En España, miles de familias tienen derecho a una ayuda económica que podría aliviar sus facturas de calefacción sin saberlo siquiera. Se llama bono social térmico y es una de las medidas más desconocidas —y efectivas— del sistema de protección energética del país. Un ingreso directo, sin trámites complicados, que puede alcanzar los 375 € anuales y que llega justo cuando el frío aprieta.
Qué es el bono social térmico y por qué apenas se conoce
El bono social térmico es una ayuda estatal destinada a compensar los gastos derivados de la calefacción, el agua caliente o la cocina. A diferencia del bono eléctrico, que descuenta una parte de la factura cada mes, este se ingresa una vez al año directamente en la cuenta del beneficiario. No importa si la vivienda se calienta con gas natural, butano o biomasa: el objetivo es el mismo, mitigar el coste energético del invierno para quienes más lo necesitan.
Lo curioso es que la mayoría de los beneficiarios no tienen que solicitarlo. El sistema detecta automáticamente a quienes ya disponen del bono social eléctrico a 31 de diciembre del año anterior y les concede la ayuda térmica sin necesidad de presentar documentación adicional. Aun así, miles de personas no son conscientes de que pueden recibir este apoyo económico o desconocen cómo comprobar si les corresponde.
Cómo se calcula la cuantía: clima y vulnerabilidad
El importe del bono social térmico varía según dos factores: la zona climática donde se encuentre la vivienda y el grado de vulnerabilidad del hogar. Cuanto más frío sea el municipio, mayor será la ayuda. Así, un consumidor vulnerable en una zona cálida puede recibir alrededor de 35 o 40 €, mientras que una familia vulnerable severa en una zona muy fría puede alcanzar los 375 €, la cantidad máxima contemplada.

En Aragón, Castilla y León o Galicia, por ejemplo, las cuantías suelen situarse entre 200 y 400 €. Mientras que en Andalucía o la Comunidad Valenciana los importes rondan los 100 €. En todos los casos, se trata de un ingreso único anual que suele abonarse durante el primer trimestre del año siguiente al que se genera el derecho.
Los umbrales de renta: quién puede beneficiarse
Para acceder al bono social térmico, hay que cumplir los mismos requisitos que el bono social eléctrico. Esto implica tener contratada una tarifa PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) y cumplir con determinados umbrales de renta establecidos por el Gobierno en función del número de miembros del hogar.
Los límites económicos se calculan sobre la base del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) anual de 14 pagas, que actualmente se sitúa en 9.727,54 €. Estos son los principales tramos:
- Consumidor vulnerable (con derecho al 25 % de descuento en luz): renta inferior a 1,5 veces el IPREM anual (14.591 €).
- Hogares con un menor: hasta 2 veces el IPREM (19.455 €).
- Hogares con dos menores: hasta 2,5 veces el IPREM (24.318 €).
- Consumidor vulnerable severo (descuento del 40 %): renta inferior a la mitad de esos umbrales.
A estos se añaden casos especiales: las familias numerosas, las personas con discapacidad igual o superior al 33 %, las víctimas de violencia de género o terrorismo y, sobre todo, las familias monomarentales, que cuentan con una consideración específica. En su caso, basta con tener un hijo a cargo y cumplir los límites de renta anteriores. Este grupo, uno de los más afectados por la pobreza energética, es especialmente relevante para el bono social térmico.
Cómo se recibe el dinero y qué hay que hacer
La mayoría de los beneficiarios del bono social térmico no tienen que realizar ningún trámite. Si eres titular del bono eléctrico, tu comunidad autónoma te incluirá automáticamente en el listado de perceptores y te notificará por carta la concesión de la ayuda. En esa notificación aparecerá la cuantía exacta, la cuenta bancaria donde se ingresará el dinero y un plazo para renunciar si no deseas recibirlo.

El ingreso suele realizarse en el primer trimestre del año. En la mayoría de comunidades basta con tener domiciliada la factura eléctrica para recibir el abono sin complicaciones. Si el beneficiario ha cambiado de cuenta bancaria o no la tiene domiciliada, la administración autonómica le solicitará los nuevos datos antes de efectuar el pago.
Al tratarse de una ayuda económica, el bono social térmico debe declararse en la Renta como ganancia patrimonial. Aunque no tiene retención y no suele implicar un impacto relevante en la tributación.
Cómo saber si te corresponde
Comprobar si tienes derecho al bono social térmico es sencillo. Si ya recibes el bono social eléctrico, te corresponde automáticamente. Si no lo tienes, puedes solicitarlo a tu comercializadora de referencia —Iberdrola Clientes, Endesa Energía XXI, Naturgy, Repsol, CHC o TotalEnergies— aportando tu documentación y justificando tus ingresos.
Una vez concedido el bono eléctrico, pasarás a formar parte del listado estatal de beneficiarios térmicos a 31 de diciembre. Esto te permitirá recibir el ingreso el año siguiente.