Su comportamiento en las protestas ha polarizado a la opinión pública, generando un intenso debate. Susana Ferreira, cantante, activista social y fundadora del movimiento Yellow Buterflies, y Carolina San Miguel, politóloga y autora de Marca personal para políticos, reflexionan desde posturas extremas
"Alzar la voz es un deber de todos"
Creo no solo necesaria, sino también legítima y natural la actitud combativa en la calle de políticas como Irene Montero e Ione Belarra. De hecho, me habría gustado ver junto a ellas a otros representantes políticos. En este caso, las etiquetas de izquierdas y derechas resultan absolutamente inútiles. Cuando hablamos de la defensa de la vida y de la dignidad de miles de inocentes, lo mínimo que se espera de cualquier dirigente público es que dé un paso al frente y utilice su voz para denunciar lo que está ocurriendo. Por supuesto, habría preferido que ningún ciclista hubiera sufrido ningún accidente durante las manifestaciones, pero era absolutamente necesario visibilizar en medios el descontento de la población, y la Vuelta Ciclista era el mejor escaparate actual para hacerlo.
No se puede negar que existen acusaciones muy graves contra grupos armados palestinos, como los asesinatos de civiles, la toma de rehenes o la violencia sexual en el ataque del 7 de octubre. Esos crímenes deben ser condenados con toda claridad y sin matices. Pero no puede aceptarse que esos hechos sirvan como excusa para justificar la matanza indiscriminada de miles de personas que nada tienen que ver con esos grupos, ni para normalizar el castigo colectivo de toda una población que vive atrapada en la ocupación, el bloqueo y la violencia cotidiana.
Por eso, considero imprescindible que representantes políticas y sociales estén presentes en la calle, codo a codo con la ciudadanía, para visibilizar esta tragedia y exigir soluciones reales. Porque, frente a un genocidio o a cualquier masacre de inocentes, no caben los cálculos partidistas: caben únicamente la solidaridad, la justicia y la defensa de la vida humana.
"La política debería ser un espacio de consenso"
La actitud combativa de Irene Montero no solo me parece innecesaria, sino profundamente dañina, imprudente y peligrosa. Desde hace más de diez años viviendo de la política su finalidad ha sido generar un campo de batalla donde solo sembrar odio, enfrentamiento y división. La política debería ser lo contrario: un espacio de consenso, de debate desde el respeto, de acuerdos que sumen, de voluntades que aporten y de ideas que transformen y hagan avanzar a la sociedad.
Si algo de lo que has leído te ha removido o sospechas que alguien de tu entorno puede estar en una relación de violencia puedes llamar al 016, el teléfono que atiende a las víctimas de todas las violencias machistas. Es gratuito, accesible para personas con discapacidad auditiva o de habla y atiende en 53 idiomas. No deja rastro en la factura, pero debes borrar la llamada del terminal telefónico. También puedes ponerte en contacto a través del correo o por WhatsApp en el número 600 000 016. No estás sola.