Lía es una periodista deportiva de 34 años que trabaja en el diario As y hace malabarismos con sus turnos imposibles, para poder conciliar la vida personal con la profesional. Así arranca `Como si al mundo le importara´ (Roca Editorial, 2025), la primera novela de Marina Romero, quien conoce bien la profesión después de más de una década en el ejercicio del periodismo deportivo.
“Cuando empecé había cosas que tenía muy claras, otras muchas que no, pero sabía que la protagonista sería periodista deportiva. Me he dedicado al periodismo deportivo durante casi 12 años y creo que he leído bastante como para decirte que jamás ninguna protagonista se ha dedicado a la prensa deportiva. Por eso, también, quise que trabajase en el diario As, como yo, y no inventarme un lugar ficticio”, explica Romero mientras sujeta su libro, cuya creación le ha acompañado en los últimos diez años.
Del amor al fútbol a la redacción de As
Una década fundamental en la evolución, entre otras cosas, de la propia profesión a la que llegó por su amor al fútbol. “Yo siempre quise ser futbolista, estaba todo el día de niña, en el colegio, en las extraescolares echando pachangas, de hecho jugaba en el equipo federado con todo chicos y mi entrenador, Paco, me dejaba entrenar con ellos porque no estaba permitido jugar”. He oído mucho esa frase horrible de “juega como un niño malo“.
Cuando llegó al As se inscribió en las ligas para profesionales, siendo, de nuevo, la única. “Recuerdo que en la Liga de Medios yo preguntaba que cual era mi vestuario y me daban el de los árbitros, porque claro, no había uno específico para las mujeres”. Anécdotas que fueron labrando su carácter dentro del sector. “Esa era también la manera de demostrarle al mundo que yo sabía de fútbol. Para callar bocas”.
Porque hubo muchos años en los que demostrar era la primera práctica cuando se llegaba a una redacción de una profesión aún masculinizada. “Seguimos escuchando esa mítica frase de ¿Qué más querrán?, que eso ya es una machistada brutal“, reflexiona Romero.
Para la autora, el debe aún está en que las periodistas conquisten las cúpulas de dirección. “Me falta por ver una directora de un diario deportivo nacional. Cuando se nombra un nuevo director, jamás nadie se plantea si sabe o no de fútbol. Creo que la prensa deportiva tiene aún una deuda con la mujer“.
Profundizando en su primera novela, Marina Romero recala en el amor, el desamor, y las heridas que este puede causar. “Creo que todo el mundo se va a sentir muy identificado con algunas de las vivencias de Lía, que se enamora de Abel y ambos podrían ser muchos de nosotros”.
Confiesa que no la escribió pensando en mujeres u hombres, sino en sentimientos universales a los que todos estamos expuestos, “aunque es verdad que Lía está un poco enfadada con el género masculino que a veces no han sabido entenderla, especialmente en el sexo. Parece que a ella no le puede gustar igual que a los hombres, y ha tenido que decir eso de ¿Por quién me tomáis? en alguna ocasión”.
La escritora malagueña nos invita a “coger fuerte de la mano” a la protagonista. “Ella se vuelve vulnerable, insegura. De repente llega un tío y se desmorona y todas esas promesas que se hizo no sirven para nada. Me muy interesante el cómo te pones el espejo delante y no te gusta nada de lo que estás viendo, pero no lo puedes evitar”, nos explica.
“Ahora nos enamoramos de una forma muy rara”
Su novela pasa también por un análisis de cómo nos relacionamos en la era digital. “Nos enamoramos de una forma muy rara. Es como una mirilla. Observando lo que hace el otro, mirando sus redes, a quién ha etiquetado, a través de una pantalla. Claro, eso no pasaba antes. Yo creo que nos hemos vuelto un poco peores en ese aspecto”, relata.
Regalar libros por Navidad
En una época en la que se piensa en los demás y en los que el debate de la lectura ha estado más presente que nunca, Marina reivindica la literatura como regalo en estas Fiestas. “No podemos dejar que se pierda eso de comprar libros. Los salones ya no están decorados con estanterías con libros, no podemos dejar que eso se pierda”. “De hecho, fíjate, si me hubiesen dicho que mi historia iba a convertirse en serie sin pasar a ser primero libro, me habría entristecido”.