El Mundial Femenino de Rugby 2025 ya está en marcha y el torneo comienza a tomar temperatura. Inaugurado el pasado viernes 22 de agosto en Sunderland con el esperado debut de Inglaterra, este viernes fue el turno de Italia y Francia, que se enfrentaron en Sandy Park (Exeter) en uno de los encuentros más prometedores del Grupo D.
Las gradas se vistieron de azul en todas sus intensidades: el azul royal de Italia y el azul marino de Francia marcaron el ritmo visual de un duelo cargado de historia. En el ambiente, flotaban los cánticos, la tensión y la ilusión. Sobre el césped, 30 jugadoras se disponían a dejarlo todo, decididas a abrir su propio capítulo en un Mundial que ya empieza a emocionar.
Ambas selecciones llegaban con la misma meta: arrancar su andadura en el Grupo D con una victoria que allane el camino hacia los cuartos de final. Francia, considerada una de las potencias emergentes del panorama internacional, traía consigo una plantilla joven, talentosa y con hambre de gloria. Del otro lado, Italia apostaba por la solidez y la experiencia, dispuesta a desafiar los pronósticos desde el orden y la disciplina.

Dominio total de las francesas
Francia inició su camino en la Copa del Mundo Femenina con un triunfo sólido sobre Italia, imponiéndose por 24-0 en un duelo donde la defensa se convirtió en la gran protagonista. Las Bleues mostraron su fortaleza en los momentos claves y, aunque su ataque tuvo altibajos, lograron controlar un partido que fue mucho más disputado de lo que indica el marcador.
Desde el pitido inicial, ambas selecciones buscaron imponer su ritmo. Francia dominó territorialmente, pero le costó romper el entramado defensivo italiano, que se mostró muy ordenado y resistente. La precisión en los pases y el control del balón fueron aspectos donde las francesas sufrieron algunas imprecisiones, dificultando la fluidez ofensiva.
El primer ensayo llegó justo antes de la media hora, cuando Joanna Grisez demostró su velocidad y oportunismo para superar la última línea italiana y anotar el primer punto del encuentro. La precisión de Morgane Bourgeois desde el pie no falló, y así Francia se adelantó 7-0.
La primera mitad terminó con un marcador de 10-0 gracias a una penalización convertida por Bourgeois, reflejando un duelo cerrado y táctico en el que Francia mantuvo el control sin poder despegarse aún del todo.

El arranque de la segunda parte fue decisivo. Francia aumentó la presión y ajustó su alineación, lo que se tradujo en mayor agresividad y más movilidad ofensiva. A los 45 minutos, Assia Khalfaoui amplió la ventaja tras una jugada colectiva bien elaborada. La capitana Carla Arbez fue clave en la asistencia que permitió a Khalfaoui anotar el segundo ensayo francés.
Italia intentó responder y se adentró en terreno francés en varias ocasiones, pero la defensa de las Bleues fue impenetrable. La selección transalpina, pese a su entrega, no encontró el camino para anotar y fue frenada una y otra vez.
Cuando el partido parecía encaminado, Charlotte Escudero sentenció la victoria con un tercer ensayo, fruto de un despliegue físico impresionante y una lectura de juego que desarmó a las italianas. A pesar de no alcanzar el bonus ofensivo, el marcador de 24-0 reflejó la superioridad francesa en defensa y su capacidad para cerrar el encuentro sin grandes sobresaltos.
Los últimos minutos sirvieron para que el cuerpo técnico hiciera cambios y diera descanso a las jugadoras clave, manteniendo la concentración hasta el final.
Con esta victoria, Francia arranca el torneo con buen pie y confianza, tras un período de preparación complicado. Ahora, las Bleues preparan su próximo choque ante Brasil, con la ilusión de seguir mostrando su crecimiento y firmeza en esta Copa del Mundo.