Alba Redondo, delantera del Real Madrid, es la máxima goleadora de la Champions League hasta el momento. Además cuenta con el ‘título’ de ser la jugadora con más tantos en la historia de la Liga F. Con estos registros sería evidente que estuviera en la lista de la Selección casi de forma permanente, pero la exigencia es tan alta que Redondo tiene que seguir luchando para hacerse un hueco en la nueva era de Sonia Bermúdez.
De hecho, al principio no figuraba en la lista de su ex-compañera en el Levante. Pero por motivos extra-futbolísticos entró, el motivo una lesión de Esther González. Esta segunda oportunidad abre el camino para que la jugadora blanca demuestre que tiene un hueco en esta selección. La Agencia EFE la entrevistó durante la concentración del equipo.
¿Sienten que era necesario un cambio en la selección? ¿Cómo lo afrontan?
Los cambios siempre son para bien, ¿no? Está claro que a Sonia no tenemos que hacerle ningún tipo de presentación. Tiene un bagaje y una experiencia que todo el que sigue el fútbol femenino conoce. Nos está aportando muchísimas cosas buenas, diferentes, y creo que es un cambio muy positivo. No tengo ninguna duda de que todo esto va a venir para mejor.
Tenemos unos partidos muy importantes, que los estamos preparando desde el día que llegamos, y creo que van a ser muy guays de ver y de jugar.
No estuvo en la lista inicial y la llamaron por la lesión de Esther. ¿No ver su nombre en la primera convocatoria la desanimó un poco?
Estar o no estar son cosas de nuestro trabajo. Ya lo dijo ella, que era una lista muy dinámica y cualquiera puede entrar. El nivel aquí es muy alto y son decisiones técnicas. Ahora estoy aquí por suerte o no por suerte, porque nadie quiere tener una lesión y menos una amiga como Esther, a la que le deseo una pronta recuperación. Yo seguía con la misma mentalidad, seguía trabajando, sabía que tenía que seguir haciendo lo mismo y la oportunidad iba a llegar. Soy una jugadora que trabaja mucho, que da el 100% en el campo. Esta vez no me ha tocado de primeras, pero me siento afortunada de estar aquí.
¿Es raro tener de entrenadora a alguien que ha sido compañera?
Todavía parece que la sigo viendo como una compañera del Levante. Era muy graciosa, muy buena jugadora. Ya se le veían maneras de entrenadora. No es raro, pero a mí me llena de alegría verla porque se lo curra, está ahí por lo que está. Sigue teniendo la misma calidad que antes, pero los conceptos tácticos y cómo transmite las cosas es impresionante.

Athenea del Castillo, compañera suya en el Real Madrid, no ha sido convocada. ¿Ha podido hablar con ella? ¿Le sorprende no verla en la lista?
Son decisiones que toma la seleccionadora, yo no estoy en la cabeza de Sonia. Estoy segura de que Athenea tendrá más oportunidades, que va a trabajar al 100% para intentar volver. Hablamos casi todos los días, le pregunto qué tal está y mantiene una mentalidad fuerte y ganadora.
Uno de los nombres más comentados por su vuelta es el de Mapi León. ¿Confía en que a partir de ahora se hable solo de fútbol y se cierre el círculo?
Entiendo vuestro trabajo y es lo que tenéis que buscar, pero creo que ahora, y no solo desde ahora sino desde antes, se tendría que empezar a hablar de fútbol. Estamos aquí para jugar y no para crear más dramas. Estamos 100% centradas en el césped, en lo que nos diga la seleccionadora y en representar a un país. Lo bueno es que han vuelto jugadoras importantes para España, y creo que vamos a hacer unos partidos muy buenos. La mentalidad está puesta en fútbol y fútbol.
En esta convocatoria hay muchas jugadoras del Barcelona. Aunque juegan y ganan como equipo, ¿es muy osado decir que hay dos bandos?
Cuando estamos aquí solo está la selección española, todas somos selección. No miramos ni Barça ni Real Madrid, somos España.
Y cuando salen de la selección, ¿cómo es luego esa relación?
Buena. Al final somos compañeras también en la selección y cada una es profesional dentro de su equipo cuando nos enfrentamos. Obviamente, dentro del campo tenemos ese gen competitivo, pero cuando acaba el partido volvemos a ser las mismas compañeras de siempre.
¿Le ha cambiado mucho la vida desde que llegó al Real Madrid?
La vida me cambió cuando ganamos el Mundial, porque la gente nos reconocía muchísimo más. Las niñas se fijaban, incluso había niños que llevaban nuestras camisetas también. Me ha cambiado mucho la vida, pero para bien. El del Real Madrid es un gran cambio, un paso muy grande que agradezco muchísimo porque estoy aprendiendo muchísimas cosas. Estoy rodeada de jugadoras top, tanto en el club como aquí en la selección. Cada día aprendo muchísimo más. Soy mejor que el día anterior, que el año anterior, y en esa línea quiero seguir.