se refiere?

Dentro de la dinámica de la nueva museística se empieza a hablar, ya no tanto de catedrales culturales, sino de plazas de conocimiento. El museo de nuestro tiempo tiene que ser capaz de relacionarse con la ciudadanía de otra forma y de abrir espacios de diálogo que permitan a las ciudades entender el rol que tiene el museo dentro de la ciudad.

La museística no se puede quedar en el lugar de visita para el turista, debe ser un lugar educativo para la ciudadanía.

Estamos dentro, pero también debemos ser extramuros para saber llevar esa misión a las calles, conectar con cosas que tienen que ver con lo que hay en la calle, en internet…Los museos seguimos siendo espacios en los que sabes que vas a entrar a contemplar, pero tenemos que encontrar fórmulas para conversar y ser una fuente de inspiración. La museística no se puede quedar en el lugar de visita para el turista, debe ser un lugar educativo para la ciudadanía. Yo creo en la capacidad que tiene el arte de generar mundos posibles. En el arte y los museos como lugar de ensayo.

En los talleres educativos que organiza el museo, que funcionan fenomenal, se ve claramente que hay una necesidad de la gente en querer educado en lo artístico. Creo que los museos también son un campo de entrenamiento de arte, como es el teatro en su materia, las series de televisión o el buen cine.

Miguel López Remiro, nuevo director del Museo Picasso Málaga

Miguel López-Remiro, director del Museo Picasso Málaga

¿En qué institución o pinacoteca del mundo se inspira?

Me inspira mucho la forma en la que el Guggenheim estableció un diálogo con la ciudad. Yo me considero generación Guggenheim. Soy nacido en Pamplona y cuando el museo Guggenheim abre sus puertas yo estaba estudiando economía en Bilbao. Me interesó el artefacto, el instrumento cultural que transformaba una ciudad. El Museo Picasso Málaga no tiene que anhelar eso porque ya lo ha conseguido, pero me sigue interesando ese fenómeno. Observar cómo un acto cultural conecta con una ciudad o una comunidad dentro de ese espacio y en consecuencia, hay un reconocimiento a ese edificio como parte de la cultura.

El espacio inesperado me interesa mucho, esa capacidad de sorpresa

También destacaría un segundo espacio que se llama Grace Farms. Está ubicado en otro contexto, en medio de un bosque de Connecticut. Tienes que llegar a través de un peregrinaje, y tiene cancha de básquet, auditorio, biblioteca, es un lugar diferente para contemplar lo artístico. El espacio inesperado me interesa mucho, esa capacidad de sorpresa.

Una última pregunta más personal, ¿usted pinta? 

Sí, soy artista de origen. De hecho, toda mi carrera está vinculada con ese hecho. Yo estudié economía, estudié filosofía pero mi vida siempre ha ido transitando en esa circunstancia vital. Mi mentora, Elena Asins, una figura femenina clave en la historia del arte en España, fue la que me animó a estudiar a Rothko, artista sobre el que hice la tesis y edité la primera antología de textos. Ella solía decir que a los artistas los define la necesidad de crear. Si yo no hubiera tenido esa necesidad, hoy yo no estaría trabajando en museos y me encanta mi trabajo.

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