La cesta de la compra en Navidad es un 20% más cara: guía para ahorrar en el súper sin renunciar al menú festivo

Aunque la cesta navideña esté más cara, es posible construir un menú completo, sabroso y festivo con planificación y compras estratégicas

Los trucos para ahorrar en la cesta navideña.

La cuenta atrás para la Navidad ya ha empezado y, con ella, la tradicional subida de precios en los supermercados. Cada año, los productos más demandados durante estas fechas —mariscos, carnes especiales, dulces o frutas de temporada— experimentan incrementos que pueden tensionar el presupuesto familiar. Este 2025, la cesta navideña vuelve a encarecerse en torno a un 20%, un porcentaje que obliga a planificar mejor y apostar por compras inteligentes para que la celebración no se traduzca en un susto económico.

Con un consumo más moderado y un incremento de precios constantes a lo largo del otoño, los hogares buscan fórmulas para mantener la tradición sin disparar el gasto. La buena noticia es que ahorrar en la compra semanal, incluso en plena Navidad, es posible con organización, comparativa y una estrategia clara. Aquí, una guía práctica para sortear la subida de precios y disfrutar de un menú digno de fiesta.

Los 5 productos que más suben en Navidad —y el mejor momento para comprarlos

Aunque la cesta se encarece en general, algunos productos experimentan incrementos más pronunciados por cuestiones de demanda, logística o escasez estacional. Estos son los cinco que más suben en estas fechas y la mejor estrategia para adquirirlos:

Marisco fresco

Es el rey de la inflación navideña. Cigalas, percebes, langostinos o gambones duplican su precio en diciembre. Lo ideal es comprarlos congelados a finales de noviembre o principios de diciembre, cuando la demanda aún no ha explotado. El congelado mantiene muy bien la calidad si se descongela con tiempo.

Cordero y cabrito

Dos clásicos de la mesa festiva que suelen encarecerse notablemente. La mejor opción es adquirirlos por encargo con antelación, o bien comprar piezas frescas a mediados de mes y congelarlas.

Pescados premium (besugo, lubina, merluza)

Los precios pueden dispararse hasta el doble a partir del 20 de diciembre. Es preferible comprarlos antes del día 15, limpiados y listos para cocinar, y guardarlos congelados.

Uvas de fin de año

Aunque parezcan económicas, su precio sube más de lo que parece en los últimos días del mes. Cómpralas una semana antes y consérvalas en la parte menos fría del frigorífico.

Turrones y dulces navideños

No suben tanto por escasez, sino por demanda masiva. La recomendación es comprarlos a principios de diciembre, cuando aún hay promociones y una mayor variedad de formatos.

Ahorra con marca blanca (especialmente para elaboraciones y postres)

Uno de los trucos más eficaces para abaratar la cesta es recurrir a la marca blanca, especialmente en productos que sirven para cocinar y no se consumen directamente como parte principal del plato. Harinas, mantequillas, chocolates, natas, galletas, almendras molidas, caldos o pastas para elaboraciones reposteras presentan diferencias mínimas respecto a las marcas líderes… pero pueden suponer un ahorro del 30 al 50%.

Para postres como troncos de Navidad, tartas frías, galletas decoradas o flanes, la marca blanca es la opción más inteligente: la calidad es más que suficiente y el coste se reduce drásticamente. Lo mismo ocurre con ingredientes básicos para salsas y guarniciones —caldo, tomate frito, leche evaporada, especias mezcladas—.

Planificar es ahorrar: trucos clave para reducir la factura sin perder calidad

El aumento del 20% es una realidad, pero puede mitigarse con pequeñas decisiones:

  • Haz una lista cerrada y evita compras por impulso, especialmente en los lineales de dulces.
  • Compara precios entre supermercados: algunos destacan más en frescos, otros en congelados.
  • Apuesta por productos de temporada: lombarda, coles, zanahoria o manzana están más económicos.
  • Combina recetas tradicionales con alternativas económicas: una crema de marisco con cabezas congeladas, o un asado de pollo campero con relleno casero puede resultar festivo y asequible.
  • Reduce el desperdicio: calcula raciones realistas, aprovecha sobras y congela lo que no se consuma.
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