Jeanie Buss, la mujer que mandó en la NBA, vende los Lakers

La propietaria de Los Ángeles Lakers, ha vendido la franquicia por 10.000 millones a Mark Walter, copropietario de los Doggers, después de 46 años en los que el legendario equipo de la NBA

Jeanie Buss.
KiloyCuarto

Nunca antes se había pagado tanto por un equipo deportivo. Y es una mujer la que ha firmado ese acuerdo millonario y quien va a recibir 10.000 millones de dólares por el traspaso. Jeanie Buss, propietaria de Los Ángeles Lakers, ha vendido la franquicia a Mark Walter, copropietario de los Doggers, después de 46 años en los que el legendario equipo de la NBA ha estado en manos de su familia.

Ella ha dado otra dimensión de lo que es el típico “hombre de negocios” cuando fue elegida por su padre, en lugar de sus hermanos varones, para convertirse en la sucesora como presidente ejecutiva de un equipo masculino, con gradas repletas también de hombres pero, sobre todo, con despachos donde son ellos los acostumbrados a mandar.

Jeanie Buss transformó esa imagen con inteligencia. Ella sabía desde muy joven que quería dirigir un equipo profesional deportivo y aprendió durante años. Comenzó con tan solo 19 años frente a un equipo de tenis profesional, los Strings de Los Ángeles, que pertenecía a su padre. Durante el tiempo que fue directora general, el equipo logró en dos ocasiones el campeonato.

Después de su primera aventura deportiva, le siguió un equipo de hockey sobre patines en línea. En 1993, con 32 años, desapareció el equipo de los Strings y se convirtió en propietaria de los Blades.

Mientras tanto, su padre llevaba las riendas del imperio de Los Lakers desde 1979, pero quería ir preparando a la siguiente generación para que pudiera sustituirle en cualquier momento. Tres hijos, dos de ellos hombres, y una mujer y su predilecta para seguir sus pasos: Jeanie. Ella se encargaba de la gestión económica del grupo. Jim, su hermano, se dedicaba a la gestión de los jugadores y estrategia deportiva, y Johnny, el tercero de los hermanos, del equipo femenino. Pero pronto fue ella la que repuntó sobre el resto de la familia y en 1999 fue nombrada vicepresidenta ejecutiva de las operaciones comerciales de los Lakers hasta que falleció su padre en 2013.

Con 52 años se hizo con el control de la franquicia y se convirtió en una de las mujeres más poderosas en el mundo del deporte.

Podemos conocer algo más de su vida y sus dificultades porque fue la propulsora de una serie en Netflix: una mujer con poder en el mundo del deporte pero con muchas dificultades en su día a día. Running Point (‘’Una nueva jugada’’ como título español) cuenta la historia de Isla Gordon que protagoniza su amiga desde la adolescencia, la actriz Kate Hudson. Una persona brillante para el negocio del baloncesto, la única mujer de tres hermanos, que se ganó su puesto a pulso.

En la ficción, su protagonista cuenta que “cuando ellos consiguen un puestazo, pueden cagarla porque están aprendiendo, pero nosotras, en cambio, tenemos que ser perfectas”. Probablemente la historia de su vida y la de otras muchas mujeres que han roto techos de cristal ocupando por primera vez puestos habitualmente de hombres.

Jeanie decidió publicar una autobiografía en la que también explica cómo tuvo que sobreponerse a la misoginia constante por ser mujer pero también por ser ‘la elegida’ de su padre. Con una historia de vida que bien merece una serie en televisión: en su adolescencia probaría a presentarse a varios certámenes de belleza y llegó a posar en la revista Playboy en los años 90. Una vez convertida en una gran mujer de negocios, tuvo que lidiar con hombres que le tocaban el trasero en esos despacho repletos de ‘machos’ además de tener que superar varias intrigas familiares para apartarla del equipo y colocar a sus hermanos.

Pero nadie consiguió que abandonara los Lakers, hasta ahora. En 2020, en el día de la conmemoración de la emancipación de los esclavos afroamericanos, Buss publicó una carta con un mensaje de odio que había recibido unos días antes y pidió reconocer que el racismo existía en su país y en el mundo, y que se comprometieran a no ignorarlo más. En un equipo y un mundo, el del baloncesto, donde la mayoría de los jugadores son de raza negra. Algunos de esos jugadores negros alcanzaron el estrellato en los Lakers como Magic Johnson o Kobe Bryant.

Su imagen, la de Jeanie, bien podría ser la de una animadora en la cancha. Con su pelo rubio, uñas pintadas de rosa y ropa con toques purpurina. Pero las apariencias engañan. Ella ha sido la mujer más poderosa del mundo del deporte. Y animaba al equipo, pero desde el puesto de mando.

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