¿profesiones de hombres?

Ingenieras forestales: esenciales pero relegadas

La toma de decisiones en los bosques corresponde en su gran mayoría a los hombres, a pesar de que las agentes representan el 30% del sector

La agente forestal Beatriz García

La agente forestal Beatriz García Artículo14

Dos ingenieras de montes y una forestal deciden abrir un chat común para compartir su visión del sector. Quieren dar visibilidad a la mujer en una profesión todavía muy masculinizada. Como ejemplo, sólo el 23% de los ingenieros de montes colegiados son mujeres. Ellas se dan cuenta de que se convocan conferencias, mesas redondas o simplemente se celebra el Día Internacional de los Bosques y nadie cuenta con ellas. Hoy son casi 600 mujeres que participan en ese grupo de mensajes que reivindica la igualdad entre profesionales.

María Gafo, jefa Adjunta de Sostenibilidad Social de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea es una de las tres mujeres que fundaron ese chat. “Somos muy distintas, venimos de generaciones diferentes, desde compañeras ya jubiladas que, cuando empezaron a trabajar, necesitaban el acuerdo del padre o el marido para abrir una cuenta de banco o sacarse el pasaporte hasta chicas jovencísimas, algunas aún en la universidad que han crecido con las políticas de igualdad ya muy desarrolladas. Todas compartimos el amor por los bosques, las ganas de ayudar y de apoyarnos, de intercambiar experiencias y conocimientos”. Y han llevado a cabo distintas iniciativas para fomentar, por ejemplo, las vocaciones de mujeres en el sector.

Porque detectan todavía muchos eventos en los que no se cuenta con ellas, “lo señalamos a los organizadores y normalmente nos escuchan y tratan de equilibrar los paneles…aunque no siempre”. Pero queda mucho por hacer. La presencia de la mujer en los bosques, tomando decisiones, es limitada. La Escuela de Montes de Madrid acaba de celebrar su 175 aniversario y en 175 años nunca ha tenido una directora. Otro dato significativo es el que aporta en Cataluña el informe del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de 2023. Allí las mujeres ocupan el 9% de los trabajos en el sector forestal y no están representadas en asociaciones ni estructuras de decisión.

Cuando Marta Corella estudió ingeniería Forestal, no había muchos más hombres que mujeres en clase. El problema se dio después, en la carrera profesional y quién ocupaba los puestos de relevancia. “En honor a la verdad, en la facultad no percibí que hubiera diferencia entre hombres y mujeres. Aunque había más hombres, no era llamativa la diferencia. Lo llamativo es que treinta años después y a pesar de que el número de mujeres que estudia estas carreras es superior al de hombres, incluso más aún cuando llegamos a máster o a doctorado, esta realidad no esté reflejada en los cargos de responsabilidad”, explica.

“No es carrera para mujeres”

Estudiar una ingeniería forestal despertó en su momento la llegada de algunos llamemos consejos, siempre fuera de mi entorno familiar más reducido, tipo “esa carrera no es para mujeres, quizá deberías estudiar magisterio, filosofía, historia» curiosamente siempre carreras de letras” explica Corella, coordinadora ejecutiva de proyectos de desarrollo de la fundación COPADE.

No hizo ningún caso. Y se convirtió en la primera mujer alcaldesa de su pueblo, Orea, en Guadalajara. Mujer y en una zona rural, más trabas. “La mujer en el medio rural ha sido la nada que todo lo envuelve: esencial, pero invisible. Tristemente, en los pueblos, aún sigue persistiendo este aroma caduco. Lo más complejo que tuve que afrontar como alcaldesa fue un desafío en el ámbito forestal: gestionar una catástrofe natural, que derribó decenas de miles de pinos. Fue la primera vez que, en 2018, entraban procesadoras y autocargadores en los Montes Universales y el Alto Tajo y lo hicieron en Orea. La presión que sufrí fue terrible. Y sí. Tuve que escuchar que una mujer no está preparada para estas cosas de hombres”, dice.

Por qué no hay mujeres directivas

Sonia Roig, ingeniera de montes, es el tercer pilar de este chat de mujeres forestales. “Las mujeres debemos de estar en un 30-35% en el sector, en todos los aspectos y trabajos. Es preocupante que a partir de ese máximo, en las escuelas ha empezado a decrecer el número de estudiantes del grado y máster, masculinizándose en cierta medida de nuevo la profesión y el acceso a la carrera profesional. Creo que aún luchamos contra una tradición y cultura en el profesión y en la sociedad en la que se da más valor a una opinión de un colega masculino, nos faltan muchas referentes…aunque creo que todo esto está cambiando muy deprisa en los últimos años.”

Y de nuevo acusa la falta de mujeres en los puestos de dirección. “Por varios motivos… el síndrome de la impostora, el huir del foco de atención en muchos casos, en no adaptarnos (porque quizá no queremos) a las formas de liderazgo tradicionales…son algunas de las razones”. Y para revertir la situación insiste en la educación, desde niños. “Creo que es muy importante empezar desde la infancia a luchar contra micromachismos, contra esa cultura que nos envuelve, y que nuestras niñas (y niños) tengan una alta autoestima y estén convencidos de que pueden trabajar en lo que quieran, que son capaces de solucionar todo tipo de problemas y dar soluciones”. Ellas son un referente, luchan por la igualdad y no se rinden nunca.

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