Discriminación laboral

Jubilación anticipada: los pilotos sí, las azafatas no

El Parlamento Europeo respalda la denuncia por discriminación de género de los tripulantes de cabina españoles, en un 80% mujeres, en comparación con los pilotos. A pesar de enfrentar las mismas condiciones de peligrosidad, ellas no pueden retirarse anticipadamente.

En el Palacio de Exposiciones y Congresos del Ministerio de Información y Turismo han sido presentados los nuevos uniformes que vestirán las azafatas de vuelo y tierra de la compañía Iberia

Azafatas de Iberia, en 1972, durante la presentación de los nuevos uniformes del momento Efe

La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha respaldado de forma unánime la propuesta de permitir la jubilación anticipada de los tripulantes de cabina de pasajeros con el 100% de la pensión. Así, apoya a las azafatas españolas en su denuncia por discriminación de género en el sector aéreo, ya que los pilotos de los aviones sí gozaban de estos beneficios. 

La denuncia se centra en la discriminación indirecta hacia los tripulantes de cabina de pasajeros, mayoritariamente mujeres, al no recibir el mismo tratamiento que otras profesiones aéreas respecto a la jubilación con bonificación por años de cotización. En noviembre, esta situación fue presentada como una violación de la directiva 2006/54/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, que se opone a la discriminación por razón de género.

El Sindicato Independiente de Tripulantes de Vuelo Comercial (SITCPLA) denunció discriminación indirecta porque, según el Real Decreto de 1986, ciertos profesionales aeronáuticos como pilotos, fotógrafos aéreos, y mecánicos de vuelo pueden jubilarse anticipadamente con el 100% de los derechos, beneficiándose de reducciones en los años mínimos de cotización necesarios. 

Sin embargo, esta ventaja no se extiende a los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP), un colectivo mayoritariamente femenino, que queda excluido y, por ende, discriminado. A pesar de las reiteradas denuncias y los casos llevados ante los tribunales andaluces y el Tribunal Supremo, que finalmente dictaminó en 2020 que este derecho no les correspondía, el colectivo no ha conseguido que se reconozca la penosidad y peligrosidad de su trabajo al mismo nivel que a otros profesionales aéreos. 

Esta situación, argumentan, no solo constituye una discriminación por género, dado que más del 80% de los 10.000 profesionales afectados son mujeres, sino que también ignora los riesgos y exigencias físicas y sanitarias a las que están expuestos los tripulantes durante los vuelos.

Apoyada por el Parlamento Europeo

Ayer, la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo escuchó los argumentos presentados por SITCPLA junto a la asesoría jurídica de Navas & Cusí. Esta solicita que se permita la jubilación anticipada de los tripulantes de cabina con el 100% de la pensión, igualándolos a los pilotos, argumentando que ambos colectivos enfrentan similares condiciones de penosidad en su trabajo.

Todos los grupos parlamentarios mostraron su apoyo a la petición. El PSOE admitió que el gobierno tiene una “deuda pendiente” con este colectivo, mientras que Podemos urgió a “dar un toque” al gobierno, comprometiéndose a “dar caña” para abordar esta discriminación. Se acordó mantener abierta la petición para buscar una solución a esta desigualdad laboral.

“La denuncia ha sido admitida en tiempo récord, históricamente la más rápida que conocemos por parte de la propia comisión. Y el Parlamento también la ha aceptado porque reconoce que es de gran interés”, explica a Artículo14 Antonio Escobar-Flórez, encargado de comunicación de SITCPLA. 

“Como le dijimos a las instituciones de la Unión Europea, tras salir de esa telaraña de casi 21 años, nos hemos encontrado con que ahora se nos escucha y se nos atiende. Somos la cenicienta de la aviación española. Somos la única profesión exceptuada de los trabajos aéreos. Somos los que más horas volamos, los que más expuestos estamos a lesiones musculoesqueléticas, a diferencia de los pilotos que tienen que volar con el cinturón de seguridad puesto en todas las fases del vuelo. Nosotros no. Nosotros, como decimos coloquialmente, ‘volamos dentro de lo que vuela’, como si vinieran unas turbulencias en aire limpio que no son previsibles, y eso hace que tengamos el más alto factor de penosidad laboral”, agrega. 

“Somos la cenicienta de la aviación española. Somos la única profesión exceptuada de los trabajos aéreos. Somos los que más horas volamos”

Las mujeres, en el centro

El caso ha sido llevado ante la justicia europea como ejemplo de discriminación indirecta, ya que la mayoría de los tripulantes de cabina son mujeres y de los pilotos, hombres. Aunque los certificados de TCP en Europa no están suficientemente censados por la propia Agencia Europea, en España se estima que hay alrededor de 10.000 personas volando como tripulantes. 

Es un caso interesante en cuanto a temas de igualdad laboral, como, por ejemplo, la diferencia salarial. “Los TCP son un poco más modernos que el promedio español. La presencia creciente de hombres que optan por cuidados familiares está ayudando a disminuir la brecha de género. En términos de brecha salarial, todos recibimos el mismo salario por igual trabajo. Sin embargo, existen diferencias en cómo algunas compañías manejan los pagos, especialmente en los niveles salariales más bajos, pero eso es algo que cada sindicato está luchando por mejorar, especialmente en términos de reducciones para el cuidado y la conciliación familiar”, explica Escobar-Flórez.

“Al ser las mujeres el 80% del total y tener más tendencia a acogerse a reducciones por cuidado, si comparamos los salarios promedio entre hombres y mujeres dentro de cualquier compañía, encontraremos que el coste unitario medio tiende a ser menor para las mujeres que para los hombres, aunque no necesariamente refleja una desigualdad en la masa salarial global”, agrega. “También estamos atentos a la selección de sobrecargos, asegurando que las promociones reflejen la diversidad de género, aunque la realidad demuestra que aún hay mas mujeres que hombres en el sector”, termina. 

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